martes, 30 de junio de 2015

ROJAS GUARDIA: TRÁFICO DE LA AMISTAD



ROJAS GUARDIA: EL TRÁFICO DE LA AMISTAD
El sábado 27 de junio en el desayuno, Armando Rojas Guardia, me dijo: Ayer llegué a la habitación, me recogí un rato en oración y le dije Señor, valió la pena haber vivido.
Las palabras de Armando refleja la calidad afectiva, emocional e intelectual con la cual se desarrolló todo el evento. Pero la fiesta en clave de una política de la amistad hizo que todos los que participamos literalmente nos sintiéramos en un baño de Gracia. El evento se inició con la mesa de ponencia sobre Tráfico, participaron Luis Alberto Bracho, Ernesto Pineda y Jonatan Alzuru.  De forma inmediata Gonzalo Ramírez presentó el poemario de Miguel Márquez “Campana en el fondo del río” y el poeta leyó algunos poemas. Ese ambiente permitió que sin pausa,  con emoción, Diómedes Cordero presentara  a los poetas  que leyeron bellísimos poemas, participaron: Harold Alvarado Tenorio (Colombia), Jesús Montoya, Luis Moreno Villamediana y Armando Rojas Guardia. Finalmente los amigos le hicieron el homenaje a Rojas Guardia con sendas ponencias, participaron: Alberto Márquez, Luisa Helena Calcaño, Gonzalo Ramírez, Miguel Márquez, Alejandro Sebastiani Verlezza y la ponencia de Rafael Castillo Zapata fue leída por Pausides Reyes.  Se culminó el día con el bautizo del libro: Los Tejidos de Armando Rojas Guardia, editado por Bid y Co, y estuvo coordinado por Pausides Reyes y Bernardo Infante Daboín, gerente de la editorial, miembro de nuestra comunidad intelectual, a quien agradecemos su apoyo en la distribución y circulación de nuestras ideas.
El diálogo, desde la diferencia, a propósito de la interpretación de un texto como fue el Dios de la Intemperie que en mayo cumplió 30 años de su publicación y de la interpretación de un acontecimiento cultural como fue  el Grupo Tráfico y su “Sí, Manifiesto”, hizo que la comunidad intelectual institucionalizada cumpliera con el rol que le corresponde en cualquier sociedad, ser ejemplo del espacio donde se celebran las diferencias y el debate riguroso de las ideas.
El evento se desarrolló en el marco de la Feria Internacional del Libro Universitario.  El esfuerzo de diálogo institucional, que es responsabilidad fundamental de las universidades, además de la promoción de prácticas culturales, se manifiesta en el trabajo conjunto entre Pausides Reyes, Director de Cultura del Estado y José Antonio Rivas Leone, Director del Consejo de Publicaciones de la ULA y Coordinador General de la FILU.  Eso permitió que en la semana de la Feria se le rindiera homenaje a cuatro intelectuales dos propuestos por la ULA: Carlos Chalbaud Zerpa y José Manuel Briceño Guerrero y dos propuestos por la Fundecem: Ramón Palomares y Armando Rojas Guardia.  En el caso específico del homenaje a Armando Rojas Guardia trabajaron cooperativamente el Director de Cultura de la ULA Mauricio Navia y el Director de Cultura Pausides Reyes.
Finalmente, les informamos que la asistencia superó nuestras expectativas, más de doscientas personas, estudiantes, profesores, poetas… A veces, los poetas, los escritores, los intelectuales no tienen cómo calibrar el efecto de sus palabras en los otros; este evento, de una sensibilidad radical, sirvió para decirle a los de Tráfico y, en especial a Armando Rojas Guardia, Venezuela les agradece su poesía.
Saludos.


sábado, 20 de junio de 2015

TE INVITAMOS A LA FIESTA DE LA PALABRA



TE INVITAMOS A LA FIESTA DE LA PALABRA
Amigos/ amigas, el próximo viernes 26 de junio en el Centro de Convenciones Mucumbarila (Mérida), a partir de las tres de la tarde se realizará foro sobre Tráfico y un Homenaje a Armando Rojas Guardia, gracias a la gestión y coordinación del amigo Pausides Reyes (Director de Cultura del Estado Mérida)y el apoyo de Mauricio Navia (Director de Cultura de la ULA).
Hoy, queremos darte una GRAN NOTICIA, esa gran fiesta será publicada en la Revista Digital de Cultura de la UCV que dirige el amigo José Rafael Herrera (Director de Cultura de la UCV). En ella leeremos las ponencias de: Álvaro Márquez, Luis Alberto Bracho, Gonzalo Ramírez, Alberto Márquez, Luisa Helena Calcaño, Alejandro Sebastiani Verlezza,  Miguel Márquez, Rafael Castillo Zapata y Jonatan Alzuru. Se podrá leer una selección de poemas y fragmentos de ensayos de Armando Rojas Guardia
La Revista de Cultura de la UCV  en su relanzamiento ha optado por hacer números dedicados a pensadores clásicos o contemporáneos de la cultura occidental, así como artistas venezolanos y latinoamericanos.  La próxima publicación, por ejemplo, su dossier, será en homenaje a una joven artista venezolana, Erika Ordosgoitti. Próximamente circulará en las redes sociales.
QUEREMOS HACERTE PARTÍCIPE DE NUESTRA FIESTA INTELECTUAL; INVITARTE A ESCRIBIR SOBRE EL GRUPO LITERARIO TRÁFICO, participa en este festín de ideas y aproximaciones…  
El comité editorial de la Revista de Cultura de la UCV, seleccionará de cinco a diez trabajos, ensayos libres, sobre cualquiera de los poetas del grupo Tráfico o sobre el grupo en general,  sabiendo que el personaje central del dossier, será Armando Rojas Guardia.  
Características del ensayo: entre cinco a diez cuartillas, letra Arial 12, a doble espacio y la utilización de las normas APA para la citas.
LA FECHA LÍMITE PARA LA ENTREGA SERÁ EL 20 DE AGOSTO DEL PRESENTE AÑO.
Nuestra comunidad intelectual, con este esfuerzo interinstitucional, lo que pretende no solo es realizar eventos formativos, sino también abrir múltiples espacios para la difusión y discusión de las ideas, para la aproximación de temas o problemas, desde múltiples perspectivas, celebrando la diferencia y el debate riguroso de las ideas.
Deseamos que participes… apostamos con toda nuestra voluntad al diálogo y al debate…  Tu palabra es importante…
Ayúdanos difundir la noticia… La cultura es el soporte espiritual de una comunidad, de una nación, de un pueblo…  trencemos las amarras… 

 PROGRAMACIÓN VIERNES 26 DE JUNIO DE 2015

Enviar los ensayos a: jalzuru@gmail.com

VIERNES 26 DE JUNIO
3: 00 pm. Foro sobre Tráfico.
Lugar: Salón Ramón Palomares.
Ponentes: Álvaro Márquez Fernández, Luis Alberto Bracho y Jonatan Alzuru.
Moderador: Gonzalo Ramírez.
Presentación del poemario  de Miguel Márquez, Campana en el fondo del río. Edt. Fundecem.
5:00 pm Foro Homenaje a Armando Rojas Guardia.
Lugar: Salon Grandes venezolanos, FILU
Ponentes: Alberto Márquez, Luisa Helena Calcaño, Miguel Márquez, Alejandro Sebastiani Verlezza y Rafael Castillo Zapata.
Moderador: Diómedes Cordero.
Lectura de poemas: Armando Rojas Guardia.
Presentación del libro:  Los tejidos de Armando, (Comp)  Álvaro Márquez Fernández, Pausides Reyes y Jonatan Alzuru. Edit. Bid & Co. 


Saludos a todos.

lunes, 1 de junio de 2015

LA FUERZA DEMOCRÁTICA ES DIVERSA



LA FUERZA DEMOCRÁTICA ESTÁ EN LA DIVERSIDAD POLÍTICA
Jonatan Alzuru Aponte
1.- La Mesa de la Unidad es un espacio de coordinación de acciones entre diversos partidos políticos y movimientos sociales.
2.- La Mesa de la Unidad es un espacio de acuerdos estratégicos que deben ser impulsados por todos sus miembros. Tales acuerdos estratégicos deben estar acompañados, por acciones prácticas unitarias, que deben ser respaldadas por todos, cuando la coyuntura lo exija. Pretender transformar lo coyuntural en acciones permanente es desvirtuar el sentido de la Mesa. Y, lo peor, es un desgate político tanto de los partidos que la conforman como del movimiento opositor en general.
3.- Es absurdo transformar a la Mesa de la Unidad en un partido político y solicitarle, desde la perspectiva de la opinión pública, que actúe como tal.
4.- Es descertado que la Mesa realice pronunciamientos a favor o en contra de las acciones políticas que promueva cualquiera de sus miembros. No es su objeto ni es su sentido. Lo que debe promover es que todos sus miembros realicen distintas y diversas tipos de protestas, pacíficas, democráticas, constitucionales. Igual que buscar consenso en momentos electorales o articular portestas consensuadas de forma coyuntural y no permanente.
5.-  Insisto.Hay acciones políticas de la oposición que requieren del concurso de todos, para ello está la Mesa de la Unidad.  Las elecciones, por ejemplo o algún tipo de protesta, muy específica, que  se coordine entre los diversos. Coordinar significa establecer el objetivo, forma, mensaje, responsabilidades, tiempo y evaluación de la protesta con miras a profundizarla o detenerla, avanzar  o suspender las acciones.
6.- El error que hemos cometido desde la perspectiva de la oposición,  es la transformación de un espacio de coordinación política como es la Mesa de la Unidad en un partido político. El lenguaje, el discurso y la actitud de la dirigencia es vital para corregir este error de perogrullo.
El no explicarlo de distantas maneras y formas, genera que el ciudadano común y la opinión pública sientan que toda acción debe ser unitaria, acompañada por todos; porque de lo contrario, no avanzamos.
Es responsabilidad de la dirigencia que conforma a la Mesa de la Unidad y del resto de los dirigentes opositores orientar a este respecto a la opinión pública. Quien dirige orienta.
7.-  En la oposición hay  una riqueza política en su diversidad: miembros de derecha, de centro izquierda, de centro derecha, de izquierda, los que no se ubican en ningún lado, los ecológicos, las asociaciones concentradas en asuntos específicos de lo social, evangélicos, católicos, judíos, musulmanes, ateos, etc.  Pero, en términos prácticos, en términos de las acciones políticas, tal fortaleza no se ha aprovechado; por el contrario, se insiste y se reitera en el error de querer amlagamar, con un mismo lenguaje y formas de actuar, a todos.  Donde las agrupaciones, partidos, movimientos e individualidades, deben dejar de ser lo que son, para aparentar lo que no son.
8.- La diversidad de partidos políticos y movimientos sociales es un fortaleza, no una debilidad. Asumir tal postulado implica que es deseable, recomendable, que cada partido pueda impulsar acciones que no requieran ni la participación de todos, ni el trabajo coordinado con el resto. Sería excelente que cada partido, movimiento social, desarrolle de forma autónoma, sus propios cursos de acción política. La unidad estratégica no supone unidad en todas las tácticas y formas de lucha. 
9.- Es sano para el fortalecimiento de la experiencia democrática que los social cristianos, social demócratas, los socialistas, los movimientos civiles, los movimientos comunitarios, lo sindicatos, agrupaciones, impulsen acciones por separado, con sus lenguajes y sus estilos… Ninguno tiene por qué pedirle, obligatoriamente, al otro dirigente o partido que lo acompañe…  Es deseable y sano que realice su acción con miras a fortalecer a su partido, a su movimiento y a sus líderes… Que su trabajo sea coordinado con las bases locales, municipales, estadales, regionales o nacionales.
10.- Al igual que la dirigencia, el ciudadano común quien no está organizado, quien no pertenece a ningún movimiento específico, no tiene por qué participar en toda protesta… Eso es un desgate de las fuerzas opositoras inncesarias. El ciudadano seguirá la protesta y las actividades  con la cual se sienta más identificado. No es recomendable que asista a toda protesta.  Dejaría de atender su cotidianidad, se fatiga y cuando realmente se requiere su presencia en una acción unitaria, entonces, no tiene la fuerza requerida para la acción.
 El mensaje debe ser claro al ciudadano. Es imperioso que participe en la acciones de coordinación unitaria y participe en las acciones de movimientos o partidos políticos que usted considere pertinente.
11.- Es un error grave, una confusión de peras con manzana, transformar la protesta en una medición de fuerza electoral bien sea entre los miembros de la Mesa de la Unidad o la oposición como conjunto contra el gobierno. Una marcha bien planificada, con unos discursos específicos, por ejemplo, sensibilizar al ciudadano a propósito de una situación específica, puede ser absolutamente exitosa y no ser multitudinaria. ¿De qué depende la evaluación? Del objetivo político. Por ejemplo, cuando una marcha transforma una consigna, un lema que resume una idea y unas acciones políticas, en un debate político nacional, podemos decir que si ése era el objetivo, entonces,  fue exitosa. Una buena protesta no es una medición electoral.
12.- La protesta a mediano y largo plazo se mide por los efectos que provoca en quien tiene el poder. Si se logra detener, acelerar y/o cambiar una decisión del poder. Hay marchas multitudinarias que no mueven ni un ápice las decisiones más elementales de los poderosos, otras que han generado un cambio de gobierno; hay huelgas de hambre que no conmueven a quien tiene el poder; en cambio otras,  han detenido a imperios.  Allí, nada está escrito de ante mano. Siempre es una evaluación en circunstancia.
13.- Lo aconsejable es múltiples, variadas, profusas  y constantes acciones de cada partido político o movimiento social y pocas, pero contundentes, acciones concertadas. Hay partidos políticos de cuadro que no tienen fuerza para realizar una convocatoria de masas, pero pueden diseñar protestas puntuales efectivas por las redes sociales, ubicando dentro de un sector social a unos interlocutores específicos, por ejemplo.
14.- Es aconcejable que dirigentes nacionales o locales que no se identifican con ningún partido, pues que convoquen a actividades de protesta a su sector de la forma que quiera, a través de los medios que pueda y asumiendo la responsabilidad de la conducción.
15.- Es absolutamente errado pronunciarse, siendo dirigente de alguna organización de la oposición en contra de una acción política de protesta que sea impulsada o promovida por uno de los partidos o movimientos sociales de la Mesa de la Unidad. Incluso, es desacertado, errado, contraproducente, por parte de los dirigentes, publicitar que el partido o movimiento social al que se pertenece no asistirá. El silencio es una acción prudente y políticamente correcta. El respeto a las iniciativas políticas por parte de la dirigencia no supone participar en ella; pero tampoco supone oponerse a ella y, mucho menos responsabilizarse por ella. Cada miembro debe responsabilizarse por sus acciones.
16.- La Mesa de la Unidad debe promover la diversidad de cada uno de sus miembros; allí está la habilidad política de quien los coordina.
17.- Sería errado obligar o solicitarle a todos los partidos o movimientos sociales que se adhieran a una acción política que alguno de sus miembros impulsa. Más bien, la fuerza y el poder de convocatoria es asunto de quien promueve la acción. Ni siquiera el éxito en una acción política  por parte de uno de sus miembros debe implicar que todos deben seguir a tal partido o movimiento. La fuerza de la Unidad, está en la diversidad.
18.- Una buena acción política, en este caso, una protesta exitosa de cualquiera de los miembros de la Unidad, puede implicar que el resto o una parcialidad de los dirigentes se sumen a la actividad o a las siguientes actividades, pero no debe ser obligatorio. Cuando se sumen todos a una iniciativa particular, no debe ser ningún acontecimiento que debe extrañar a nadie, ni tampoco debe ser un momento para asumir que el acertado debe transformarse, desde ese momento,  en adelante, en el decisor de las acciones colectivas. Las acciones colectiva se dan en concertación en la Mesa de la Unidad.
19.- Lo que si es necesario que todos los de la Mesa de la Unidad feliciten, aupen y reconozca cuando alguno de sus miembros realizó una acción políticamente acertada. Una buena marcha, por ejemplo; no hacerlo o hacer silencio y no felicitar, es un arma para el gobierno.
20.- En el ámbito de la protesta los límites no los pone ni el gobierno ni los compañeros de la alianza; allí está la constitución y los acuerdos internacionales que limitan el accionar de la protesta… Dentro de ese marco jurídico hay un caudal de posibilidades, múltiples ríos, múltiples aguas….  Que cuando se unen pueden generar un torrente gigante….

lunes, 4 de mayo de 2015

EL DISLATE DE PRESENTAR LA FILOSOFÍA



EL DISLATE DE PRESENTAR LA FILOSOFÍA
Jonatan Alzuru Aponte (03-5-2015)
Era de tarde. Un sol inclemente. Estaba en su biblioteca llamada Babel. Al parecer, con el nombre, quería hacerle un homenaje al creador de las bibliotecas. Sentando en su escritorio, labrado en madera al estilo Luis XV, encontró el enigmático libro, La filosofía en Borges, descuidado e impúdico en uno de sus bordes. Su autor fue un profesor muy famoso quién se caracterizaba por descoyuntar a sus interlocutores en la prensa nacional. Siendo estudiante escuchó su voz, la del pensador Nuño, sin entender por qué reían los asistentes a la conferencia que se dictaba en el aula 217 de la Escuela de Filosofía de aquella Universidad; ésa, la que siguió el rigor medievalista de entender como su destino a los libros y a las bibliotecas; donde la vida, no el vocablo vida sino la vida, era un concepto, una palabra como el ser, una curiosidad más del laboratorio del pensar y nada más…  el término vida solo era escuchado, a veces, cuando por fortuna, una contingencia deslizaba la palabra vida en alguna página extraviada de algún oscuro tratado de filosofía alemana. Desde aquél entonces, sabía que algún día tenía que enfrentarse con aquella risa, la del ponente Nuño y la de los estudiantes y profesores asistentes a la conferencia en el aula 217. La risa como destino, como desafío, como descuadre de la diferencia y la repetición.
El libro La Filosofía en Borges de Juan Nuño, resaltaba en la mesa porque era de una exquisita extravagancia. Valga una curiosidad bibliográfica o de dislate político tal vez; el libro fue impreso en un extraño país, donde todos estaban profundamente educados y no existía ni un ser humano sin saber leer y escribir, pero jamás habían visto una hoja de papel; quizás por su afán ecológico eran incapaces de cortar un árbol para producirlo; porque en ese mundo, en ese país extraño, nada de la tierra era considerado como materia prima para producir; o, tal vez, precisamente, por lo contrario, porque detestaban profundamente a la naturaleza y era indigno extraer algún producto de ella; aunque algunos inquisidores hablaban de la brujería de los poderosos en la transformación de un tal oro negro en billetes verdes que por arte de magia nadie es capaz de tener ni de mirar, porque según dicen, era un privilegio de los poderosos, de los magos alquimistas, poseer aquellos papeles verdes, que era el único tipo de papel existente en el país extraño que ninguno de sus mortales veía; dicen que, al parecer, la secta dirigente consideraba pecado tan solo ver, oler o sentir el oro negro o el papel verde. De allí lo extravagante o el dislate político de la edición de un libro en aquel país. Lo cierto del caso es que el libro estaba allí y fue publicado en ese país, donde no existía el papel, y donde emulaban, hombres y mujeres, todos, como un coro de ángeles, a la pequeña Venecia del siglo XV, porque su nombre era su destino.
Vio el libro y resonó aquella escena cuando tenía veinte años escasos, cuando no entendió la risa que provocaban las palabras de Juan Nuño y recordó que no tuvo la dicha ni la desdicha de participar en sus clases y sabía, además, que su destino era cumplir la Maldición de Tántalo. Estaba destinado atrapar lo inatrapable, comerse aquel manjar, imposible de asir.
Abrió con rigor milimétrico, suave y estrictamente disciplinado, el libro, y en la hoja señalada había una nota amarillenta, escrita quizás por el editor o tal vez por el propio Nuño, jugando una vez más con las imposibilidades de lo real que decía: Cumplo con el deber de informarle que debe presentar el texto que tiene entre sus manos siguiendo la recomendación de Pierre Menard, como usted sabe, él afirmaba que “censurar y alabar son operaciones sentimentales que nada tiene que ver con la crítica.” Debe afinar su ojo con precisión y  aclarar, lo que dijo el autor de la Filosofía -(quisiera decirles que eso me extrañó en la nota; no decía el autor de La Filosofía en Borges, sino de la Filosofía, en mayúscula; tal vez fue un olvido, pero también… no sé… o tal vez es una posibilidad para mostrar que aún cuando todo está dicho siempre es posible crear, porque el autor de la nota de inmediato citó un fragmento de Nuño a propósito de Borges… ese estilo me hizo sospechar que quizás fue Borges el autor de aquella cita, porque Juan Nuño era un filósofo y, por lo tanto, incapaz de jugar con las temáticas filosóficas como si fuesen un cuento de Borges; la otra posibilidad era que la hija o el editor hubiesen intervenido el libro de Nuño, para que quien lo leyese no encontraran al frío epistemólogo sino al novelista, al exquisito creador de ficciones filosófica y el autor de la nota, entonces, la hija de Nuño o el editor, citaban del libro, en su nota, precisamente, lo que ellos habían insertado en el ensayo del filósofo al mejor estilo de la hermana de Nietzsche con el libro póstumo, la Voluntad de Poder, que se le atribuye al pensador alemán… Esa posibilidad, que me gustaba por lo deliafiallesca, la descarté de inmediato; porque un amigo bibliotecario, contrastó la edición con la mexicana y la española y, efectivamente, Nuño había escrito eso que citaba  quien escribió la nota en la hoja amarillenta… Asunto que generará un gran problema a los estudiosos de la crítica filosófica o literaria; porque aquella cita que aparecía en la nota, y era fidedigna del autor Juan Nuño, implicaba que el libro dejaba de pertenecer de forma inmediata al conjunto de libros configurado por críticos, filósofos, pensadores que escriben sobre creadores; la cita excluía al libro de esa categoría; porque a partir de ella, de la cita, el libro, más bien, se transformaba en una narración donde su autor era un creador que interviene la creación de otro creador, para configurar su propio mundo… pero no les distraigo porque la nota dentro del texto es el mandato de mi vida y en realidad es lo que debo comunicar)- Repito, la nota decía: Debe afinar su ojo con precisión y  aclarar lo que dijo el autor de la Filosofía; de inmediato el autor de la nota cita al libro de Nuño: “De ahí que hablar es incurrir en tautologías… Indefectiblemente, el relato de Borges sobre la Biblioteca, y aún este pobre comentario, se encuentran en la Biblioteca de Babel” (p.89)
Borges describe una biblioteca que contiene su ficción y Nuño se sabe dentro de aquél universo “y aún este pobre comentario, se encuentran en la Biblioteca de Babel”, por ello sabe que su comentario es pobre, porque no puede decir nada que no esté dicho y sin embargo lo realiza porque que cabe la posibilidad, quizás remota, pero posibilidad al fin y al cabo, que la obra de Borges y su comentario copulen como un evento prescindible, como el Quijote de Cervantes para Menard… y… desde esta perspectiva, lo que escribe Nuño es una ficción atrapada en otra ficción… pero…
Siempre hay un pero… Nuño está dentro y fuera de la biblioteca, sostengo yo, a pesar del criterio del autor, porque él tenía el don reservado a los dioses, el de la ubicuidad; da cuenta de la biblioteca desde adentro, experimentándola; y desde afuera, contemplándola… de allí que es imaginable que fuese él quien escribiera la nota, el mandato dentro del libro que me obliga a presentarlo; porque en su libro no se limita al juego epistemológico de explicar las condiciones, posibilidades y límites de lo escrito por Borges, sino que elige la ficción como otra posibilidad de su propia existencia, de la función de su discurso y la nota bien cabría en ese juego de ficción.
El primer mandato era presentar el libro sin afirmar nada nuevo.  En segundo lugar, no podía ni juzgar ni alabar. Pero la nota no quedaba allí, sino continuaba de la manera siguiente: Estimado amigo –cuando leí aquella palabra, amigo, quedé paralizado porque efectivamente no fui amigo de Nuño, porque la única vez que lo vi no entendía lo que hablaba,  ni por qué reían los que estaban a mi alrededor; incluso, aquella vez dudé que estuviese hablando español, o quizás quería decir, castellano o venezolano… sabía que eran palabras, me sonaban iguales a otras, pero juntadas y expresadas con el énfasis en las diéresis y en  los silencios de los puntos y coma,  me condujeron a pensar o quizás a imaginar que lo que hablaba era griego o latín o una jerga de un romancero español del siglo XVIII… por otra parte, Borges no ha sido amigo mío ni siquiera en los sueños, porque soy del Caribe y mi hablar es ligero y tengo la lengua llena de escorpiones como me dijo el poeta Márquez; además, me bautizó Marco Aurelio y con el único que soñé fue con Aristóteles; tales razonamiento me condujeron a una explicación común pero loable, yo era amigo del editor y fue él quien me dejó las pautas para la presentación del libro en aquella hoja amarillenta. La certidumbre es la condición de la ataraxia. Me tranquilicé. Seguí leyendo.
Estimado amigo, su labor en la presentación del libro es mostrarle a los asistentes que usted no dirá nada nuevo, no alabará ni juzgará como recomienda Menard y justamente allí estará la diferencia; fundamente su afirmación en la proposición del creador de La Filosofía… otra vez eso del creador de la filosofía; ahora pensaba en el irresponsable del editor con esa nota… el muy incapaz no dice el creador de la Filosofía en Borges, sino el creador de la Filosofía… ¡Coño! Dije… casi con la performatividad de la interjección del pueblo Vasco amamantado en Higuerote, si leen esta nota los alemanes seguro cogen tremenda arrechera, porque tanto esfuerzo que hizo Kant, Hegel, Schopenhauer, Nietzsche, Heidegger… para escribir notas a pie de páginas de los presocráticos o de los griegos en general, siendo bondadosos con el pueblo de Hitler y Habermas… y éste, el irresponsable editor, en estos chaparrales, escribe esos dislates, como que Nuño es el creador de la Filosofía, dando posibilidad a los incautos lectores a imaginar… que es posible pensar en el lenguaje deformado del latín, en esta cosa que le llaman el idioma de Cervantes; porque si así fuese… entonces… si es posible pensar es posible crear y tal vez, quizás, solo tal vez, cabría la remota posibilidad que Nuño fuese el creador de la Filosofía… ¡No!...¡Por Dios!… Me bañé con agua fría, como recomendaba el manual de psiquiatría de comienzos de siglo.
Horas después seguí leyendo la nota, releí nuevamente el inicio del párrafo que me perturbó: Estimado amigo, su labor en la presentación del libro es mostrarle a los asistente que usted no dirá nada nuevo, no alabará ni juzgará como recomienda Menard y justamente allí estará la diferencia; fundamente su afirmación en la proposición del creador de La Filosofía donde afirma que, cita, cita a Juan Nuño, sí a Juan Nuño, al filósofo, repito donde afirma que: “aun dentro de la más ajustada y exacta repetición (tautología literaria), es posible escribir precisamente lo mismo sin incurrir en el pecado reiterativo… Decir lo mismo, esto es, asumir plenamente la condición tautológica del lenguaje en general y, en particular, de nuestra cultura, para decirlo de manera tal que resulte distinto.” (p. 95-97) Finalmente, le sugiero que se esfuerce por realizar lo que hice. Fui yo quien le indicó a la baronesa la influencia de Nietzsche en la obra del señor Menard; obviamente, Borges al escribir su cuento no tuvo alternativa que manifestarlo y Nuño de reiterarlo. Lo hicieron porque ambos están condenados en la caverna; de allí que los autores hispanos, de alguna manera, participen del antiplatonismo nietzscheano siendo platónicos. Fíjese bien, el creador de la Filosofía describe al argentino como si fuese un reflejo de sí y el creador de Ficciones procura no nombrar al madrileño Nuño -que se refugió en un país cuya vocación era volverse premoderno, aceleradamente, por el puro gusto de llevarle la contraria al tiempo- pero sus rostros se confunden en cada letra, se desdibujan y configuran en otros… Ambos pensadores habitan la caverna y, por lo tanto, están “resignado -como escribe el novelista, es decir, el filósofo-  a morar entre la decadencia sensorial.” (p. 162) De allí que el filósofo Borges y el literato Nuño, lo que relatan no es otra cosa que la condición humana, demasiado humana, de vivir.
Lo más plausible de la nota, en la hoja amarillenta, es que culmina con dos citas consecutivas, sin ninguna idea, oración  o párrafo que las ligue. Están las citas sin religar; la primera tomada de la Filosofía en Borges de Juan Nuño: “No es que haya nada que agradecer a la perspicacia del comentarista el logro de un nuevo matiz, la captación de alguna idea difícilmente perceptible…” (p. 256) y la segunda de Otras Inquisiciones de Jorge Luis Borges: “Tal es, en palabras de su inventor, la doctrina idealista. Comprenderla es fácil; lo difícil es pensar dentro de sus límites.”
A veces, suelen añadir, casi al vuelo de pájaro, quienes cuentan la anécdota del presentador del libro La filosofía en Borges de Juan Nuño y el impacto que tuvo al leer la nota que le ordenaba presentarlo, que no realizó la prescripción después de leerla. Más bien, pidió asilo en una ermita y permanece en silencio; otros dicen que llegó a la Feria del libro, vio a la muchedumbre y salió corriendo y lo atraparon en Macuto, cerca del lugar donde alguna vez había un castillete, y está en Bárbula, imitando a un tal Armando Reverón; algunos afirman que está buscando una caverna a las orillas del río Guaire, otros dicen que nunca leyó el libro y se hizo monje tibetano. La otra versión, quizás la más fantástica e inverosímil, la escuché por boca de mi abuela Palmenia de Aponte, quien afirmaba, con acento yaracuyano, que el muérgano se presentó en la Feria del libro, un domingo cualquiera, tal vez un tres de mayo, no hizo la presentación y leyó la nota amarillenta; haciendo una narración, como si él fuese el autor de aquel relato. 

Nota: El texto fue leído el 3 de mayo de 2015, en la Feria del libro que se realiza en la Plaza Altamira de Caracas, como presentación del libro "La Filosofía en Borges" de Juan Nuño, editado por Bid & Co.