Me preguntan que cuál es mi propuesta: ¿Revocatorio, constituyente o
qué?
1.- Respeto profundamente el
ejercicio político. Eso es un arte, requiere entrenamiento. Para plantear con
sentido de realidad hay que estar en las organizaciones civiles o políticas
donde se tiene información suficiente para construir propuestas, madurarla,
proponerlas y ejecutarlas. Ese no es mi caso, actualmente. Yo estoy compartiendo
mi posición con respecto a lo que acontece, como cualquier venezolano que se
responsabiliza por sus acciones en la calle y en las redes sociales, no dirijo a
nadie. A veces comparto mensajes e ideas de otros, pero prefiero
responsabilizarme con lo que yo digo en las redes sociales.
2.- Me he referido a esas salidas
políticas porque Antonio Ledezma, Maria Corina Machado y Leopoldo López las han
propuesto. Sin embargo, para llevarla a cabo con éxito se requiere un proceso
de organización, donde el árbitro es sustancial, por ello he considerado que si
se entiende lo que están proponiendo, entonces,
un objetivo concreto es el CNE. Ahora
bien, son ellos quienes deben explicar lo de la constituyente o lo del
revocatorio. Han dicho claramente que la propuesta se enmarca dentro de la
constitución, entonces, allí se establecen unos tiempos y unos procedimientos.
Embarcarse en cualquiera de esas dos rutas será responsabilidad de los partidos,
movimientos sociales, comunidades organizadas y cada quién tomará su decisión. Es una ruta
democrática con sentido.
También han planteado la renuncia
del presidente, pero esa alternativa, es el resultado de una acumulación de
fuerza social, política y militar donde se tendría que contar con pueblo y dirigentes del chavismo y ese no es el caso
en este momento. Yo no acompañaría esa salida que colocan en su abanico de
posibilidades.
3.- Capriles, aunque manifiesta
que se debe dar contenido social con metas específica (en eso estoy absolutamente
de acuerdo) no ha planteado ninguna orientación al proceso, no ha definido una
ruta, sino generalidades. Aparte de
Ledezma, Machado y López, ningún otro ha planteado en concreto alternativas de
salidas, por eso me he referido a ellas, insisto. Imagino que los partidos, los movimientos sociales,
las organizaciones civiles están analizando, esperando, a ver cómo se
desarrollan los acontecimientos. Cuando realicen los planteamientos será el momento
de analizarlos y decidir, cómo incorporarse de forma organizada. Sería terrible
que jueguen al diente roto. Razones para la protesta y la organización hay de
sobra. Pero la participación adquiere más sentido y más fuerza cuando se conoce
cuáles son los objetivos a corto y mediano plazo.
Lo peor es el desgate de las formas
de lucha sin orientación, porque es con un costo altísimo, cada venezolano que
muere o es herido, familias destrozadas.
4.- ¿La protesta es para salir
del gobierno? Muy bien, pero deseo no preña. Si se está en el juego democrático
hay unos procedimientos, hay unos tiempos y hay unas formas. La protesta es necesaria pero debe conducir a la
organización. Si se trata de vías alternas, esto es no legales, la pregunta que
se debe hacer quien se arriesga con qué fuerza cuenta… Asumir eso sólo es
posible teniendo una fuerza mayor, en todos los sentidos, que el adversario. ¿Será
ese nuestro caso? Yo personalmente no lo creo, no lo apoyo y lo rechazo.
5.- Es falso lo que dice en las
redes sociales que Chávez llegó al poder por un golpe de estado. Una crisis
social, un país descontento. Teniendo el poder de las armas, tanques y aviones,
dio un golpe de estado y fracasó. Carlos Andrés Pérez, le duela a quien le
duela, lo derrotó en el ámbito estrictamente militar, hasta Fidel mandó un
mensaje de solidaridad con Pérez.
Caldera le dio la gracia y le
permitió hacer su vida política. Electoralmente llegó al poder, porque recogió
el sentimiento del pueblo en aquél momento, sus banderas fueron contra la corrupción
de los partidos políticos, la cogollocracia y la impunidad. Su norte una
constituyente.
6.- Es una coyuntura
extraordinaria para orientar el proceso y lograr máximos objetivos con el menor
costo posible. Pero es proporcional al
desastre que puede suceder. Dependerá exclusivamente de la prudencia y la
pericia política de todos y cada uno de la dirigencia. Y de la racionalidad que
cada venezolano (a) tenga para acompañar o no un tipo de acción.
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