martes, 5 de marzo de 2019

¿USTED DIJO ERRORES?


¿USTED DIJO ERRORES?
Jonatan Alzuru Aponte
Algunos presumen de una gran sabiduría y que, en estos momentos, quieren mantenerse en una postura más allá del bien y del mal… “Esos” suelen afirmar que hay errores de los dos lados, del gobierno y de la oposición… A ellos, les digo lo siguiente:
¿La oposición ha cometido errores? Sí, seguro. Errores en las formas de lucha contra al déspota, errores en la organización contra al déspota; errores en las formas de resistir; errores en la coherencia entre el discurso y la acción para dirigir al movimiento de masa, errores en la disputa por el liderazgo… y siga enumerando…
Ahora bien: ¿Qué relación tiene ese conjunto de errores con la situación de emergencia humanitaria, con la crisis política? Sí, lo sé; tal vez hubiésemos salido antes del déspota.
Pero, ¿Qué relación tienen esos errores con las maneras y formas de gobernar del déspota?
¿Errores del gobierno? ¡Perdón! del déspota. A qué le llamarán error del gobierno; cómo sería el déspota rectificando su error… Me lo pueden explicar por favor…
Antes de caracterizar errores, por favor, díganme con respecto a qué están midiendo el error. No aceptemos más, esa trampa lingüística caza bobos: “errores de lado y lado…” Ni los aciertos ni los errores, pertenecen al mismo conjunto. Se utiliza una misma palabra, pero se trata de asuntos verdaderamente distintos. Es una máscara simplemente de la impostura no solo política sino y quizás, sobre todo, ética.
Con relación al aquí y al ahora. Todos esos errores, los del movimiento del pueblo frente al déspota, nos han servido a todos para mejorar, en las formas y maneras de confrontar. En este momento todos los partidos que tradicionalmente eran de la oposición, de forma conjunta, con una infinidad de organizaciones comunitarias, políticas e individualidades chavistas, dentro y fuera del país, hemos trabajado coordinadamente con el liderazgo, sin discusión, de Juan Guaidó y de todos los diputados de la Asamblea Nacional, para desplazar definitivamente al déspota del poder.
Como todos saben hasta el más pacifista, casi santo, de Gandhi, planteaba desobedecer leyes; porque se trata de luchar -en eso no hay ninguna duda, que se tiene que polarizar entre ciudadanos, y políticos contra los déspotas y explotadores-reitero, hasta Gandhi planteaba desobedecer leyes, normas y órdenes de forma pacífica… eso es de suyo y es bueno dejarlo claro, taxativamente claro.
En el aquí y en el ahora, la única orden que hemos desobedecido que generó la violencia de los déspotas fue intentar introducir al país comida y medicinas donadas por un conjunto de países. ¡Ese fue el hecho! Lo palpable… Sí, efectivamente, implicaba una derrota política al régimen porque los déspotas, dígase: el cinismo rastrero del militarismo despótico, el gorilismo, que se encarna en ese despojo llamado Diosdado Cabello y su títere el déspota que usurpa, la silla de Miraflores, habían ordenado bloquear la entrada al país de comida y medicinas.
¡Carajo! Le escribo a los de izquierda; díganme, qué critican de esa forma de lucha… Luchar, organizarse, para dar comida y medicinas… Claro que es político, por supuesto que tiene una finalidad política como todas las formas de lucha. Pero, ¿no les parece que era una forma de lucha digna, hermosa, creativa y sobre todo solidaria con los más pobres y los más vulnerables?
Efectivamente, esa forma de lucha no dio resultado; no logramos el objetivo, por eso hoy y mañana y todos estos días padecerán niños, embarazadas y desnutridos que quizás mueran, Dios no lo quiera, porque fallamos; sí con dolor tenemos que decir fallamos. No logramos la efectividad en nuestra forma de lucha. Por eso, los déspotas celebraron bailando. Sí, nosotros lloramos y seguimos llorando… pero nuestras lágrimas se transforman en una vitamina, en un mar que contagia con su fuerza; el dolor transformado en movilización, organización y acción política. No fue un error, no tuvimos éxito que es distinto, fracasamos porque nos ganó el imperio de la muerte que exhala el déspota… pero es una acción que es urgente repetir, que es necesario realizar, que es vital…
Sin embargo, con un extraordinario olfato político, nuestro líder, nuestro Presidente, como vocero de la coalición de venezolanos y venezolanas que hacen vida en la Asamblea Nacional, asumió con honestidad que no se logró; pero lo hizo en el marco de una acción de desobediencia al régimen, al regresar a Venezuela; desobedeciendo al déspota quien había afirmado que lo meterían preso no mañana sino en Maiquetía, en el momento de su llegada.
Guaidó ha dado ejemplo, testimonio, de desobediencia al salir y al entrar a Venezuela; ejemplo de desobediencia pacífica. Testimonio que se transforma en una fuerza inmensa para todos nosotros… y tal como lo dijo; no es por ahora es Ahora… Con esa energía nos preparamos para continuar con distintas formas de lucha y hacer efectiva la ayuda humanitaria y desplazar, definitivamente, al usurpador.
¿Errores, en la actualidad del movimiento del Bravo pueblo? Ninguno… ¡Vamos Bien!


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