¿HASTA CUÁNDO LAS
MUERTES?
Recién me entero de la
noticia de
la muerte del Concejal Eliécer Otaiza. Antes que nada levanto mi voz
para
repudiar tal acto, sea por la razón que sea. El asesinato no tiene
justificación de ningún tipo. Quien escribe estudió varias materias
doctorales
con Otaiza a mediados de los años noventa, cuando él era discípulo del
filósofo
Luis Castro Leiva, quien le dedicó un libro. Éramos compañeros y
seguidores de
las clases de dicho filósofo. Me incorporé a la campaña de Chávez, junto
a unos compañeros docentes y estudiantes de postgrado de la UCV, entre
ellos estaba Otaiza en 1998. Fui su asesor cuando se postuló para la
Asamblea Nacional
Constituyente y mantuve vínculos políticos hasta agosto del año 2000,
cuando me
retiré públicamente del gobierno, expresando mi posición en el Programa
que
dirigía en aquél entonces Orlando Urdaneta en Globovisión, donde relaté,
en dos programas consecutivos, las
razones de mi renuncia al Ministerio y mi decisión de no apoyar más al
Gobierno
del entonces Presidente Chávez, teniendo el cargo de Director General de
Planificación
y Presupuesto del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Desde
aquél
entonces, lo vi, casualmente, en un par de ocasiones, donde conversamos
someramente sobre mi posición política.
Hoy lamento profundamente su
muerte, aunque no compartía absolutamente nada, desde aquella época de su
mirada y forma de actuar en el ámbito político hasta ahora. Desde el viernes Venezuela está atrapada en un
espiral de violencia. El viernes asesinaron a un profesor Fernando Sánchez de
42 años de la Universidad de los Llanos Ezequiel Zamora, dictando clases. La
Guardia Nacional ha arrestado a niños y adolescentes en edades comprendidas
entres los 11 y 17 años, el domingo apareció otro cadáver en el Guaire… Verdaderamente hay que hacer un alto a la
violencia. Estamos entrando en un espiral absurdo, esquizofrénico y terrible de
violencia. La sentencia del TSJ de la semana pasada lo que hace es maximizar
este espiral de impunidad y violencia destrozando las posibilidades diálogo…
porque cualquier gobernante nacional o local que no desconozca y rechace la sentencia, se hace automáticamente cómplice
de una ley que su letra y espíritu conduce a la violación de los derechos
humanos, a la violación de los derechos civiles y políticos…
Es terrible, absolutamente
terrible, lo que sucede en mi país….
Jonatan Alzuru Aponte
Lunes, 28 de abril de 2014
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