jueves, 17 de abril de 2014

LA MUD-GOBIERNO



Asunto de Coyuntura: el debate MUD- Gobierno
1.- Un diálogo político, un proceso de acuerdo, no se puede evaluar por sus reuniones sino por sus resultados prácticos en el corto, mediano y largo plazo. Sin embargo, lo que se puede evaluar es su puesta en escena, su performatividad. Con respecto al diálogo del 10 de abril, asumo el agudo análisis realizado por Willy McKey, publicado en el Blog Prodavinci. Valga el link http://prodavinci.com/blogs/quien-gano-el-debate-del-10a-2-de-2-por-willy-mckey/
2.- En esta segunda reunión creo que, mediáticamente, el gobierno salió favorecido.
En primer lugar porque minutos antes de la reunión Henry Ramos Allup, había señalado que una exigencia de la MUD era que fuese televisado. Al no hacerlo de esa manera, la imagen al país es que iniciando el proceso la MUD ya estaba cediendo.
En segundo lugar, una exigencia importante de la MUD era la ampliación de la comisión de la verdad para que estudie los hechos de estos dos meses. Eso que puede percibirse como un logro y quizás políticamente lo es, no es percibido de esa forma por las siguientes razones:
A.- La experiencia anterior, del 11 de abril del 2002, de una comisión similar fue una farsa, por lo tanto, la población opositora desconfía.
B.- Lo más importante, una comisión de ese tipo, en términos estrictamente de metamensaje, supone que ya sucedieron los hechos, que estamos en una etapa donde se superó la crisis y se inicia una investigación de esa crisis. Asunto en términos prácticos absurdo, porque estamos en medio de la crisis. Lo no dicho -al darle relevancia a ese logro práctico de incorporar más personas en la comisión- es un mensaje al país diciendo que ya todo está resuelto, no proteste, lo que resta es investigar, insisto en términos de metamensaje. Ese metamensaje descoyunta al pueblo que sigue en pie de lucha.
C.- El gobierno se mantuvo en su posición firme que había anunciado el 10 de abril, su negativa a la ley de amnistía. El ceder en la primera reunión y afirmar que se planteará otra vía es una señal clarísima de debilidad. Un buen negociador no cede en la primera reunión y tampoco cierra el diálogo.
D.- Aunque se afirmó que se estudiaría los 60 casos de violación de los derechos humanos que es un punto esencial y que se nota el esfuerzo de los dirigentes por denunciarlo. Se vieron relegados, por la manera y forma de comunicación realizada por Aveledo, aún con toda su pericia política. El error sustancial de Aveledo fue que se comportó como un árbitro y no como una de las partes deliberantes. La condena de la violencia venga de donde venga, equipara la violencia de estado, la violencia que implica una violación de los derechos humanos, con cualquier tipo de protesta que implique un mínimo de violencia, como por ejemplo quemar un caucho. En términos político y de lenguaje es un profundo error, no sólo para el futuro de la negociación, sino para aquellos a quienes representa y también para los que no se siente representado, pero que en cualquier caso desean un cambio de gobierno a corto, mediano o largo plazo. Un  deliberante en una primera reunión inicia la condena de la violencia del estado, puede condenar de pasada otros tipos de violencia y resalta de manera inmediata, el derecho a la protesta, incluso, invitando a la manifestación del 26 de abril de forma pacífica para solicitar la aprobación de la ley de amnistía, que fue negada por el gobierno.
E.- El error sigue porque claudica en una petición que era una condición del diálogo para unos y para otros era el primer punto de agenda la ley de amnistía y, de manera simultánea, afirma que se incorporará al plan de seguridad que impulsa el gobierno. Chance que le permite al vicepresidente para indicar que le dará presupuesto a las gobernaciones y alcaldía, dando un metamensaje al pueblo que la MUD lo que está buscando es dinero, con seguridad no le darán a las alcaldías que están en manos de Voluntad Popular y de esa forma, quiebran al movimiento opositor.
Aunque políticamente, los que tenemos dos dedos de frente, sabemos que no es así, mediáticamente, logra calar ese mensaje, de buscadores de dinero, de negociadores de cargo, ese es un punto débil que se tiene que se debe reforzar en términos del lenguaje en todo momento, para generar confianza.
La consecuencia grave de no estudiar con propiedad las formas de comunicación de los acuerdos y desacuerdos para el mundo opositor, es la pérdida de la legitimidad de los negociadores. Eso sería profundamente grave para el país. La habilidad, en este momento, es confrontar al gobierno, negociar lo que se pueda negociar, ser firmes en los asuntos innegociables y, a su vez, estimular la unidad en la protesta de calle. Ese es un arte complejo, dificilísimo, pero necesario.

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