lunes, 2 de diciembre de 2019

DEL CESE DE LA USURPACIÓN A PRESERVAR LA CORRUPCIÓN


DEL CESE DE LA USURPACIÓN A PRESERVAR LA CORRUPCIÓN
Jonatan Alzuru Aponte

Ningún venezolano que se oponga al despotismo, con un mínimo de sensatez, pudiese alegrarse de lo que acontece con los diputados de la Asamblea Nacional. Los sentimientos correspondientes son rabia, indignación, horror, tristeza, quizás mezclados con estados depresivos y en ningún caso es porque nos sorprendamos de la existencia en la política de corruptos, sino por las implicaciones, los efectos que tienen tales acciones para todos los venezolanos.

El asunto no es solo la corrupción; no se trata de un delito y las penas que le corresponden al funcionario por cometerlo. Para el pueblo venezolano no es solo un problema de ética pública, de la moral o las buenas costumbres de un funcionario y de su responsabilidad frente a la justicia, ¡No!

El problema central es que la corrupción está asociada a un hecho de mayor trascendencia, la permanencia en el poder del déspota. Por lo tanto, es absurdo limitarla a un problema de unos individuos que delinquieron.  Se trata que esas acciones han determinado y siguen determinando las tácticas y estrategias para enfrentar al déspota.

El despotismo realizó una estafa (un acuerdo con Claudio y compañía), toda persona mínimamente racional, podía percatarse que era una estafa porque los interlocutores (supuestos opositores) ni tenían representación ni poder alguno para acordar con el despotismo. Sin embargo, los únicos de la oposición que aceptaron en la práctica los acuerdos de la llamada Mesita, fueron los de la Asamblea Nacional, quienes aceptaron la incorporación de los parlamentarios, sin ningún tipo de problema y funcionaron como que si tal acción fuese parte de su propia agenda política.

Obviamente, si se incorporaban hasta el político o analista más lerdo, sabía que tendrían derecho a votar e influir en las decisiones y para alcanzar sus objetivos tendrían que maximizar sus votaciones, dígase, ganarse a más parlamentarios. El Diputado José Guerra denuncia, un día después de la conformación de la comisión de postulación para los miembros del CNE, que hay una operación para comprar diputados… Pero es que la lectura puede ser distinta y al calor de las nuevas informaciones debemos leerlas de otra manera, a saber: Los diputados del PSUV se incorporan al parlamento, cuando tienen amarrado a los diputados de la oposición.

Ahora bien, después de las declaraciones del ex embajador y de la publicación de los trabajos de investigación periodística, se tomaron decisiones administrativas, tardías y viéndosele todas las costuras; pero nada han dicho de la ruta política; como si la corrupción fuese un problema individual y no estuviese articulada a la permanencia del despotismo en Venezuela. Los venezolanos no somos una partida de ignorantes y estamos hartos que la dirigencia política nos trate como infantes.

¿Qué cambiará en el orden político? ¿Cuál será la táctica? ¿Unidad? ¿Con quién? ¿Cómo? ¿De qué manera?