LO QUE NO COMPRENDE EL SUR
Jonatan Alzuru Aponte
Dedicado a Pepe Mujica y a su señora esposa.
Dedicado a Pepe Mujica y a su señora esposa.
Lo que no comprenden
aquellos que vivieron las dictaduras terribles del Sur de América es que la
muerte en Venezuela no es ideológica. En las terribles dictaduras que sufrieron
los países del Sur de América en el siglo XX, fue un régimen oprobioso, quien
se oponía tenía asegurada la muerte o el exilio. Quienes compartían la mirada
del mundo de la dictadura o permanecían neutrales, podían realizar su vida con
tranquilidad, sometidos por supuestos, sin posibilidad de opinar y teniendo que
cumplir unas normas impuestas sin discusión. Es decir, viviendo sin libertad.
La sociedad funcionaba, bajo un yugo.
La diferencia
en Venezuela es que el caos es de tal naturaleza, el holocausto es de tal
magnitud que se puede ser afable e incluso dirigente del partido de gobierno y
morir por causa de las políticas del déspota. Quienes observan a Venezuela
desde la distancia y sufrieron las dictaduras de derecha y actualmente son
progresistas, una afirmación como la realizada no la pueden digerir, no la
pueden comprender, no tienen criterio para imaginarse lo que afirmo. De allí
que las discusiones abstractas carecen de sentido para discutir sobre la
situación venezolana. Porque cuando se expresa que vivimos una crisis
humanitaria sin precedentes, de inmediato, intuyen que es una evaluación desde
una posición ideológica de la derecha para enfrentar a un gobierno de
izquierda, como si se tratase de la guerra fría. ¡Despierten!
Quizás un
ejemplo, les ilustre. El gas doméstico en Venezuela desde comienzos del siglo
XX, en todos los gobiernos hasta Chávez, era un servicio prácticamente
gratuito. Era sumamente económico. Siempre fue dirigido por el estado. No hay
posibilidad de pensar en guerra económica ni que la empresa privada realizó
boicot. Ni tampoco ha sucedido ningún acto terrorista que paralice la
producción y distribución del gas. Hasta las familias más pobres podían tener o
gas directo o con bombonas o cilindros. Era una curiosidad para el 90% del
país, ver cómo se cocinaba con leña en zonas campesinas o indígenas y era un
escándalo en las noticias cuando alguien lo hacía en la ciudad; obviamente,
quienes vivían en la extrema pobreza.
Lamentablemente,
de forma terrible, recién murió, en esta semana, Ronny Ortega Campos, una joven
transgénero de 33 años, la diputada del consejo legislativo del estado Aragua,
ubicado en el centro norte del país, dirigente del Partido Socialista Unido de
Venezuela, organización cuyo presidente es el déspota que tiene el poder
militar en Venezuela, porque estaba cocinando con leña y como esa práctica se
desconoce, intentó encenderla con gasolina; explotó y murió quemada. Triste y
trágica muerte. Es una muerte que nos duele porque es producto de un gobierno
tiránico.
En Venezuela,
actualmente, perdió sentido el trabajo formal, porque el salario recibido no
alcanza para comprar la canasta básica. De allí que los negocios informales
lícitos e ilícitos es la única opción para sobrevivir y para muchas familias,
la otra alternativa ha quedado es la basura. Enfermarse sea del partido
político que sea, implica empezar a sufrir el camino del calvario a la
crucifixión.
¿Cómo salir de
esta barbarie ha sido la pregunta? Nunca se ha optado por la lucha armada como
lo hicieron los tupamaros en el Uruguay.
Cuando se utiliza las formas de lucha clásica de la izquierda latinoamericana como los piqueteros en Argentina o los cocaleros en Bolivia, trancando calles y haciendo barricadas, la inteligencia luminosa de los progresistas del mundo califican al venezolano como terrorista.
Cuando se utiliza las formas de lucha clásica de la izquierda latinoamericana como los piqueteros en Argentina o los cocaleros en Bolivia, trancando calles y haciendo barricadas, la inteligencia luminosa de los progresistas del mundo califican al venezolano como terrorista.
Cuando se opta
por una fuerza electoral organizada y se les derrota, como fue el caso de la
Asamblea Nacional, imponen otra Asamblea Despótica paralela, nombran a sus
cómplices y expresidiarios como jefes del Tribunal Supremo de Justicia. Y la
inteligencia progresista hace silencio.
Cuando se
acepta la negociación con arbitraje internacional y con presencia del Vaticano,
se le dice al árbitro vendido como fue el caso del representante del Vaticano
el Cardenal Parolin, por boca del capo Diodado Cabello, se exilia al diputado
Julio Borges y se asesina al Concejal Fernándo Albán quienes eran parte del
diálogo. Y luego hacen las elecciones, y los progre van a Venezuela a celebrar,
como religiosos, el triunfo de su ideología.
Sin embargo,
los venezolanos no nos hemos rendido. Durante el año 2018, el trabajo de
dirigentes sociales, estudiantiles, gremiales y partidos políticos fueron
levantando un Frente Amplio donde se articularon chavistas y opositores; con
ese mismo espíritu se fue consolidando la alianza de todos los partidos en la
Asamblea Nacional y como resultado de la coalición Guaidó asume la presidencia
de la Asamblea Nacional. Simultáneamente, dirigentes y diputados de los
partidos de oposición habían visitado a la mayor cantidad de países y
parlamentos; y las ONG había realizado lo suyo denunciado las situaciones.
Y empieza una
nueva forma de lucha, pacífica (lo de pacífico es vital, porque de todos estos
años, desde el 23 de enero del 2019, es cuando más se ha debilitado al
despotismo y es cuando la sociedad venezolana ha actuado con más prudencia, más
organizada y sin violencia…); lo que se ha incrementado es la presión. En el
discurso y en la orientación del Presidente Guaidó no hay un ápice de
radicalismo. Además, con una estrategia electoral clarísima.
En el ámbito
político y en el debate, incluso, aceptaría que no se comparta la alternativa
que la mayoría de los venezolanos apoyamos siguiendo a nuestra Asamblea
Nacional; aceptaría que es debatible pensar en otras formas de luchas.
Lo que
considero inaceptable, porque supondría irrespetarme y aceptar que se irrespete
a los millones de venezolanos, venezolanas, en el país y fuera de él, quienes
hemos asumido este camino; que políticos lúcidos en muchas oportunidades, a
quienes he admirado en muchísimas de sus posiciones vitales y políticas, como,
por ejemplo, el Ex Presidente Pepe Mujica, evalúe la situación venezolana como
la confrontación entre Estados Unidos y el Gobierno del Déspota. ¿Por qué es
inaceptable? ¿Por qué es una ofensa a los venezolanos?
Porque el
supuesto implícito y explícito es que la bestia despótica que gobierna tiene un
pensamiento autónomo, tiene un planteamiento político cuyo interés es lo
nacional y toda nuestra Asamblea, toda nuestra dirigencia desde comunitaria
hasta líderes nacionales, aunado a todos los intelectuales y todos quienes apoyamos
a Guaidó somos unos títeres, sin pensamiento autónomo. Sería bueno ilustrarlo e
informarlo que en esa gran alianza hay distintas posiciones con respecto a los
alcances y límites de la participación internacional. Valga citar el documento
del último partido chavista que se sumó, el 26 de febrero, al movimiento que
impulsa la Asamblea Nacional:
“No se trata de
abandonar principios, ni pretender que los otros polos opositores lo hagan.
Ciertamente los diversos factores políticos y sociales tenemos posiciones
diferentes en cuanto al apoyo internacional y otros temas. Nosotros, desde la
UPP89, aunque ponemos el acento en un camino de resolución interna, tenemos la
capacidad de entender que varios factores de oposición se han visto en la
necesidad de buscar la solidaridad de la comunidad internacional ante la
violación sistemática de la CRBV y del estado de derecho, el abuso de poder,
las persecuciones y encarcelamientos, y otras prácticas no éticas, ni
democráticas del gobierno nacional.”
Más
despreciable aún es la declaración prepotente de su esposa, la vicepresidenta
del Uruguay que equipara las posiciones del déspota y de nuestra dirigencia;
catalogándolas de errores caribeños; solo le recuerdo que esa voluntad europea
tiene como referencia a Hilter, Musolini y a fin con ella, más allá, unos
centímetros en el mapa… tiene a Stalín. Señora dimensione que el
desplazamiento, la migración forzada, el exilio de Venezuela en los últimos
años, es la población completa del Uruguay… solo un detalle, a propósito de
colocar en la balanza las acciones de uno y otro lado.
¿Se preocupan por el petróleo que en el futuro nos quitarían a nosotros, los ignorantes caribeños? Pero cierran la boca, de forma cómplice y rastrera, frente al mayor ecocidio de América, desforestación 112.000 kM2; un poco más del 50% del Uruguay, para la explotación de oro, coltán; destrozando la vida de 10 comunidades aborígenes distintas. Tierra entregada a las trasnacionales, en la actualidad, no en el futuro. .
¿Se preocupan por el petróleo que en el futuro nos quitarían a nosotros, los ignorantes caribeños? Pero cierran la boca, de forma cómplice y rastrera, frente al mayor ecocidio de América, desforestación 112.000 kM2; un poco más del 50% del Uruguay, para la explotación de oro, coltán; destrozando la vida de 10 comunidades aborígenes distintas. Tierra entregada a las trasnacionales, en la actualidad, no en el futuro. .
Se celebra que quieran ayudarnos para una salida pacífica que es
una apuesta de la mayoría de venezolanos, porque al único a quien le interesa
la guerra para maximizar la lógica que sustenta declaraciones infelices como
esas, es al déspota. Pero como venezolano, le diría que lo primero es que nos
respete como pueblo. Y si no son capaces de respetarnos como pueblo que se
vayan al carajo.
Pepe Mujica, su señora y los progres, se preocupan por el petróleo que en el futuro nos quitarían a nosotros, los ignorantes caribeños. Pero cierran la boca, de forma cómplice y rastrera, frente al mayor ecocidio de América, desforestación 112.000 kM2; un poco más del 50% del Uuguay, para la explotación de oro, coltán; destrozando la vida de 10 comunidades aborígenes distintas. Tierra entregada a las trasnacionales, en la actualidad, no en el futuro. .
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