viernes, 28 de febrero de 2014

DESDE QUÉ LUGAR OPINO



DESDE QUÉ LUGAR OPINO
¿Cómo me he comportado en mis correos, facebook y en otros espacios de las redes sociales? El objetivo del presente escrito es brindar mi experiencia para que quien me lea pueda utilizarla si la desea a su estilo forma y en segundo lugar, explicar desde qué lugar estoy opinando.
Mi objetivo general: decir lo que pienso a la mayor cantidad de personas e invitarlos  a que cada uno construya sus propios criterios de actuación en las redes sociales o en sus prácticas sociales y políticas, independientemente de sus posiciones. Porque creo firmemente en una sociedad plural y diversa, donde podamos vivir juntos.
Mi objetivo específico: tratar de hablar en el lenguaje específico de cada grupo de personas que tengo como amigos, imaginándome que todos mis amigos leyeran mis mensajes. Teniendo un sentido del país en el que yo quiero vivir.
El juego de básquet sería el ejemplo de lo que entiendo por democracia. Si usted lo piensa hasta los locutores deben cumplir el rol de los medios de comunicación, aunque el locutor apueste en su interior y públicamente a un equipo, será buen locutor si narra el juego mostrando los aciertos y desacierto de los jugadores de ambos equipos. También se presenta allí los intereses económicos, las marcas que apoyan a los equipos, los árbitros, etc… Dedíquese a pensar en todos los actores y verá que el símil es bastante adecuado.
¿A quienes tengo de amigo en facebook, en los correos y en otros espacios? Desde matemáticos súper especializados hasta poetas. Desde sacerdotes y religiosas hasta ateos. Desde personas mayores que nunca han ido a la universidad, ama de casa, deportistas, hasta bachilleres. Desde militantes de partidos políticos hasta personas que nunca han participado en política. En toda la clasificación hay afectos al gobierno radicales o light,  a la oposición radical, a la oposición de centro y muchos que no desean meterse en política. Porque yo los acepto a todos en mi facebook, por ejemplo. Algunos los conozco muy bien y sé cómo piensan. Con otros jamás he interactuado. Mis mensajes los he colgado en todos mis espacios, asumiendo la red como el ágora, el espacio público donde daré mis opiniones, en el mismo momento que pienso el acontecer.
Entonces, cuando voy a escribir. Me imagino de esos sectores, a quién le quiero decir lo que pienso y cómo le puedo dar un mensaje para ayudarlo a pensar, a crear. Hay escritos que intento usar un lenguaje para todos. Otras veces uso un lenguaje para un grupo específico, otras veces he realizado mensajes para los súper especializados.
 A veces he dado recomendaciones específicas como por ejemplo: “Cuando me lea use lo que usted considere relevante. No pierda tiempo pensando en por qué digo A o por qué digo B. Si está en desacuerdo conmigo en una interpretación y considera que en este momento para usted es relevante discutir, dígamelo. Del resto es innecesario, no pierda tiempo.
Lo importante en este momento es que usted se ubique en qué es lo quiere usted hacer en las redes sociales. Qué quiere decir. A quién se lo quiere decir y cómo se lo quiere decir. ¿Usted considera que es importante dialogar con amigos afectos al gobierno o indiferentes? Hágalo. Trabaje en facebook con un objetivo. Dirija sus mensajes con un objetivo claro, lo lean o no lo lean. Lo importante es que usted lo dijo de la mejor manera que pudo decirlo. A quien usted pensó que podía leerlo. Esa será una gran contribución.”
¿Desde qué lugar estoy escribiendo? ¿A cuál persona o grupo político apoyo…? Para responder ésta pregunta les diré mi criterio para opinar, acertada o erradamente. Asumo como criterio para opinar algunas máximas de la filosofía estoica y epicúrea, que adapto a la situación, a saber:
1.- El pasado ya pasó y es inmodificable, sirve para utilizarlo como información relevante para la construcción de decisiones del presente. El futuro es incierto. Ocúpate del presente. Ocuparse es responder por aquello que se dice y hace, asumir responsablemente cada acto de tu vida, independientemente de los desenlaces, como diría Nietzsche, asumir los actos, las opiniones de uno, asumiendo las consecuencias positivas o negativas que generen, para bien o para mal.
2.- Haz todo aquello que sólo depende de ti y no coloques tu vida en manos del otro.
3.- Actúa y en mi caso opina, imaginando que ese será el último acto de tu vida. Si me muriera después de escribir qué quisiera decirles a mis amigos, a mi país, a las personas que quiero, amo, a las personas con quienes comparto.
Si leen con detenimiento esas tres máximas, podrán concluir que a la única persona a quien sigo es a mis ideas, a mí mismo. Me crea usted o no me crea. Créame que me es indiferente lo que usted piense del por qué hago lo que hago. Yo no puedo saber las intenciones de nadie, ni por qué hacen lo que hacen, tampoco usted jamás lo podrá saber. Sólo podrá a tenerse a mi obrar, a mi conducta errada o no. Ese obrar, ese hacer, es como yo construyo y asumo mi vida, le guste o no le guste.  Tampoco me ocupo por pensar si le gusta al otro o no, yo no estoy en una campaña electoral que necesite pulsar el gusto de mis opiniones. Mi concentración es que pienso yo, en este momento exacto y lo digo de la mejor manera que pueda. Así es como actúo en esta etapa de mi vida.
Por lo tanto, yo estoy escribiendo sin dirección de nadie. Evaluando el acontecer y viendo, según mi criterio, cómo actúan los otros y cómo pienso yo que esa acción afecta o no mi vida cotidiana, en función de mi idea de la democracia. En ese trayecto puedo o no coincidir con dirigentes de la oposición, puedo o no coincidir con dirigentes del chavismo, puedo o no coincidir con amigos que se asumen neutrales. Yo no soy neutral, no sé de qué se trata eso. Yo soy radicalmente seguidor de mis discernimientos, tratando de elegir el mejor camino posible para realizar lo que yo deseo según mis ideas y estoy dispuesto, de manera clara y pública, de asumir cualquier costo social o político por lo que yo pienso, por lo que yo opino. Estoy dispuesto a responder, exclusivamente, por mis acciones. No soy responsable de las acciones de los otros. Cuando  veo que la acción del otro  afectará mi vida cotidiana, mi manera de entender la democracia, entonces me enfrento, sin nervios, sin dudas. Igualmente, cuando el otro disiente de lo que yo opino y después de evaluarlo según mis criterios, le doy la razón, no tengo ningún problema en rectificar pública o privadamente.
Como decidí sentar en todo momento mi opinión más allá que me lean o no, que asuman mis recomendaciones o no, ése es su problema y sus decisiones, entonces me han visto actuar con pasión, razón, sudor, tranquilidad en las redes sociales. He decidido dejar mi posición taxativamente clara, en todo espacio público para que nadie se confunda conmigo.
Saludos.



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