martes, 25 de febrero de 2014

QUIEN TIENE UNA PRÁCTICA DEMOCRÁTICA



QUIEN TIENE UNA PRÁCTICA DEMOCRÁTICA
NO SE DESVÍA

1.- En un momento de descontento social y revuelta, la serenidad para pensar es la clave.
2.- Hay que comprender las manifestaciones espontáneas pero es un deber claro, de cualquier dirigente, dar recomendaciones y mensajes contundentes. El saqueo es una acción inapropiada, por ejemplo y no dejar de reiterar las otras acciones inapropiadas como la guarimba. Pero hay que proponer formas claras de protestas democráticas. Los estudiantes organizados están dando lección en este sentido.
3.- Hay distractores que no es conveniente dialogar sino dirigirlos. Vielma Mora, por ejemplo, realizó una denuncia pública. Hay que ordenarle a la Fiscalía que investigue de inmediato la denuncia y que el gobernador presente las pruebas y que se tomen las medidas de inmediatos ajustadas a la ley. Que apoye o no apoye, que se asuma de oposición o distante, todo eso es irrelevante. Lo relevante es su denuncia de violación de los derechos humanos.
4.- La clave no es creer o no en los discursos, sino pensar qué dice y en función de ello, mandarlo actuar a quien sea, apegado a la constitución, independientemente de la circunstancias.
5.- Hay que ser enfático contra la utilización de armas de fuego. Venga de donde venga. Allí hay que ser enfático contra la imagen del general como forma de resistencia.
6.- Un desbordamiento social, provocado o espontáneo, los líderes deben conducirlo apegados a la estricta constitucionalidad.  Esa es la única garantía, en el marco jurídico internacional, para la sobrevivencia política en cualquier escenario, independiente de los desenlaces.
7.- Es sumamente importante en este momento focalizar las denuncias específicas de los derechos humanos. Sin generalizar.
8.- Teniendo clarísimo un horizonte político, institucional, constitucional, las contingencias, buenas o malas, hay que orientarlas en función de ese horizonte.  Un capitán de barco no se deja llevar por la tormenta, sino dirige el barco en medio de la tormenta.
9.- En un estado de confusión las opiniones y los pareceres, se multiplican por doquier. Quien tiene un horizonte democrático, escucha a todos, pero trata de discernir qué es relevante y qué no, en función de su horizonte.
10.- Alguien que dirige con un horizonte democrático, cualquier acción positiva de una persona de  su equipo o de otros actores, aunque no sean de su equipo, se le debe reforzar. La acción positiva se evalúa en función que la práctica contribuya o no al horizonte. Prácticas democráticas hay que resaltarlas. Mostrarlas como buenos ejemplos. Eso es vital. Orienta.
11.- En un momento de conflictividad es más importante establecer diálogos, con los distintos sectores que acompañan la propuesta del dirigente, sea en términos generales o específicos, que dialogar con el adversario político. La ventaja es que cuando se configure el diálogo con el opuesto (que en cualquier circunstancia, tarde o temprano siempre se hace) se tiene un consenso más o menos acordado. Allí es vital sintonizarse con diversos dirigentes de base.

No hay comentarios:

Publicar un comentario