EL VÍA CRUCIS DE NAVIDAD
Jonatan Alzuru Aponte
I
Piensa
en el Estado…
Pujo.
Me esfuerzo. Me concentro. No pienso en
nada…
Vas por
buen camino.
II
Soy
ecólogo. Busco un animal en extinción.
¿Cuál?
El
animal político.
III
El
problema es la unidad.
¡No!
El
problema es el ego.
Y,
tal vez…
La
falta de instinto o los instintos opacados por el ego.
IV
Instinto
estético: Obrar con belleza.
Y
dijo Nietzsche la máxima de la belleza: “Regla
suprema: ser rigurosos consigo mismo” (Nietzsche F. Crepúsculo de los ídolos, Incursiones de un intemporal, fragmento
47)
El
instinto estético se reconoce en el estilo del vivir.
V
Instinto:
Obrar desprendido de conceptos y tradiciones de pensamientos.
Instinto
político: Obrar con instinto estético.
Obrar:
gobernarse, gobernando.
Instinto
político: jugar como futbolista, siempre en presente, pensando como
ajedrecista.
VI
Es
de derecha; no, es de izquierda…
Perdón,
en mi pueblo le llaman maldito y el cura dijo que Jesús les llamaba fariseos
hipócritas, sepulcros blanqueados, raza de víboras… ¿haría falta otro concepto?
VII
Debemos
analizar el problema político. Caracterizar al gobierno. Definir los asuntos.
Cuidado
buscan a un politólogo, a un sociólogo y mucho menos, a un filósofo…
¿Acaso,
recomiendas a un asesor de imagen?
No. Pasó
el tiempo de los concursos de belleza.
¿A
cuál profesional, entonces?
A
ningún teórico, eso es definitivo.
Y…
¿Quién nos asesora?
Un
entrenador de fútbol.
¿Sin
formación política?
Bueno,
quizás que se haya leído El Príncipe de Maquiavelo; pero también es
prescindible.
VIII
¡Usted
es el culpable!
Yo
no hice nada. Esperaba la orden. Hubiese hecho lo que me dijera el líder.
Por
eso mismo. El líder dice que tú eres esclavo, por eso no puedes liberarte; por
eso eres culpable.
Pero…
No
hay pero que valga, cada quien vive, como se lo merece. Así dice la regla.
¿Cuál
es la sentencia?
¿Todavía
lo preguntas?
PD.
El líder creyéndose tal asunto se fue sonriente, sabiéndose irresponsable; porque
la responsabilidad es un asunto muy jovial, como los juegos del niño… El adulto
serio prefiere jugar a las culpas: el juego de los idiotas.
IX
¿Qué
es el instinto?
Mira
a un león, caza cuando tiene hambre, duerme cuando tiene sueño, huye cuando
sabe que está en riesgo su vida y se enfrenta cuando olfatea que puede derrotar
a su adversario. Ninguna acción es buena, tampoco es mala, responde a su
naturaleza; no tiene una fábrica de conceptos ni de analistas para obrar como
lo que es.
Entonces,
¿debo ser como un animal?
¿Acaso
no lo eres? Pero deseas ser lo que no eres; te has extraviado entre fantasmas y
ángeles, entre conceptos, definiciones y caracterizaciones… El cálculo y las
encuestas son tu perdición.
Sé
un animal… sé un animal y todos correrán tras de ti y tú correrás tras
ellos…
Un
buen político es un exquisito animal… decide por instinto.
X
¿Me
puede dar un pedazo de pan? No. ¿Un vaso de agua? No. ¿Por qué? ¿Cómo preguntas,
si no sabes los conceptos?
XI
Mañana
es un día importante de trabajo. Me Despertaré antes del canto del gallo.
Esperaré que coloquen el agua, a veces no llega. Dos horas en el banco, para
sacar el dinero.
No
puedes retirar lo que quieras, prioriza tus necesidades.
Sí,
iré a comprar pan. Debo calcular dos horas para ello. El camión de agua mineral
pasa los días jueves; compraré un botellón; allí no hay cola, quizás dure
veinte minutos para comprarla.
Es
el día de tu número de cédula, quizás vendan leche, quizás alguna pasta o café;
el aceite se perdió en el infinito.
Entonces,
cuatro hora más para el mercado.
¿Y
el trabajo?
Te
parece poco. Trabajo eficientemente para no hacer nada. Es demasiado bello, creo que Carlitos Marx
dijo que lo mejor del mundo era trabajar y trabajar de forma enajenada, para
llegar al ideal del lumpen proletariado, la sociedad sin clase…
¡Dijo
lo contrario!
¿Verdad?
Pero debe ser bonito. Porque se repite en cada pueblo que le han llamado
marxista. Algo así como Disney que se replica porque es bonito.
¡Consumista!
No
vale, ¡Comunista!... Quiero ser comunista como mi presidente, con las
camisitas, guardaespaldas y esos cuantos dólares que tiene; así, por no dejar…
XII
Se
decretó la huelga.
Los
cerebros de nuestro pueblo, desde tiempos inmemoriales, andan en eso. ¿Hay
otra?
XIII
El
tiempo es oro, dice el capitalista. El tiempo es una mierda, dice el
socialista.
¿Será
el hombre tan estúpido que para él, hasta el tiempo tiene un valor ideológico?
No…
el estúpido eres tú que no has entendido que en definitiva se trata de
prácticas para gobernarte. Eres pensado por otros. Y actúas a través del
pensamiento de otros. La máquina de guerra te ha transformado tanto que tienes
la ilusión de pensar por ti mismo y por eso luchas por aquello que no tienes y
no lo lograrás, porque eso nunca lo tendrás…
¿Por
qué?
Porque
eso no se conquista. Se ejerce y punto. Si lo supieras, lucharías por otros
asuntos.
¿De qué hablas?
De
la Libertad.
No
entiendo.
Precisamente,
no lo comprendes porque eres esclavo.
XIV
Gritó
con su enérgica voz:
¡Lucharemos
por la libertad!
Compadre,
ahora si nos jodimos.
¿Por
qué?
Porque
nuestro líder es un esclavo.
XV
“Lo malo no es que el poder dictamine lo que
es correcto y lo que es incorrecto, sino que algunos burócratas se lo tomen en
serio” (Lanz, Rigoberto, Cuando todo
se derrumba, 1991/2016: 57)
Lo malo no es que el poder dictamine lo que es correcto y
lo que es incorrecto, sino que las comunidades se lo tomen en serio.
XVI
Toda
teoría es sedentaria.
La
vida es un flujo constante.
Solo
el nómada la habita.
XVII
¡Compañeros!
El problema radica en un asunto fundamental, no hemos definido con claridad la
esencia del régimen. Se trata de un asunto teórico de envergadura.
¡Coño!
Podrías estudiar un poquitico más rápido.
Amigo,
usted no tiene conocimientos. Es por ello su debilidad.
¿Mi
debilidad?...
Son dos meses sin comer.
XVIII
Eres
mi amigo y ¿No lo sabías?
No
estimo en lo más mínimo tus conocimientos -tu tradición de pensamiento, los
conceptos que utilizas para comprender al mundo, tus argumentaciones- mucho
menos los desprecios. Me son
indiferentes. Todo saber o ignorancia, no requiere de mi atención.
Exclusivamente
valoro… Coloco en la balanza… justiprecio: tú obrar. Tu práctica es tu belleza
o tu fealdad; lo demás, me tiene sin cuidado.
XIX
¿Acaso
no te importa la ideología del régimen?
Las
ideologías de los gobernantes, no tienen ningún problema.
¿Cómo
puedes decir eso?
Las
ideologías son un invento muy reciente de la humanidad.
¿Entonces?
Los
problemas son las tecnologías de dominación que modifican tus deseos en la vida
ordinaria.
Las
máquinas de guerras tienen diversas tecnologías, preocúpate por ellas y no por
sus teorías.
Mientras
más ocupado estés de las teorías, más dominando te tienen. Todas son ficciones.
Sírvete
de la historia. Piensa en los tiempos antiguos. Era inimaginable aquello de las
ideologías.
Las
ideologías son relatos; sus cuentos los presentan como hechos. Luchas, contra
molinos de vientos.
No
entiendo.
¡Qué
importa lo que dicen! Lo relevante es lo que te hacen.
Deseas
comer y no tienes dinero. Tienes dinero y no puedes comprar. Deseas bañarte y
no tienes agua. Deseas la paz y te hacen la guerra. Deseas la guerra y fabrican
la paz. Deseas dialogar y escuchas el silencio. Deseas silencio y comienzan
hablar. Colocan un espejo y te acusan de ser su imagen. Y empiezas temer a la
imagen de ti que es el reflejo de ellos.
Deseas
leer y tienes que comer y para comer tienes que tener dinero; pero tienes
dinero y no puedes comer y no puedes leer, entonces, deseas dormir pero sus
truenos te despiertan.
La
tecnología de la máquina de guerra es sofisticada. Cada día prueban tu
resistencia; mientras más resistes se incrementa; si no lo haces, te habitúas. Cada
día tu deseo se transforma. Te alejas como un cobarde de ti mismo. El peor
exilio es el de tu cuerpo, el de tus deseos. Te hacen desear ser extranjero de ti
mismo. Te hacen desear lo mínimo: un pedazo de pan, un vaso de agua, un día sin
cola, una calle sin ejército, una noche de fiesta, un dinero que funcione… te duermen
los instintos y vives molesto con ellos, sin percatarte que tu desazón, tu
rabia, tu odio, el sentimiento de impotencia, es contra ti mismo; por la vergüenza
de mirarte, en lo que tú te has convertido.
¿Acaso
no fue la tecnología de dominio?
Ninguna
tecnología podría convertirte si eres lo que eres, siendo siempre lo que eres.
Deseando llegar a ser, lo que eres. Lo que eres no es un concepto sino un
obrar. Quien obra desbarata la tecnología con la sola presencia.
¿Y
cómo salgo de esa espiral?
Llegando
ser lo que eres, un hombre libre, sigue tu instinto, comienza a olfatear de
nuevo.
XX
Sacrifícate,
la sociedad del mañana será comunista.
Sacrifícate,
la sociedad del mañana será liberal.
¿Acaso
alguien se ocupa de la sociedad del presente?
XXI
No
te ocupes del futuro es impredecible.
No
te ocupes del pasado, es inexistente.
Ocúpate
como el animal, como las aves, del presente en tanto presente.
Sigue
tu instinto y acertarás.
XXII
“Si alguna cosa tipifica bien lo que ha
quedado del marxismo oficial es su casi nula producción intelectual, su
raquitismo teórico. Esa indigencia epistemológica es la consecuencia del
pragmatismo ordinario consustancial a todo aparato burocrático. La creatividad
intelectual fue sustituida por la propaganda. La discusión fecunda fue
sepultada por el peso descomunal del adoctrinamiento. La vanguardia dio paso a la clásica legión de
burócratas cuyo talento epistemológico es inversamente proporcional a su
obediencia.” (Lanz, Rigoberto, Cuando
todo se derrumba, 1991/2016: 11)
Amén.
¿Y
el liberalismo oficial? También.
XXIII
Este
año no coloco el pesebre.
¿Y
eso?
Venezuela
es un milagro. Se convirtió en un gran pesebre; pero al parecer, José y María
todavía no han llegado.
¿Entonces?
Me
tomo un roncito, esperando al mesías.
XXIV
¿Mi
teoría política?
El
nomadismo, en caravanas heterogéneas, desde una ecología moral.
XXV
Está
enfermo.
¿Por
qué? Yo lo veo bien.
Necesita
de un psiquiatra, urgente. Está hediondo y muy flaco.
¿Y?
¿Cómo se encontraría distinto? Tiene un
mes sin agua
Además,
la bolsa de comida nunca llega.
XXVI
La
ecología moral es el instinto del hombre: ser un animal político obrando con
belleza. El obrar con belleza es la experiencia de la libertad. Es una música,
una danza, un canto.
No
te ocupes del gobierno; ocúpate de tus deseos; gobiérnate a ti mismo.
Y
enfrenta, lucha, aniquila y acuerda, negocia, concilia, dependiendo de tus
deseos, siguiendo a tus instintos.
Los
deseos máximos te reconcilian con tu naturaleza; con tu instinto estético y
político.
Sigue
tu olfato, como un perro sabueso, y llegarás a ser lo que eres.
¿Qué
importa la mirada de los idiotas?
Dios
no les da perlas a los cerdos.
XXVII
La ciencia jovial de
Nietzsche enseña una sola cosa: de qué trata la libertad.
Libro
tercero, fragmento 275:
¿Cuál es el sello de la libertad alcanzada?
Ya no avergonzarse más ante sí mismo.
XXVIII
Hace
mucho tiempo. Existió un hombre que obraba desde su naturaleza. Instinto
político, instinto estético, instinto amoroso, era una amalgama en su ser.
Escuchaba y hablaba con todo su cuerpo, sin escisiones. Le gustaba comer y
beber bien. Disfrutaba de fiestas. Sus amigos eran inmorales, como las putas.
Pero él se sentaba en medio de ellos. No se avergonzaba de sí; por eso invitaba
a que observaran su obra. La tecnología de dominio lo condenó como a un esclavo
y haciéndose esclavo se hizo el Rey.
Era
su naturaleza; nadie podía transformarla. Le llamaban Jesús de Nazaret.
XXIX
Hace
mucho tiempo. A un hombre libre lo apresaron. Lo iban a vender como esclavo.
Empezó
la venta de esclavos. Y en medio de la algarabía, de las ofertas, él impuso su
voz y gritó: ¡Aquí está un maestro! ¿Quién es el esclavo que desea comprarme?
Cuenta
que el amo se transformó en su discípulo. Haciéndose esclavo se hizo maestro,
porque su naturaleza era la de ser maestro. Un maestro de la vida es un rey
entre reyes. Un aristócrata de la existencia.
XXX
Dice
la Ecología Moral:
Como las aves del cielo, como las flores del campo…
La
libertad, la belleza, los deseos y el poder, no se conquistan porque nunca se
pierden. Son prácticas, obras, formas de existir, según la naturaleza. Independiente
de la otredad.
Los
gobiernos despóticos tiemblan frente a un cuerpo que obra según su instinto,
según su naturaleza; porque es inhabitual. Y si le hacen la guerra, siempre
pierden… porque ninguna tecnología puede dominarlos.
Son impredecibles,
porque viven siempre en presente. Siendo lo que son, en su obrar, se hacen
póstumos, trascendentes. Son cuerpos salvajes en comunión con su naturaleza;
esto es, en armonía con el mundo animal y vegetal, con lo orgánico e inorgánico;
profundamente místicos, porque viven como dioses entre los hombres. Sus vidas,
son unas obras de arte en permanente gestación.
Caracas,
23 de diciembre de 2016.
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