DESDE QUÉ LUGAR OPINO
¿Cómo me he comportado en mis correos, facebook
y en otros espacios de las redes sociales? El objetivo del presente escrito es
brindar mi experiencia para que quien me lea pueda utilizarla si la desea a su
estilo forma y en segundo lugar, explicar desde qué lugar estoy opinando.
Mi objetivo general: decir lo que pienso a la
mayor cantidad de personas e invitarlos a que cada uno construya sus propios criterios
de actuación en las redes sociales o en sus prácticas sociales y políticas,
independientemente de sus posiciones. Porque creo firmemente en una sociedad
plural y diversa, donde podamos vivir juntos.
Mi objetivo específico: tratar de hablar en el
lenguaje específico de cada grupo de personas que tengo como amigos, imaginándome
que todos mis amigos leyeran mis mensajes. Teniendo un sentido del país en el
que yo quiero vivir.
El juego de básquet sería el ejemplo de lo que
entiendo por democracia. Si usted lo piensa hasta los locutores deben cumplir
el rol de los medios de comunicación, aunque el locutor apueste en su interior
y públicamente a un equipo, será buen locutor si narra el juego mostrando los
aciertos y desacierto de los jugadores de ambos equipos. También se presenta
allí los intereses económicos, las marcas que apoyan a los equipos, los
árbitros, etc… Dedíquese a pensar en todos los actores y verá que el símil es
bastante adecuado.
¿A quienes tengo de amigo en facebook, en los
correos y en otros espacios? Desde matemáticos súper especializados hasta
poetas. Desde sacerdotes y religiosas hasta ateos. Desde personas mayores que
nunca han ido a la universidad, ama de casa, deportistas, hasta bachilleres. Desde
militantes de partidos políticos hasta personas que nunca han participado en
política. En toda la clasificación hay afectos al gobierno radicales o light, a la oposición radical, a la oposición de
centro y muchos que no desean meterse en política. Porque yo los acepto a todos
en mi facebook, por ejemplo. Algunos los conozco muy bien y sé cómo piensan.
Con otros jamás he interactuado. Mis mensajes los he colgado en todos mis
espacios, asumiendo la red como el ágora, el espacio público donde daré mis
opiniones, en el mismo momento que pienso el acontecer.
Entonces, cuando voy a escribir. Me imagino de
esos sectores, a quién le quiero decir lo que pienso y cómo le puedo dar un
mensaje para ayudarlo a pensar, a crear. Hay escritos que intento usar un
lenguaje para todos. Otras veces uso un lenguaje para un grupo específico,
otras veces he realizado mensajes para los súper especializados.
A veces
he dado recomendaciones específicas como por ejemplo: “Cuando me lea use lo que
usted considere relevante. No pierda tiempo pensando en por qué digo A o por qué
digo B. Si está en desacuerdo conmigo en una interpretación y considera que en
este momento para usted es relevante discutir, dígamelo. Del resto es
innecesario, no pierda tiempo.
Lo importante en este momento es que usted se
ubique en qué es lo quiere usted hacer en las redes sociales. Qué quiere decir.
A quién se lo quiere decir y cómo se lo quiere decir. ¿Usted considera que es
importante dialogar con amigos afectos al gobierno o indiferentes? Hágalo. Trabaje
en facebook con un objetivo. Dirija sus mensajes con un objetivo claro, lo lean
o no lo lean. Lo importante es que usted lo dijo de la mejor manera que pudo
decirlo. A quien usted pensó que podía leerlo. Esa será una gran contribución.”
¿Desde qué lugar estoy escribiendo? ¿A cuál
persona o grupo político apoyo…? Para responder ésta pregunta les diré mi
criterio para opinar, acertada o erradamente. Asumo como criterio para opinar
algunas máximas de la filosofía estoica y epicúrea, que adapto a la situación, a
saber:
1.- El pasado ya pasó y es inmodificable, sirve
para utilizarlo como información relevante para la construcción de decisiones
del presente. El futuro es incierto. Ocúpate del presente. Ocuparse es
responder por aquello que se dice y hace, asumir responsablemente cada acto de
tu vida, independientemente de los desenlaces, como diría Nietzsche, asumir los
actos, las opiniones de uno, asumiendo las consecuencias positivas o negativas
que generen, para bien o para mal.
2.- Haz todo aquello que sólo depende de ti y
no coloques tu vida en manos del otro.
3.- Actúa y en mi caso opina, imaginando que
ese será el último acto de tu vida. Si me muriera después de escribir qué
quisiera decirles a mis amigos, a mi país, a las personas que quiero, amo, a
las personas con quienes comparto.
Si leen con detenimiento esas tres máximas,
podrán concluir que a la única persona a quien sigo es a mis ideas, a mí mismo.
Me crea usted o no me crea. Créame que me es indiferente lo que usted piense
del por qué hago lo que hago. Yo no puedo saber las intenciones de nadie, ni
por qué hacen lo que hacen, tampoco usted jamás lo podrá saber. Sólo podrá a
tenerse a mi obrar, a mi conducta errada o no. Ese obrar, ese hacer, es como yo
construyo y asumo mi vida, le guste o no le guste. Tampoco me ocupo por pensar si le gusta al
otro o no, yo no estoy en una campaña electoral que necesite pulsar el gusto de
mis opiniones. Mi concentración es que pienso yo, en este momento exacto y lo
digo de la mejor manera que pueda. Así es como actúo en esta etapa de mi vida.
Por lo tanto, yo estoy escribiendo sin
dirección de nadie. Evaluando el acontecer y viendo, según mi criterio, cómo
actúan los otros y cómo pienso yo que esa acción afecta o no mi vida cotidiana,
en función de mi idea de la democracia. En ese trayecto puedo o no coincidir
con dirigentes de la oposición, puedo o no coincidir con dirigentes del
chavismo, puedo o no coincidir con amigos que se asumen neutrales. Yo no soy
neutral, no sé de qué se trata eso. Yo soy radicalmente seguidor de mis
discernimientos, tratando de elegir el mejor camino posible para realizar lo
que yo deseo según mis ideas y estoy dispuesto, de manera clara y pública, de
asumir cualquier costo social o político por lo que yo pienso, por lo que yo
opino. Estoy dispuesto a responder, exclusivamente, por mis acciones. No soy
responsable de las acciones de los otros. Cuando veo que la acción del otro afectará mi vida cotidiana, mi manera de
entender la democracia, entonces me enfrento, sin nervios, sin dudas.
Igualmente, cuando el otro disiente de lo que yo opino y después de evaluarlo
según mis criterios, le doy la razón, no tengo ningún problema en rectificar
pública o privadamente.
Como decidí sentar en todo momento mi opinión
más allá que me lean o no, que asuman mis recomendaciones o no, ése es su
problema y sus decisiones, entonces me han visto actuar con pasión, razón,
sudor, tranquilidad en las redes sociales. He decidido dejar mi posición
taxativamente clara, en todo espacio público para que nadie se confunda conmigo.
Saludos.
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