domingo, 16 de marzo de 2014

¿Y LOS DIPUTADOS?



¿DÓNDE ESTÁN LOS DIPUTADOS (A)?
El objetivo específico de mi presente escrito es para exhortar a los diputados de la oposición que asuman su rol en la circunstancia actual  y además, argumentar  la legitimidad y la legalidad de realizar una protesta pacífica  específica, una campaña política, para solicitar la renuncia del diputado William Ojeda a su curul en la Asamblea Nacional.
Los movimientos sociales, las organizaciones civiles, el movimiento estudiantil, de manera específica, y los partidos políticos de la oposición (juntos o por separado, insisto que en estos momentos no es una etapa electoral, por lo tanto, no hay que desesperarse buscando unidades artificiales o pegadas con saliva de loro) deben plantearse cómo iniciar el proceso para resolver el conflicto. El gobierno ha sido presionado y produjo una propuesta, iniciar el diálogo acordando una agenda con las partes en conflicto. UNASUR hizo lo que le corresponde como organismo internacional, no se le puede pedir peras al olmo. Se espera la palabra de la dirigencia de la oposición.
Lo que llamamos conflicto alude a una enfermedad del estado de causas múltiples. Lo más reciente han sido algunas actuaciones de terrorismo de estado, por parte del gobierno, donde hay flagrantes violaciones de los derechos humanos; las actuaciones del ejecutivo mandando allanar sin ninguna orden, impidiendo el derecho a la manifestación pacífica como lo hicieron con los médicos, como lo hicieron con la marcha estudiantil que tenía como fin solicitar la renuncia de la defensora, y, de manera simultánea, descarada y grosera permiten no sólo marcha de sus afectos, sino actuaciones de civiles como si fuesen la autoridad militar, a la vista de todo el mundo, por ejemplo.
También hay situaciones graves que se han sistematizado como prácticas cotidianas, lo que se ha llamado la corrupción de la boliburguesía. No es posible que en Venezuela situaciones como lo que se llamó pudreval, donde se encontraron contenedores llenos de comida podrida, sucedan impunemente. Volviendo a suceder impunemente con los miles de medicamentos vencidos que se encontraron recientemente. Es posible que los jefes de la economía se equivoquen en sus políticas, eso le pasa a cualquier gobierno, lo que no es posible es que estemos en una crisis económica y no estén presos los funcionarios a quienes les entregaron millones de dólares a empresas fantasmas ni tampoco esos empresarios de maletín que nadie conoce. ¿Dónde están los dólares? Es el estribillo que debemos repetir.
Un  equipo de básquet puede hacer falta, hacer trampa, siempre y cuando el árbitro lo permita. ¿Qué sucede cuando hay un mal arbitraje en el fútbol o en el básquet? Lo que suele suceder es que los equipos no siguen jugando, sino que acaban el asunto a golpes. Hasta uno de los equipos que tenía un bello juego en la NBA, como Chicago Bulls tenían a Dennis Rodman. Si el árbitro es un enamorado, apasionado de ese equipo y olvida su papel, Rodman podía terminar reventándole las piernas a cualquier jugador del equipo contrario, mientras Michael Jordan les hacía las cestas. El pueblo, los fanáticos, en un juego mal arbitrado se molestan y, también suele suceder que se caigan a golpes. Nadie disfruta el juego.  El juego se transforma en una pesadilla. El Rodman devaluado del mal equipo gubernamental ha tenido el rostro de algunos guardias nacionales, de sus jefes y de ciudadanos que han actuado a la vista de la guardia nacional como hampones cotidianos (es muy fácil dársela de guerrillero amparado por el estado, atacando a civiles… Eso no es valentía, es una cobardía disfrazada con capucha). Por cierto, hay muchos jóvenes que son capaces de dar la vida por su ideal revolucionario… A ellos, a los honestos,  yo les diría, piensen políticamente, reflexionen individual y colectivamente ¿acaso la vida que ofrecen por un mundo de igualdad y libertad, en este momento defendiendo al gobierno, no será una defensa más bien de una boliburguesía, aquellos tienen la franela roja y el alma verde de dólares?
Pero la responsabilidad más grande de lo que sucede en Venezuela no está en los boliburgueses corruptos y en los malandros que se amparan en el discurso de izquierda para disparar y amedrentar.  La mayor responsabilidad está en los árbitros, en los cinco poderes que configuran el poder moral. Hay que informarles a los países amigos de América Latina y al mundo que la mayoría de los funcionarios que dirigen esos  poderes tienen vencido su período, que otros están por vencerse y que existen unas normas constitucionales para ser elegidos. Que la sociedad venezolana, el pueblo, tiene el deber, la obligación constitucional, de organizarse y presionar a la Asamblea Nacional para que se elijan conforme a derecho.  
Para el chavista de a pie, es vital esto porque le garantiza que sus líderes boliburgueses corruptos no entierren el legado del presidente, llenando sus arcas personales de dólares y reprimiendo a diestra y siniestra al pueblo que hace muy poco creía en el presidente Chávez. Les garantiza la verdadera contraloría social. Les garantiza que el funcionario encargado de una Misión no le cobre un porcentaje por darle un beneficio a los consejos comunales, por ejemplo. Un Poder Moral, mínimamente equilibrado, obliga a quienes están en el gobierno a ejercer con un poquito de decencia, a jugar sin hacer tantas faltas.
La ruta democrática no es un asunto de deseos y buenas intenciones, de un come florísmo idiota, para nada. Se trata de la lucha más digna, más sublime, más difícil que un pueblo da en un momento histórico. Es una lucha donde la organización, la protesta pacífica pero sostenida, con dirigentes capaces generan transformaciones duraderas en la sociedad, para todos los sectores, incluyendo a los adversarios políticos.
Como el asunto del arbitraje político es un asunto clave del juego democrático y los que constitucionalmente tienen la responsabilidad de nombrarlo son los diputados de la Asamblea, entonces, el pueblo no debe esperar que llegue ese día. Estar por encima de la dirigencia, en este momento histórico, es obligarlos a una actuación conforme con lo exige la Ley.
Los diputados del oficialismo actuarán según la línea del PSUV, porque para ellos las otras organizaciones de su alianza cuentan sólo en el papel o para usarlas en elecciones, pero del resto sólo es PSUV, en la designación de los últimos candidatos esa fue la conducta, eso ha sido innegable.  Ellos son representantes de un sector de la población y deben ser responsables ante sus electores de sus decisiones, en primer lugar y ante el país en términos generales. Además es su responsabilidad cómo manejan sus alianzas.
Los movimientos sociales y políticos tienen el derecho y el deber de exigir a sus representantes  diputados que sean sus voceros. Los diputados fueron electos por una comunidad para que los representara.
El caso de William Ojeda es un caso especial. Él no está representando a nadie sino a sí mismo. Es verdad que él puede como cualquier ciudadano cambiar su mirada y enfoque político. Puede arrastrase o no frente a quien sea. Eso es un asunto estrictamente individual. Lo que no es legítimo es que tome decisiones en nombre de un pueblo al cual no representa. Ni los chavista votaron por él, por lo tanto, no es su representante y los que votaron por él, lo hicieron porque se oponía al gobierno, porque esa era la voz que debía y estaba obligado a llevar al parlamento. Como sabemos que el señor es frágil en eso de la dignidad, hay ser fuertes y decididos para solicitarle la renuncia o revocarle el mandato. Su voto en el corto y mediano plazo es vital para el país, para la elección de unos árbitros más equilibrados. Obviamente, el oficialismo le dará todo su respaldo y se rasgarán las vestiduras por ese santo niño de atoche, pero el pueblo venezolano no puede seguir permitiendo que los políticos se burlen de él en su propia cara. Petare no lo puede permitir.
Yo cumplo como ciudadano al realizar mi llamado, hacer mi protesta pública y proponer que se le solicite la renuncia. Será responsabilidad de los partidos políticos, los diputados y coordinadores de movimientos sociales evaluar lo que afirmo e instrumentalizar la acción o no. Yo me responsabilizo de la idea. La ejecución y sus formas es asunto de los responsables del juego político.
La misma valentía que se ha tenido para enfrentar al Gobierno, hay que tenerla para ponerle las pilas, públicamente, a los diputados. Pecar por omisión es hundirnos. Políticamente el pueblo ha demostrado que tiene la altura para comprender las situaciones. La política es un asunto público. Los diputados principales y suplentes están allí para defender una mirada del país. En este juego ellos son el punto más débil de la oposición, porque no sabemos cómo jugarán.
Por eso hay que pedirles, exigirles desde ya, su compromiso público y eso no es palabra, son acciones concretas de información, organización, denuncias… Tenemos un buen sistema de referencia para medir el trabajo de los diputados en la coyuntura actual. En esta circunstancia se agradece, se felicita y enaltece activistas políticos como Julio Coco que sin organización, sin ser de una clase social media ni alta, con mínimos recursos  aporta ideas, buenas o malas, incluso algunas personas podrían pensar que se equivoca, pero esa equivocación es una señal clarísima que está luchando y trabajando… En cambio, los señores a quienes se les paga un sueldo para que hagan ese trabajo, a quien el pueblo le dio su confianza, dónde están… Mi indigestión más grande es el silencio de muchos diputados.
La jefatura política se conquista en la organización del pueblo, no en las oficinas con aire acondicionado. Mi verbo, mi energía será implacable contra los que juegan al diente roto, contra los silenciosos, contra los que se han conformado con migajas, tenemos que empezar a ocuparnos de los vagos e indiferentes diputados sean principales o suplentes que fueron elegidos por la oposición.
Ya está bueno de políticos mediáticos o de la política como negocio. ¿Dónde está el jovencito que llegó a diputado después de ser Presidente de la Federación de la UCV y  que en las últimas elecciones empezó hablar rapidito diciendo que él no estaba ni con unos ni con otros, que no era de la Unidad pero tampoco del chavismo? ¿dónde está en esta circunstancia? ¿En qué calle? ¿Dónde está ese bebé que no me acuerdo de su nombre? ¿Qué le dices al pueblo ahorita? ¿Cómo se protesta más allá de la Unidad y más allá del chavismo? ¡Muchachito es contigo!...  Mientras una madre llora la muerte de su hijo, ¿en qué estas pensando tú…?  Tu tono de voz tenía un aire de los pueblos andinos… Mírale la cara a ese pueblo…  El movimiento estudiantil no afecto al gobierno votó por ti… ¿Qué le dices?... Quiero verte en la calle, organizando, dando la cara, poniendo el pellejo como tantos muchachos inocentes que han perdido la vida… Esa fue la vida que elegiste…  ¿Cuándo vas a empezar a trabajar en serio?
Diputados, diputadas a ustedes se les paga para que luchen, para que trabajen, para que denuncien, para que organicen, para que aporten ideas, para que recojan el clamor de un pueblo… No es caminar detrás de Capriles, ni de María Corina, ni de Ledezma, ni de Leopoldo… Es que caminen ustedes...Ustedes saben muy bien a qué me refiero…

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