viernes, 9 de mayo de 2014

LA NOCHE DE LOS CAMPAMENTOS

LA NOCHE DE LOS CAMPAMENTOS
I
AMBIENTE.
Ayer recordé aquella película de mi época estudiantil, La Noche de los Lápices de Héctor Olivera, sobre la represión a los estudiantes en Argentina a finales de los setenta. La vi con mis amigos del grupo de acción popular OASIS. Tomando cervezas, nos abrazábamos y llorando entonábamos el canto, como homenaje a nuestros compañeros del sur a quien no conocimos. Hoy la escucho nuevamente. La que cantan en la película los jóvenes presos de Sui Generis… Revivo aquellas palabras, aquél dolor de Pablo: “Claudia cántate algo, por qué no cantas con María Clara…” Y amarrados, tirados en el piso como perros, como mis muchachos de hoy, inician el canto “Hubo un tiempo en que fue hermoso  y fui libre de verdad, guardaba todos mis sueños en castillos de cristal…” Jamás en mi vida pensé que aquello que me conmovió cuando yo era un joven cargado de ilusiones, retornara no como una metáfora de lo que no debe ser, sino como un acontecimiento de mi existencia, con los rostros como el de esa linda niña Sairam Rivas quien esta detenida… como la de tantos otros… Vaya mi único llanto y aliento a la lucha, se les ama….
II
La madrugada del 8 de mayo será uno de los días históricos de la lucha del movimiento estudiantil venezolano. Para el gobierno que preside Nicolás Maduro, será el día de la vergüenza latinoamericana. No hay registros en la historia política venezolana de una agresión al movimiento estudiantil de tal naturaleza, en un mismo día, en un sitio específico y a una hora determinada. El gobierno actuando como en las peores dictaduras latinoamericanas, realiza un operativo militar, sin presencia de ningún organismo público, sin fiscales, sin notificación, de madrugada y detiene, según las cifras oficiales, a 243 estudiantes. Los dirigentes estudiantiles afirman que fueron apresados cerca de cuatrocientos estudiantes. La referencia más cercana a una acción similar fue en el allanamiento de la UCV en 1969, que según Últimas Noticias del 2 de noviembre de se año, reseña que fueron apresado más de cien estudiantes, y durante los tres meses siguientes asesinaron seis estudiantes, 25 heridos y apresaron a cuarenta estudiantes más, según reseña la prensa de la época, en todo el país.
Ayer logró filtrar a las redes sociales un video realizado por una estudiante de la Universidad Católica del Táchira que se encuentra hospitalizada porque de la golpiza que le dieron tiene problemas en el riñón, no puede orinar, donde evidencia que se encuentra esposada como una delincuente común. Quien me lea o que observe esos acontecimientos en la Venezuela actual, no debe sorprenderse, porque según nuestro máximo tribunal en sentencia del 24 de abril del presente año, quien realice una protesta pacífica sin notificación y sin autorización, es un delincuente. Las autoridades de los cuerpos represivos del estado violan los derechos humanos de los estudiantes  amparados por una interpretación vomitiva de la ley.  
No basta repudiar la actuación autoritaria, arbitraria y militarista de los cuerpos represivos del estado. Es hora de actuar. Extraordinaria actuación, digna de resaltar y felicitar, es la realizada por los diputados de la movida parlamentaria, quienes se ofrecieron como fiadores de los adolescentes, menores de edad, que estaban privados de su libertad y no eran liberados hasta conseguir cada uno tres fiadores que tuvieran un sueldo por encima de 100 unidades tributarias. El movimiento estudiantil está convocando a una gran marcha nacional para solicitar la liberación de sus compañeros y se están reuniendo en las distintas casas de estudios para construir sus planes de acción frente a esta flagrante violación de los derechos humanos.
La pregunta es cuáles acciones, actividades, plantearan a la sociedad, a las comunidades nuestros partidos políticos, nuestra dirigencia, ¿cuál es el plan de acción frente a esta arbitrariedad? Se les llama dirigente porque asumen la conducción política., la Noche de los Campamentos, no puede ser sumado como un acontecimiento más de los pequeños excesos del gobierno. Hay que medirlo y evaluarlo en el contexto político que sucede. La lógica sistemática del gobierno es una condena a toda forma de lucha. Se trata de aplastar la disidencia. La estrategia del gobierno, encabezada por el Ministro responsable de las violaciones de los derechos humanos desde el 12 de febrero hasta el día de hoy, ahora pretende construir una campaña contra los jóvenes, ahora no son terroristas sino narcotraficantes y drogadictos.
La impericia discursiva de nuestra dirigencia opositora cae una y mil veces en la trampa de condenar forma de lucha y no en explicar que las formas de lucha dependen de los objetivos que se quieren alcanzar. Cuando se condena, en términos generales las formas de lucha, la población queda sin instrumentos de acción para confrontar el poder de un gobierno profundamente autoritario cuya máxima expresión es la transformación de un derecho civil y político en un delito.
La discusión con relación a las formas de lucha contra este gobierno no se ha dado en los términos adecuados. De manera reiterada como unas carmelitas descalzas viven exhortándole a la oposición deslindarse de la violencia en la misma medida que practica el terrorismo de estado. Yo desearía debatir con cualquier intelectual o funcionario del gobierno, no con militar o exmilitar gubernamental, no son dignos de mi palabra, sobre las formas de lucha social.  Empezando por la guarimba, forma de lucha que de manera reiterada y pública me opuse, no porque la considere maligna, no porque considere que eso fomente la violencia, sino por inadecuada para el momento en la que se planteó. Porque al parecer se le olvidó al gobierno que esa forma de lucha es clásica de los movimientos sociales progresistas en América Latina. ¿Acaso creen que toda la oposición es una parranda de desinformados o  que las formas de luchas son buenas porque las usan unos y no otros? Quisiera discutir sobre formas de lucha, movimientos sociales, en Venezuela, en América Latina y la actuación gubernamental. Quisiera discutir sobre movimientos sociales frente a los aparatos represivos del estado. Quisiera discutir porque me siento absolutamente seguro que sin usar ni un argumento de la tradición liberal, sólo con argumentos propios de la tradición de las izquierdas latinoamericanas, con una evaluación de las políticas económicas actuales, comparadas con las políticas neoliberales que se realizaron en la década de los ochenta, los derroto una y mil veces, los revuelco argumentativamente.
La importancia de esa discusión no es sólo por una disputa argumentativa, de coacción sin coacción con el mejor argumento, como postula Habermas, sino porque en la hora actual venezolana se condena en la práctica todo tipo de forma de lucha y no siendo esto suficiente, se condena jurídicamente las formas de lucha pacífica a través del TSJ, en una interpretación ad hoc para tratar de resolver la profunda crisis económica y política por la que atraviesa Venezuela. Es vital para el movimiento opositor confrontar discursiva y en la práctica esta pretensión totalitaria.
Dentro de las tradiciones políticas donde hay una extensa literatura sobre formas de lucha y movimientos sociales en América Latina es en la izquierda. Muchos de los que hoy por su silencio, por su palabra o por sus acciones, avalan las acciones militaristas, formaron parte del debate nacional e internacional sobre las formas de luchas y en la década de los sesenta, setenta y parte de los ochenta, la discusión no era si guarimba o diálogo, sino lucha armada en sus distintas modalidades como guerra de guerrillas, como guerrilla urbana con movimiento popular o movimientos sociales, lucha popular sin armas, donde lo más inocuo, lo más light, casi lo insulso eran las barricadas, guarimbas, con quemas de caucho en las avenidas. Los come flores eran los que se planteaban marchas, autorizada o no… ¿De qué carajo estamos hablando, entonces?
Pero es muchísimo más relevante e importante que discutir con el gobierno el asunto de las formas de lucha, que la oposición, su dirigencia, piense sus formas de lucha en todos los terrenos, por ejemplo, es incoherente en términos de formas de lucha que la MUD haya realizado un excelente documento a propósito de la consulta, donde revierte la interpelación hacia el gobierno y, un miembro, el líder de la MUD, Henrique  Capriles, afirme en las redes sociales, justamente el peor día para la educación, donde había sucedido la Noche de los Campamentos, el día que suspendieron a directores de colegio por participar en acciones política que él invita a participar en la consulta. No entiendo. ¿Capriles es de la MUD? O  decidió actuar políticamente solo. La otra alternativa, muchísimo más incoherente que las acciones que se fundamentan a partir de ese extraordinario documento es participar en la consulta. Eso sería una extraordinaria mamadera de gallo, una falta de responsabilidad política entre lo que se dice y lo que se hace descomunal, inapropiada, inconsistente y contra producente para el momento histórico que se vive. Estos asuntos no son detalles, por decisiones como esta es que los horizontes de lucha se desdibujan y genera desorientación y eso conduce inevitablemente al naufragio.
Acordar sobre las formas de lucha no es solamente un asunto de movilización y consignas, se trata de orquestar los movimientos gremiales, comunitarios, a través de propuestas concretas pertinentes para su sector, se trata de una dotación discursiva apropiada al contexto y a la circunstancia en la que se vive.   Este asunto es crucial en la situación actual. La Noche de los Campamento, es un llamado ensordecedor a la dirigencia para la organización de las formas de lucha.
Jonatan Alzuru Aponte
Miércoles 9 de mayo de 2014

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