lunes, 28 de abril de 2014

¿Hasta cuándo las muertes?

¿HASTA CUÁNDO LAS MUERTES?
Recién me entero de la noticia de la muerte del Concejal Eliécer Otaiza. Antes que nada levanto mi voz para repudiar tal acto, sea por la razón que sea. El asesinato no tiene justificación de ningún tipo. Quien escribe estudió varias materias doctorales con Otaiza a mediados de los años noventa, cuando él era discípulo del filósofo Luis Castro Leiva, quien le dedicó un libro. Éramos compañeros y seguidores de las clases de dicho filósofo. Me incorporé a la campaña de Chávez, junto a unos compañeros docentes y estudiantes de postgrado de la UCV, entre ellos estaba Otaiza en 1998. Fui su asesor cuando se postuló para la Asamblea Nacional Constituyente y mantuve vínculos políticos hasta agosto del año 2000, cuando me retiré públicamente del gobierno, expresando mi posición en el Programa que dirigía en aquél entonces Orlando Urdaneta en Globovisión, donde relaté, en dos programas consecutivos, las razones de mi renuncia al Ministerio y mi decisión de no apoyar más al Gobierno del entonces Presidente Chávez, teniendo el cargo de Director General de Planificación y Presupuesto del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Desde aquél entonces, lo vi, casualmente, en un par de ocasiones, donde conversamos someramente sobre mi posición política.  
Hoy lamento profundamente su muerte, aunque no compartía absolutamente nada, desde aquella época de su mirada y forma de actuar en el ámbito político hasta ahora. Desde  el viernes Venezuela está atrapada en un espiral de violencia. El viernes asesinaron a un profesor Fernando Sánchez de 42 años de la Universidad de los Llanos Ezequiel Zamora, dictando clases. La Guardia Nacional ha arrestado a niños y adolescentes en edades comprendidas entres los 11 y 17 años, el domingo apareció otro cadáver en el Guaire…  Verdaderamente hay que hacer un alto a la violencia. Estamos entrando en un espiral absurdo, esquizofrénico y terrible de violencia. La sentencia del TSJ de la semana pasada lo que hace es maximizar este espiral de impunidad y violencia destrozando las posibilidades diálogo… porque cualquier gobernante nacional o local que no desconozca y rechace  la sentencia, se hace automáticamente cómplice de una ley que su letra y espíritu conduce a la violación de los derechos humanos, a la violación de los derechos civiles y políticos…
Es terrible, absolutamente terrible, lo que sucede en mi país….
Jonatan Alzuru Aponte
Lunes, 28 de abril de 2014

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