¿CÓMO SE RESOLVERÁ EL
CONFLICTO?
Jonatan Alzuru Aponte
La verdad, pienso que es un
desacierto, de algunos de nuestros dirigentes en apostar cómo se resolverá el
conflicto, sin ni siquiera haberlo iniciado. Desde el 2017, nuestra fuerza ha
estado replegada por el fracaso que sufrimos en la última confrontación con el
gobierno, causada por los desaciertos, de nuestra dirigencia en la conducción
en su momento álgido y en las tomas de decisiones individuales sin pensar en la
totalidad; eso produjo una profunda división de nuestra dirigencia, un
repliegue de la fuerza y una profunda desesperanza en el pueblo.
En los actuales momentos, apenas
nos estamos sentando, para reagrupar las fuerzas, tratando de configurar una
agenda de lucha que sabemos que puede iniciar el 10 de enero, si todas las
fuerzas sociales y políticas contribuyen; pero no sabemos cómo será el
desarrollo, las contingencias que se presentarán ni cuánto tiempo duraremos;
tampoco sabemos cómo reaccionará el gobierno en su conjunto… se intuye, por
experiencias pasadas, pero sabemos que ellos tienen asesorías internacionales
de máxima experiencia para someter a los pueblos por décadas y sin lugar a
dudas deben estar preparándose, disciplinadamente,
en cómo actuar en cada escenario…
Si se justiprecia lo expresado
anteriormente es un error táctico de un dirigente, llámese Capriles o quien sea,
en la circunstancia actual, en este momento, cuando se empieza a organizar la
lucha, definir el cómo terminará y ahondar en el final sin saber ni siquiera si
tenemos fuerza suficiente para iniciarlo. Solo palpemos nuestras familias y nuestras
comunidades en el día de hoy; su única preocupación, lógica y comprensiblemente,
es cómo sobrevivir a la hiperinflación, sin ánimo de apostar y sin esperanza. Hay
que tener criterio de realidad, Es el primer y más grande escollo que tenemos
antes del 10 de enero. Generar el clima que sí se puede, que es posible y que
vale la pena apostar; que confiemos nuevamente en la dirigencia en los nuevos
que surjan o en los anteriores, pero pidiéndoles que estén a la altura de las
circunstancias, como lo expresó el Padre José Virtuoso en el Aula Magna, es la
tarea de todos en los días que preceden a la hora cero para ver si se inicia la
confrontación masiva contra el régimen.
Venezuela no es Chile, ni
Argentina, ni Brasil, ni Nicaragua, ni Uruguay, ni Cuba en ningún momento de su
historia… tenemos unas realidades específicas. Transformar un deseo de cómo se
resolverá el conflicto contra la dictadura, en un plan de acción, es empezar
por el final y eso es lamentable que suceda no en una persona que opina, como
yo o cualquiera que escriba en las redes sociales, sino en líderes que son
fundamentales para la dirección de las acciones que se deben realizar como
pueblo organizado, para enfrentar al régimen despótico, el próximo año.
El déspota negociará si está arrinconado de forma
inteligente por parte de la oposición. Ni siquiera nuestra dirigencia se pone
de acuerdo en la agenda propia, en un discurso que amalgame, entusiasme y vamos
a soñar con el final... Vivamos el hoy. Lo real es generar un clima donde se
articulen las fuerzas políticas y sociales y que todos acompañemos como un solo
cuerpo... Eso hoy... Mañana no sabemos... Dios quiera que sea así, pero es
absurdo discutir el final si no hemos iniciado... Empezar por el final es el
peor error en un juego cualquiera... pensemos en el ajedrez, en el fútbol o
revisemos cualquier historia dictatorial y es la circunstancias que van
marcando las tácticas en cada momento con una estrategia general de acción.