viernes, 26 de febrero de 2016

A LEOPOLDO LÓPEZ, SOBRE LA VOLUNTAD POPULAR



A Leopoldo López: Sobre la voluntad popular
Estimado Leopoldo López y demás miembros de Voluntad Popular. No tengo el placer de conocerlos, ni he interactuado con ningún dirigente de su organización. Sé que vienen haciendo un excelente trabajo de discusión política en las comunidades, en los barrios, entre los estudiantes universitarios. Ayer escribí un testimonio que da evidencia de lo que afirmo (véase http://reflexionesentiemposdelchavismo.blogspot.com/2016/02/abismo-esperanza-bello-articulo.html).  Estamos en un momento complicado de la historia; pero en medio del abismo… Hay esperanzas. Ustedes son una organización que pueden, tienen potencial de aportar muchísimo en este momento y, por supuesto, en el mediano y largo plazo. Escribo antes de la rueda de prensa que en su twitter Gaby Arellano anuncia.
Solo les quiero decir, ojalá lean este mensaje en una botella lanzado al mar,  que el pueblo venezolano en las actuales circunstancia, donde no estamos en una precampaña, desea escuchar un concierto articulado de voces. Utilizaré un ejemplo de la vida cotidiana como metáfora para expresarle mi opinión política que creo recoge el sentir de la mayoría de los venezolanos. ¿Recuerdan la introducción de los conciertos de las Estrellas de Fania? “Oye qué rico suenan, las Estrellas de Fania”
En las Estrellas de Fania cada cantante tenía su público de todas las condiciones sociales y los fanáticos o melómanos seguían a unos más que a otros o tenían discusiones quién era mejor, Cheo Feliciano o Héctor Lavoe o… Unos vendían más discos que otros. Todos virtuosos. Pero cuando se trataba del concierto, el canto era: “Oye qué rico suenan las Estrellas de Fania” y, a veces, en muchísimos conciertos un compositor, cantante con muchísimos seguidores, ni siquiera tomaba el micrófono, como era el caso, por ejemplo de Willie Colón; él tocaba el trombón.  Durante el concierto cada uno cantaba su pieza. El virtuoso le cantaba a todos, pero el público que escuchaba a todos, el fanático, deseaba que cantara a quien admiraba; y cuando lo hacía se deleitaba escuchando a su cantante preferido.
En otras ocasiones dentro del concierto cantaban juntos, y cada cantante desarrollaba sus solos; como aquella canción que decía: “Quita te tú pá ponerme yo”… Y entonces, entraba Héctor Lavoe o Ismael Miranda e improvisaban y el público a rabiar aplaudía y aplaudía más a quien mejor improvisara. En la improvisación de la canción, hasta los fan de otros cantantes, admiraban a quien lo hacía de la mejor manera, en ese momento.
El coro político deben cantarlo todos los partidos que es la fórmula acordada de la salida de la crisis y, luego vienen la improvisación las razones, los por qué… Allí la habilidad política es hacerlo de tal manera y forma que la población celebre no solo el discurso sino las prácticas políticas del dirigente o del partido. Quien lo haga mejor en las improvisaciones tendrá un verdadero chance de dirigir los destinos del país después de resolver la circunstancia actual, ése es otro momento. El coro político también es las formas de lucha para enfrentar la salida acordada.  Saber a quién le toca la dirección de orquesta es un gesto de humildad política necesaria y fundamental. Es un acto democrático. Y quien dirige la orquesta, le interesa que los cantantes desarrollen sus improvisaciones de la mejor manera y, para ello, acuerda con todos y cada uno cómo lo harán. Su virtud consiste en armonizar, articular y dejar que cada virtuoso desarrolle su trabajo, a su estilo y forma; pero en armonía con la totalidad. El cómo hacerlo es difícil porque requiere acuerdos, ceder el micrófono y eso cuesta. Allí está la habilidad de quien dirige. Pero quien es virtuoso en su instrumento y sabe de lo que es capaz, no teme.; como Willie Colón, tocaba el trombón… El sentido de la oportunidad para el cantante dentro del concierto es un tino absolutamente necesario en las actuales circunstancias.  Y, obviamente, cuando cantaba la única mujer invitada de la Fania, todos celebraban, esa diosa del canto Celia Cruz… En este concierto también hay una mujer invitada y hay que dejarla cantar en su momento.
En términos estrictamente democrático dentro de la unidad hay tres directores de orquesta. Henry Ramos Allup, Julio Borges y Chuo Torrealba; no fue una decisión de un partido o la opinión de un líder; sino el acuerdo democrático de los partidos y movimientos de la oposición. Pero además, en términos de eficacia, la oposición ha visto un avance sustancial con respecto a los años anteriores. Ruego a la experiencia acumulada en estos años y al sentido, olfato y tino político para que sus prácticas maximicen la unidad en medio de la diversidad. Y recuerden, el canto bonito es “Oye qué rico suenan las estrellas...”

No hay comentarios:

Publicar un comentario