lunes, 23 de marzo de 2015

EL SÍNDROME MONEDERO



SÍNDROME MONEDERO
Jonatan Alzuru Aponte
El caso del intelectual Juan Carlos Monedero tiene una multiplicidad de arista que, me parece, nos invita a reflexionar en múltiples ángulos: podría resumirse el asunto como la relación entre la intelectualidad y la política.
No es mi intención abordar el asunto desde una perspectiva moral, dígase, la actuación buena o mala del intelectual español; aunque no dejaré de señalar contradicciones entre sus discurso y sus prácticas, pero es  a mi entender lo menos relevante.
Mucho menos cuestionaré la valía como intelectual del pensador español, no es mi asunto ni soy evaluador de su producción intelectual. Valga decir que he compartido en algunos escenarios académicos con él, cuando hacíamos vida en el Centro de Investigación Postdoctoral de la UCV; hasta una comida y unos tragos compartí. Así que mi enfoque no es un asunto de amistad o enemistad, y lo resalto una vez más, tampoco de una valoración de su vida privada.
Dos asunto me interesan: la asesoría intelectual a gobiernos latinoamericanos y el financiamiento de partidos políticos.
1.- Intercambio de oro por espejitos. La enfermedad de Macondo
Partiré para elaborar mis opiniones y argumentos de la entrevista realizada a Juan Carlos Monedero en un Programa de la Televisión española a comienzos del 2015; donde acepta que recibió por sus honorarios profesionales 425.000 euros, para asesorar a los gobiernos del ALBA, sobre la asunción de una moneda común; tal como se hizo en Europa.
El intelectual español, profesor de la complutense, fundó una empresa unipersonal el 23 de octubre de 2013. Con dicha empresa (con un único propietario y trabajador, obviamente) recibió, según información de prensa, por parte del gobierno venezolano, la cantidad cercana a medio millón de euros. El intelectual en la entrevista argumenta que ese pago se corresponde a dos años de trabajo. Que además, las asesorías a gobiernos se pagan muy bien, en su caso sería cercano a los 18.000 Euros mensuales; y su selección, según él, fue porque es un experto que trabajó en su momento para la Comunidad Económica Europea.  En el programa, el intelectual afirma que los distintos países, se pusieron de acuerdo para realizarle un solo pago desde una misma entidad.
¿Qué dirán mis queridos amigos que se inscriben en la corriente sociológica llamada poscolonialismo? No pienso en los intelectuales que se oponen al gobierno de Maduro o de los intelectuales que se oponen en cada país a sus gobiernos. Pienso en los intelectuales afectos a la revolución bolivariana, a los intelectuales que se asumen de la izquierda contemporánea latinoamericana; los que consideran que se está conduciendo el proceso de transformación por el camino correcto, acertado. ¿Qué pensara de esto, un profesor universitario afecto al gobierno que es titular, ha realizado como mínimo cinco trabajos de investigación con jurados para alcanzar ese escalafón, además de tesis doctoral, dedicado exclusivamente a la academia y su salario no llega a 90 dólares mensuales?
Acaso, un intelectual puede ser más brillante que un equipo de economistas, sociólogos, politólogos, filósofos, psicólogos; quizás, supongamos, 12 de los más brillantes nacionales de cualquiera de los países del ALBA, ¿no habrían aceptado por un salario mensual de un poco más de mil euros mensuales por dos años realizar sendos trabajo sobre la moneda? Acaso, en América Latina no hemos superado el síndrome del complejo de inferioridad…  Pero esto es directo contra los intelectuales que invitan a pensar desde América Latina, sobre América Latina… La estructura de decisión de los países del ALBA, de creerle a Monedero, despreció a todos sus intelectuales latinoamericanos para privilegiar la pericia del español. ¿Cómo se sienten con una noticia como esta? ¿Acaso no valoran su producción intelectual? Jamás Monedero, por más brillante que sea, podía superar a un equipo, multidisciplinario, aunque sea de cinco intelectuales, muy bien pagados mensualmente, desde la perspectiva de cómo se valora la producción intelectual institucionalizada en Venezuela. Más aun, en Venezuela, con toda seguridad, se hubiese conformado un equipo de treinta intelectuales venezolanos y todos hubiesen hecho un excelente trabajo sintiéndose felices de ganar 400 ó 500 euros mensuales, por dos años; porque en nuestro país el salario es de hambre, alcanza si acaso para la cesta básica; si se encuentra en los escalafones de más alto rango.
¿Qué dicen los amigos latinoamericanos afectos al proceso bolivariano?
2.- La sonrisa del idiota
Quizás un cínico podría mirarme y reírse en mi cara diciendo “no seas idiota”, dando entender que es muy obvio que el partido PODEMOS se fundó en enero de 2014 y esa “ayudita” era para el partido y no para el profesor Monedero y, por lo tanto, no hay ninguna ofensa a la intelectualidad bolivariana sino una estrategia de expansión del poder político de América Latina en Europa; pero el profesor Juan Carlos Monedero no lo puede decir porque va preso y, por eso, tiene que asumir una defensa de ese tipo. Quizás mi imaginario interlocutor, complementaría su argumento diciendo: eso es lo que siempre ha hecho el imperio norteamericano en los países latinoamericanos; de allí que lo que es bueno para la pava es bueno para el pavo.
De suyo tal argumentación reconoce la ilegalidad de tal acción; tanto de unos como del otro. Pero, de tras fondo, soporta la acción en una lógica moral que supone que al hacerlo los que se inscriben en una mirada de izquierda es legítimo porque su mirada política es verdadera, válida y cualquier medio justifica el fin. De allí que hay una mirada política buena que justifica las acciones y una mirada política mala que no justifica esa acción. Ése es un razonamiento pedestre y callejero. Indigno de discutir en esos términos; porque supone un núcleo de la verdad y la negación de la diferencia, asumiendo el quehacer político como si fuese una verdad revelada y todo el que la comparta está en el reino de los cielos y el que no, se encuentra en el infierno.
Monedero, unos días antes del sonado caso, realizó otra entrevista donde coloca como punto de agenda el financiamiento de los partidos políticos y, mostrándose, para indigestión mía, como un humilde profesor que no tiene para comprarse un par de calcetines, sino que tuvo que coser su calcetín antes de ir al programa; sobre todo la indigestión se produce por la entrevista tres meses después que se asume como asesor muy bien pagado.
Para mí el asunto que se debe poner en el tapete, partiendo de una práctica que es generalizada -tanto en organizaciones de izquierda, como derecha, como de centro o entre partidos verdes- la cooperación financiera internacional, es hacer transparente el acto. Si es legítimo para unos debe ser legítimo para todos… ¿Por qué no se legaliza? ¿Por qué no se establecen los límites? ¿Hasta cuándo vamos a seguir en una política farisea de unos y de otros haciendo lo mismo? De asumirse que tal práctica no es legítima y tampoco legal; ¿Por qué tenemos que aceptar la de unos y no la de otros? ¿Por qué los que están en desacuerdo con tal práctica no empiezan dando el ejemplo? ¿Dónde están los intelectuales afectos al gobierno bolivariano pero autónomos en su pensamiento, confrontando tal asunto o promoviendo una discusión distinta?
Es un tema grueso e importante, de múltiples aristas, lo de la cooperación internacional económica entre organizaciones afines… Es de otro tenor, más complejo y más delicado, la cooperación entre gobiernos y partidos políticos de otros países… ¿Nos atreveremos como sociedad a tratar de dar una discusión en ese sentido…?
Ahora bien, si eso fue una ayudita a un partido de otro país; ¿podemos imaginar la necesaria ayuda para el partido de gobierno, en las próximas elecciones a la Asamblea, para mantener y acrecentar su poder?
A todas estas, ¿dónde están nuestros diputados, los de la oposición,  revisando las partidas del ejecutivo? Venezuela en el periódo odiado por los bolivarianos, no solo destituyó a un presidente sino que lo metió preso, con un procedimiento pacífico, por desvío de la partida secreta, por 250 millones de bolívares…  ¿Dónde han llevado las denuncias? Si lo han hecho, ¿por qué no la han publicitado de forma consistente?
3.- Nota para pensar
La experiencia de PODEMOS, como una comunidad intelectual que se preocupa por su país, por la política de su país; más allá que usted comparta o no sus argumentos y sus visiones; es una experiencia interesante (si apartamos, por supuesto, para pensarla la enfermedad, el síndrome Monedero -que apellido y acción la describen perfectamente-), de cómo una comunidad intelectual se decide a participar en la vida política de un pueblo.





domingo, 15 de marzo de 2015

ILEGALIDAD DEL PATRIOTA COOPERANTE



ILEGALIDAD DEL PATRIOTA COOPERANTE
Jonatan Alzuru Aponte
La figura del patriota cooperante es ilegal e ilegítima. Hasta ahora el asunto se ha tratado a manera de chanza en las redes sociales. Pero es un asunto sumamente delicado institucionalmente lo que sucede en Venezuela. Se trata de una figura jurídica, creada por el ejecutivo en la práctica, sin ningún sustento legal; es una persona anónima que denuncia a otro de algún acto políticamente ilegal.  El poder judicial asume la denuncia del anónimo y actúa, sin juicio previo, sino deteniendo a la persona acusada. El anónimo no participa del proceso, no ofrece las pruebas sino que la fiscalía se encarga de promoverlas.
El caso más grave que debe marcar un antes y después es el caso del señor Rodolfo González quien se suicidó bajo la custodia del SEBIN; también el proceso jurídico que tiene su viuda y las repercusiones en todos su familiares. El antes y después en este caso, lo deben marcar los diputados de la oposición, deben hacer una acción jurídica nacional e internacional. Es estricta responsabilidad de nuestros diputados, porque ellos fueron electos justamente para una función legislativa. Y se está realizando una práctica jurídica de forma consuetudinaria sin ningún sustento legal; pero con el respaldo político del ejecutivo, de quienes dirigen el legislativo y, en la práctica, asumida por el poder judicial.  Realizar una acción contundente contra esta figura, nacional e internacionalmente, de tal manera que se paralice esa forma de proceder, es estricta responsabilidad de la bancada opositora como un todo. Y lo tienen que dirigir los diputados junto con la Mesa de la Unidad de forma conjunta, ordenada y sistemática y acompañados por todo el pueblo que considera que debe existir otra alternativa de gobierno.
La dirigencia opositora está obligada a confrontar esa práctica jurídica del patriota cooperante. El manejo apegado a la constitución, al derecho internacional, a los pactos internacionales en defensa de los derechos civiles y políticos, con un manejo jurídicamente sólido, es un arma sustancial para confrontar tal práctica, que debe estar acompañada con acciones políticas institucionales dentro y fuera del país.  Debemos solicitarle que se pronuncie el Defensor del Pueblo a propósito de esa figura jurídica, al Tribunal Supremo de Justicia… De no hacerlo, el gobierno seguirá e incrementará está lógica propia de los sistemas totalitarios, pero sería verdaderamente vergonzosos quejarse… Es posible que venza el gobierno, pero se debe dar la pelea; hay asuntos que es indigno no dar una batalla política… Hasta ahora el gobierno realiza esa práctica de forma impune y descarada; y la oposición, su dirigencia, no ha dado dirigido una batalla política contra esa figura.
En Venezuela tenemos miles de problema y cada día estamos envuelto en una noticia y otra noticia y denuncia y denuncia. Una coordinación política, y para eso es la Mesa de la Unidad no solo para elecciones, debe coordinar las acciones de la política opositora al régimen; debe saber qué asuntos sistematizar, evaluar su proceso y confrontar. La tortura psicológica que sufrió en el SEBIN Rodolfo González, tiene un origen en una práctica jurídica inconstitucional, la acción de un denunciante anónimo que generó una prisión instantánea.
Me limito a esta práctica jurídica sumamente específica e interpelo a los intelectuales de izquierda nacionales e internacionales a evaluarla. ¿Desde qué argumentación teórica es posible sostenerla? Justamente, los intelectuales sureños de América Latina cuando repensando su historia de sangre y dolor conceptualizaban el Terrorismo de Estado, una de las prácticas ejemplarizantes eran acciones jurídico-políticas como esas.
Sé que es excitante las discusiones ideológicas y conceptuales; también de los asuntos de la geopolítica internacional que influyen para bien o para mal en las políticas de los estados nacionales; también es cierto que la discusión sobre la sociedad massmediática y sus efectos políticos es un asunto crítico y crucial… Pero no podemos quedarnos en grandes relatos y perder de vistas prácticas institucionales que al sistematizarla conduce a la configuración de lo que más se detesta.  Justamente, las barbaridades de lo que se llamó el socialismo real eran prácticas como éstas que no se diferenciaban de las prácticas fascistas…
El asunto en este momento para la dirigencia de la oposición no es condenar o realizar una marcha o lanzar unos twitter; sino realizar acciones institucionales al interior de todos los poderes y, de manera simultánea, en todos los organismos de integración latinoamericana y  en los organismos internacionales de regulación de los Estados. Diputados de la bancada opositora, como ciudadano que me siento representado por ustedes, les exijo que nos representen.  Para mañana es tarde, muy tarde… La responsabilidad es de ustedes.
Para finalizar quisiera recordar unas palabras de Rigoberto Lanz en los años ochenta.
El castigo burocrático de las opiniones, la intolerancia a las posiciones diversas, proviene de una chata deformación de lo que es la disensión en un proyecto revolucionario…  No se entiende la disensión y el debate de opiniones como un componente inherente a la propia praxis revolucionaria; el debate ideológico se entiende absurdamente como un acontecimiento que se da eventualmente cuando hay problemas.
Esta concepción ha jugado un papel clave en el tratamiento que hace el socialismo burocrático de la disidencia (disidencia política e intelectual). La regimentación burocrática del pensamiento es una de las más monstruosas aberraciones que han conocido las experiencias socialistas en el mundo...Disimular las opiniones frente a las barbaridades de la burocracia equivale a convalidar prácticas y concepciones divorciadas de la revolución. Independientemente de la hostilidad con que la burocracia suele enfrentar estas denuncias, el deber revolucionario nos obliga a sostener una posición consecuente de defensa de la libertad de discusión; una postura intransigente en defensa de la legitimidad de la disidencia." (Lanz Rigoberto, 1980, Expresamente, N°8, pág 5)

miércoles, 11 de marzo de 2015

ELECCIONES, OPOSICIÓN Y EEUU



ELECCIONES, OPOSICIÓN Y EEUU
Jonatan Alzuru Aponte
Venezuela tendrá unas elecciones parlamentarias este año, en medio de una maxidevaluación a la par de una hiperinflación, nunca antes vista en nuestra historia política contemporánea. Situación, económicamente, peor que en los estados que aplicaron las medidas neoliberales, lo que en el argot se ha llamado neoliberalismo salvaje, porque el dólar está económicamente liberado y políticamente controlado, minimizando al extremo el acceso a las divisas para el grueso de los venezolanos. Tales acciones la evidencia el venezolano común, diariamente, en el alza vertiginosa de precios de todos los bienes y servicios, una escasez galopante, colas desproporcionadas para la compra de alimentos y, peor aún, ahora, con limitaciones para la compra de productos, criminalizando, incluso, la  acción de compra para la satisfacción de las necesidades básicas al colocar capta huellas en todos los supermercados y abastos. Además, de una desproporcionada y grosera corrupción denunciada no por escuálidos al servicio de los más oscuros intereses; sino por los mismos responsables de la debacle económica como fue el caso, por ejemplo, del ex ministro Jorge Giordani.
Al igual, y en algunos casos peor, que en la década de los ochenta donde se aplicaron las medidas neoliberales, el gobierno criminaliza de forma sistemática la protesta ciudadana, con violaciones flagrantes a los derechos humanos. No se nos puede olvidar, los golpes de forma pública y notoria por parte de los cuerpos represivos del estado a la mujer que protestaba en Valencia o, más reciente, la muerte del joven en Táchira. Ciertamente hay autores materiales de las violaciones, pero también funcionarios responsables de dar las órdenes y tal como lo declaró el Defensor del Pueblo, a propósito del Táchira, los cuerpos de seguridad tenían armas no apropiadas para reprimir las manifestaciones; significa quien autorizó para usarla es tan responsable como quien disparó.
Solo grafico, algunos aspectos del contexto, desde la perspectiva de la oposición, en medio del cual se realizarán las elecciones. Enfrentarse al poder del gobierno, electoralmente, teniendo ellos la mayor cantidad de medios de comunicación, el control de los dólares para el financiamiento de las campañas, los poderes públicos, cuyos funcionarios marchan al ritmo que les pide el ejecutivo, no es una tarea fácil; aun con todas las debilidades a flor de piel que se presentan. Se está en una situación de asimetría con respecto a las condiciones para la lucha electoral.
Peor aún, la posibilidad de acuerdos entre la dirigencia opositora para la conformación de sus candidatos cada vez se hace más endeble, porque los partidos o candidatos que no se siente favorecidos por los acuerdos, han iniciado una crítica consistente, a través de las redes sociales de los procesos de negociación entre los partidos políticos y dirigentes opositores. Debilitando, aún más, la fuerza del movimiento alternativo de poder.  
No es el momento ni de pesimismos ni de optimismos. Más bien se trata de concientizar cuál es la situación que se vive, qué problemas se tienen y cómo se puede maximizar la fuerza opositora, minimizando los costos y avanzando. El avance supone una ajustada planificación de las formas de lucha, con sus respectivas evaluaciones. La evaluación de la conducción de la oposición en esta circunstancia, será medible en el proceso electoral que se avecina. Quien deseche esta forma de lucha, simplemente, no ha comprendido que Antonio Ledezma es noticia internacional y es políticamente relevante, porque se trata del Alcalde principal de la ciudad capital quien fue electo por la mayor cantidad de votos, aun con todas las dudas que se tengan del poder electoral. De lo contrario sería un civil preso, sin mayor trascendencia.
La declaración del presidente Obama, puede ser un boomerang en contra de la oposición en el marco del proceso electoral, sino se maneja con prudencia y tino político; porque amalgama, a un pueblo sufriente, las grandes mayorías -por la esquizofrenia económica del gobierno- con el ejecutivo, contra la intervención  unilateral de un país extranjero en nuestra política.
Sin embargo, debo reconocer, que es acertada, prudente y, políticamente correcta, desde mi punto de vista, aun cuando los radicales se rasguen las vestiduras la declaración realizada, oportunamente, por la Mesa de la Unidad. Y, que de ahora, en adelante, se le tendría que preguntar a cualquiera del gobierno: a quién acusa de traición, de vende patria o de lo que sea, que no generalice y que con pantalones empiece a ser específico… y, además, se le tendría que jugar adelantado, al gobierno, para decirle que la grave situación económica no responde a ningún bloqueo internacional como ha sucedido en otros países, sino a su ineficiencia, ineficacia y profunda corrupción en el manejo de la cosa pública.
Para finalizar, me siento representado por el análisis e interpretación realizada por la Mesa de la Unidad en el documento que a continuación transcribo:
A propósito de la Orden Ejecutiva del Presidente de los EEUU Barack Obama el 9-3-2015 titulada “Bloqueando las propiedades y suspendiendo la entrada de ciertas personas que han contribuido a la situación de Venezuela”, la Mesa de la Unidad Democrática declara:
1.  1-  Venezuela no es una amenaza para ningún país. Son las políticas del actual Gobierno venezolano las que amenazan y coartan el derecho de nuestros ciudadanos a vivir y progresar en paz. En ese sentido ratificamos que nuestra lucha es por un cambio pacífico, democrático, electoral y constitucional, y que la libramos en Venezuela y junto al pueblo venezolano, su legítimo protagonista.
2.   2-  Esconderse detrás de la bandera para proteger una cuenta bancaria con fondos de la corrupción es inmoral. Ocultarse detrás de la palabra “Patria” para pretender impunidad a violaciones de Derechos Humanos es, precisamente, ofender la Patria. Hay que distinguir entre sanciones a un país y sanciones a unas personas, por lo que hemos sido consistentes en rechazar las medidas generales contra una nación entera. Pero eso nada tiene que ver con las consecuencias personales que a individuos puedan acarrear el cometer actos que violen los Derechos Humanos o atenten contra el patrimonio público y el bienestar de sus conciudadanos.

3.   3- Preferimos la acción preventiva que implica el acatamiento de los métodos, reglas e instituciones que la comunidad internacional dispone dentro del Derecho, que acciones sancionatorias unilaterales. Pero denunciamos que esta lamentable situación es propiciada precisamente por el gobierno de Venezuela al irrespetar y desacatar los pronunciamientos de instancias de la ONU como el Comité contra la Tortura o el Grupo de Trabajo contra las Detenciones Arbitrarias, que reiteradamente han demandado la libertad de los presos de conciencia venezolanos y el cese de la judicializaciòn de la polítca, y al ignorar as medidas adoptadas sobre Venezuela por el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Al hacer caso omiso de la legalidad internacional, al incumplir los Convenios y Tratados válidamente suscritos por la República, el gobierno venezolano ha propiciado el lamentable escenario que hoy presenciamos.  Y corresponsables de ello tambien han sido quienes durante años han observado estas anómalas conductas con silencio cómplice.
 4.    4- Recibimos con aprecio y agradecimiento el apoyo de la comunidad internacional, pero no aspiramos ni admitimos que la comunidad internacional o alguno de sus miembros asuma deberes que son nuestros. Asi como rechazamos la grosera injerencia cubana, no propiciamos ni aceptamos ninguna otra. Esta es una lucha de los venezolanos por Venezuela.
Caracas, 10-03-2015

viernes, 6 de marzo de 2015

ELECCIONES PARLAMENTARIAS Y FORMAS DE LUCHA



ELECCIONES PARLAMENTARIAS Y FORMAS DE LUCHA
Jonatan Alzuru Aponte
Me levanté temprano y leí la reflexión de Isnardo Bravo en las redes sociales, a propósito de las elecciones parlamentarias. En resumen: desea votar e irá a votar en las elecciones parlamentarias; pero considera que ha sido un error que un mínimo porcentaje de los diputados que participarán en la contienda se elijan por primarias y al resto por consenso. Además,  él considera que muchos de los candidatos que se postularán,  por consenso, no ganarían unas primarias, dígase, no son representativos. Según el razonamiento, todos deberían ser electos por primarias. Y la explicación que elabora del por qué no fue así, lo reduce a lo siguiente: es por un problema de no pensar en Venezuela sino en sí mismo. Toda la interpretación la realiza como una voz de un venezolano de la masa, de un venezolano de a pie.
Quisiera elaborar mi opinión desde el mismo estatus, un venezolano de a pie. No conozco cómo ni por qué se realizó el consenso; ni tampoco cuáles fueron los criterios para determinar a unos y no a otros. Puesto que no milito en partido alguno, ni en ningún movimiento social.
Considero en primer lugar que el razonamiento de Bravo es digno de considerar por parte de la Mesa de la Unidad, no tanto para modificar el mecanismo, ya se hizo; sino para diseñar una campaña que modifique ese sentimiento en los potenciales electores. Es una condición sine qua non; si se entiende las elecciones como una formas de lucha del pueblo frente al poder, entre otras.  Es lo primero que debe considerarse para el diseño global de la campaña.
Antes de estudiar el caso específico, creo que es relevante realizar algunas consideraciones generales con relación a las formas de lucha de los movimientos sociales y políticos de la oposición frente al poder.
Ha sido un error consecuente, repetido, reiterado por parte de nuestros diversos y distintos líderes de la oposición, durante estos quince años, criticar formas específicas de lucha. Generando como consecuencia que se ilegitime en la población, absurdamente, esa forma de lucha. Quedando cada vez menos formas de lucha para enfrentar al poder. Justamente, esa lógica favorece, en grados superlativos, a quienes están en el poder, quienes desean mantenerlo y acrecentarlo. Porque el otro,  la oposición, por su propia torpeza, ha ido desechando las armas constitucionales y civiles que tienen para enfrentar las decisiones del poder que considera arbitrarias y que además, les representa más costos que beneficios. Sin percatarse que el problema no ha sido la forma de lucha en sí misma, sino cómo se han implementado y de qué forma se han asumido. (Por cierto, hay formas de luchas legítimas y quizás no legales; desconocer una ley, de forma pública y notoria porque se considera que atenta contra el pueblo, ha sido bandera de miles de movimientos sociales en el mundo; obviamente quien lo hace debe asumir, con honor, las consecuencias que implica tal acto, frente a las respuestas del poder).
El paro, la huelga, la acampada, la guarimba -(utilizada por los piqueteros en Argentina o los cocaleros en Bolivia)- o el voto son formas distintas de luchas. Lo primero que fortalece una forma de lucha es la responsabilidad por parte del movimiento o partido político de su conducción, evaluación de sus costos y beneficios, tanto frente a todos aquellos que los acompañaron como de aquellos quienes detentan el poder y sus respuestas proporcionas o no al respecto.  Responsabilidad es la práctica de responder por qué se hace, cómo se hace y cuál es la finalidad de aquello que se plantea y ejecuta. Son totalmente torpes y estúpidos, políticamente hablando, quienes plantean una forma de lucha con una finalidad  en el ámbito público, pero que es un simulacro para otro fin. La razón es muy elemental, quien detenta el poder al develarle el objetivo real a su oponente, no solo ilegitima la forma de lucha sino que además, los seguidores se sienten engañados. Eso desarticula cualquier movimiento social o político. Lo segundo, entonces, es el objetivo específico de la forma de lucha que sea evaluable y explicar cuándo ha de suspenderse esa forma y por qué; eso es vital. La confianza aun en el fracaso es un componente sustancial para amalgamar a los movimientos políticos y sociales. Eso no significa que no sirva esa forma de lucha; sino que por tales y cuáles circunstancia no funcionó. Y ha de explorarse otras o volverlo intentar de forma planificada.
Quien tiene seguridad en sí mismo, en su forma de lucha y tiene voluntad de poder, es capaz de morir por su idea y su práctica; pero además, seduce, convence al otro, a quien no cree, que ésa es la vía apropiada para alcanzar los objetivos. Quien grita fraude y su práctica no es acorde con su declaración, ilegitima esa forma de lucha, se irrespeta a sí mismo y desarticula al movimiento porque se pierde la confianza. Allí hay que tener coraje y valentía para asumir en la práctica la denuncia que se hace. De lo contrario, es preferible callar.
El lenguaje e interpretación en política genera prácticas y formas de actuación muy concretas. Seamos claros y precisos. Pensemos en nuestra historia política contemporánea. El difunto presidente, más allá que usted estuviese o no de acuerdo con su mirada, él utilizó una de las formas de lucha de más alto riesgo social, a saber: la realización de un golpe de estado y falló. Intentó un golpe y  asumió, responsablemente, las consecuencias. Insistió en la misma forma de lucha y volvió a fracasar. Luego pensó la abstención como forma de lucha y no le funcionó. Finalmente opta por el voto como forma de lucha. Y convenció a Tirios ya Troyanos que ésa era la forma y que su proyecto era el adecuado para transformar a Venezuela. El contenido argumentativo de su propuesta en nuestro contexto es irrelevante, estoy evaluando sus prácticas. Se planteó una reforma constitucional y perdió y asumió. Sin embargo, como tenía voluntad de poder y creía que ése era el camino y no otro; jugó para desarrollar en la práctica lo que no pudo logra por la vía electoral. Pensaba en sí mismo, que su idea era cómo debería ser Venezuela, para bien o para mal.
La dirigencia o un sector importante de la oposición se plantearon, también, un golpe de estado y se logró. Más allá que usted afirme que Chávez renunció, lo que no puede evadir que el acto de Carmona disolviendo  todos los poderes, juramentándose ante sí mismo, no era un golpe de estado. Luego de la retoma del poder, nadie de los perdedores asume el golpe. Se planteó en un momento la abstención, pero nadie asumió de forma pública notoria el error del acto. Los más osados dicen que tomaron esa decisión porque lo quería el pueblo. Lo que habría que decirle, a quien sostiene semejante sandez  es retírese y que las encuestas dirijan. Luego se opta por la lucha electoral y se canta fraude; pero no se actúa en el plano político, en las masas, coherentemente. Se plantean formas de lucha como la guarimba por vías abstractas, una anónima en un video, dirigiendo la forma de lucha, sin objetivo preciso y de forma desarticulada, con los dirigentes acusándose entre sí de traidores. Una mesa servida para un rotundo fracaso.
Estamos en un año electoral. Es la ruta. Para expresarme en el lenguaje del fallecido presidente, allí es la batalla. En ese camino el gobierno lo inicia con buen pie, paradójicamente, en medio de una de las crisis económicas más horrorosas que ha vivido nuestra patria. Y lo hace con la utilización de su lenguaje. Aun sin cuestionar la palabra del Jefe del Estado que existe una conspiración para la realización de un golpe de estado, asunto que nadie, ni chavistas ni antichavistas, se pueden pronunciar, verificándolo o negándolo, a menos que formen parte de los cuerpos de seguridad del estado o de la fiscalía y de hacerlo estaría viciando el proceso… Pero tal acto, el de la conspiración, lo equiparan con una acción cívico militar que de suyo debe ser evidente, aviones que lanzan bombas y caen, militares disparando, heridos… que fracasó; la estrategia lingüística está en equiparar una conspiración con un intento de golpe de estado.
Acción lingüística que tiene un efecto claro en la población potencialmente afecta a la oposición; porque hace un año los líderes de la oposición  se acusaron entre sí, evaluando las formas de lucha, de la intencionalidad de la acción, esto es, de la preparación de un golpe de estado. De allí que la acción lingüística está dirigida por un lado a amalgamar a sus potenciales votantes, frente a un enemigo que pretende subvertir de forma violenta el país y, de manera simultánea, fractura al movimiento opositor al generar la duda. Dejarlo en limbo es lo más conveniente para el gobierno en la batalla electoral. Porque evidenciar la conspiración, de ser cierta, implicaría el arresto de oficiales activos, generales o coroneles o tenientes que estarían en conexión con el civil arrestado. Tal acción lingüística con una represión dura y selectiva de las manifestaciones motoriza la abstención del pueblo opositor.
Desde éste análisis es que puedo pensar la acción concreta realizada en la Mesa de la Unidad. Antes de juzgar lo errado o acertado del mecanismo de elección de los candidatos debemos, los venezolanos de a pie, de la oposición preguntarnos y preguntarle a la Mesa de la Unidad, si ese mecanismo fue de consenso, entre todos y, fundamentalmente, los líderes visibles, dígase Enrique Capriles, María Corina Machado, Leopoldo López y Antonio Ledezma; así como de todos y cada uno de los Secretarios Generales de los Partidos.  De ser la respuesta afirmativa, ellos estarían cumpliendo lo que el pueblo opositor ha dicho, ha deseado, que se pongan de acuerdo. Se pusieron de acuerdo en cuáles circuitos realizarlo por consenso y en cuáles  realizar primarias. Ahora bien, como es una forma de lucha, el asunto no es de popularidad o no al interior del movimiento opositor; sino cómo se garantizan la mayor cantidad de curules en la Asamblea. Y en algunos sectores unas primarias pueden dividir más que amalgamar. La forma de ponerse de acuerdo, donde no hay primarias, es un complejo proceso de negociación; porque cada partido considera sus candidatos y debe ceder o no, frente a las peticiones de los otros. Ese regateo político es complejo y duro, nada fácil porque no se trata de un cuerpo militar donde el general dice éste y punto.
Justamente, una buena campaña debe maximizar la importancia y lo relevante que significa consensuar entre diversos y opuestos actores políticos para la escogencia de los candidatos a las parlamentarias y mostrar que los consensuados contarán con el respaldo de todo el movimiento opositor; al ser la mayor cantidad los que se eligen por consenso, entonces, la campaña debe priorizar este aspecto, por encima de las primarias.  
Finalmente, considerando todos los aspectos anteriores, el asunto medular se trata de los discursos, del lenguaje que tiene que conectarse con los sufrimientos de las grandes mayorías, con los más pobres. No es posible ni aceptable, por ejemplo, que el gobierno acuse a los más pobres de la crisis económica. Esto lo hace de manera sistemática cuando sostiene que los buhoneros, los de la economía informal, acaparan y venden más caro, lo que le han llamado el bachaqueo en la ciudad. Si los más pobre tuviesen un empleo digno, no tuvieran tiempo para pasar horas y horas haciendo cola, para luego vender los productos. Las colas se han transformado en el empleo de los más pobres. Y los ricos que están en el poder haciendo negocio con el dólar, mantienen un lenguaje fariseo.
Es un año electoral, mantener a toda costa la paz, es la condición de la derrota de quienes están en el poder. Pero deseos no preñan. Hay que preparar la campaña.