¿DÓNDE ESTÁN LOS DIPUTADOS (A)?
El objetivo específico de mi presente escrito
es para exhortar a los diputados de la oposición que asuman su rol en la
circunstancia actual y además, argumentar la legitimidad y la legalidad de realizar una
protesta pacífica específica, una
campaña política, para solicitar la renuncia del diputado William Ojeda a su
curul en la Asamblea Nacional.
Los movimientos sociales, las organizaciones
civiles, el movimiento estudiantil, de manera específica, y los partidos
políticos de la oposición (juntos o por separado, insisto que en estos momentos
no es una etapa electoral, por lo tanto, no hay que desesperarse buscando
unidades artificiales o pegadas con saliva de loro) deben plantearse cómo iniciar
el proceso para resolver el conflicto. El gobierno ha sido presionado y produjo
una propuesta, iniciar el diálogo acordando una agenda con las partes en
conflicto. UNASUR hizo lo que le corresponde como organismo internacional, no
se le puede pedir peras al olmo. Se espera la palabra de la dirigencia de la oposición.
Lo que llamamos conflicto alude a una
enfermedad del estado de causas múltiples. Lo más reciente han sido algunas
actuaciones de terrorismo de estado, por parte del gobierno, donde hay
flagrantes violaciones de los derechos humanos; las actuaciones del ejecutivo
mandando allanar sin ninguna orden, impidiendo el derecho a la manifestación
pacífica como lo hicieron con los médicos, como lo hicieron con la marcha
estudiantil que tenía como fin solicitar la renuncia de la defensora, y, de
manera simultánea, descarada y grosera permiten no sólo marcha de sus afectos, sino
actuaciones de civiles como si fuesen la autoridad militar, a la vista de todo
el mundo, por ejemplo.
También hay situaciones graves que se han
sistematizado como prácticas cotidianas, lo que se ha llamado la corrupción de
la boliburguesía. No es posible que en Venezuela situaciones como lo que se
llamó pudreval, donde se encontraron contenedores llenos de comida podrida, sucedan
impunemente. Volviendo a suceder impunemente con los miles de medicamentos
vencidos que se encontraron recientemente. Es posible que los jefes de la
economía se equivoquen en sus políticas, eso le pasa a cualquier gobierno, lo
que no es posible es que estemos en una crisis económica y no estén presos los
funcionarios a quienes les entregaron millones de dólares a empresas fantasmas
ni tampoco esos empresarios de maletín que nadie conoce. ¿Dónde están los
dólares? Es el estribillo que debemos repetir.
Un
equipo de básquet puede hacer falta, hacer trampa, siempre y cuando el
árbitro lo permita. ¿Qué sucede cuando hay un mal arbitraje en el fútbol o en
el básquet? Lo que suele suceder es que los equipos no siguen jugando, sino que
acaban el asunto a golpes. Hasta uno de los equipos que tenía un bello juego en
la NBA, como Chicago Bulls tenían a Dennis Rodman. Si el árbitro es un
enamorado, apasionado de ese equipo y olvida su papel, Rodman podía terminar
reventándole las piernas a cualquier jugador del equipo contrario, mientras
Michael Jordan les hacía las cestas. El pueblo, los fanáticos, en un juego mal
arbitrado se molestan y, también suele suceder que se caigan a golpes. Nadie
disfruta el juego. El juego se
transforma en una pesadilla. El Rodman devaluado del mal equipo gubernamental
ha tenido el rostro de algunos guardias nacionales, de sus jefes y de
ciudadanos que han actuado a la vista de la guardia nacional como hampones
cotidianos (es muy fácil dársela de guerrillero amparado por el estado,
atacando a civiles… Eso no es valentía, es una cobardía disfrazada con
capucha). Por cierto, hay muchos jóvenes que son capaces de dar la vida por su
ideal revolucionario… A ellos, a los honestos,
yo les diría, piensen políticamente, reflexionen individual y
colectivamente ¿acaso la vida que ofrecen por un mundo de igualdad y libertad,
en este momento defendiendo al gobierno, no será una defensa más bien de una
boliburguesía, aquellos tienen la franela roja y el alma verde de dólares?
Pero la responsabilidad más grande de lo que
sucede en Venezuela no está en los boliburgueses corruptos y en los malandros
que se amparan en el discurso de izquierda para disparar y amedrentar. La mayor responsabilidad está en los
árbitros, en los cinco poderes que configuran el poder moral. Hay que
informarles a los países amigos de América Latina y al mundo que la mayoría de
los funcionarios que dirigen esos
poderes tienen vencido su período, que otros están por vencerse y que
existen unas normas constitucionales para ser elegidos. Que la sociedad
venezolana, el pueblo, tiene el deber, la obligación constitucional, de
organizarse y presionar a la Asamblea Nacional para que se elijan conforme a
derecho.
Para el chavista de a pie, es vital esto porque
le garantiza que sus líderes boliburgueses corruptos no entierren el legado del
presidente, llenando sus arcas personales de dólares y reprimiendo a diestra y
siniestra al pueblo que hace muy poco creía en el presidente Chávez. Les
garantiza la verdadera contraloría social. Les garantiza que el funcionario
encargado de una Misión no le cobre un porcentaje por darle un beneficio a los
consejos comunales, por ejemplo. Un Poder Moral, mínimamente equilibrado,
obliga a quienes están en el gobierno a ejercer con un poquito de decencia, a
jugar sin hacer tantas faltas.
La ruta democrática no es un asunto de deseos y
buenas intenciones, de un come florísmo idiota, para nada. Se trata de la lucha
más digna, más sublime, más difícil que un pueblo da en un momento histórico. Es
una lucha donde la organización, la protesta pacífica pero sostenida, con
dirigentes capaces generan transformaciones duraderas en la sociedad, para
todos los sectores, incluyendo a los adversarios políticos.
Como el asunto del arbitraje político es un
asunto clave del juego democrático y los que constitucionalmente tienen la
responsabilidad de nombrarlo son los diputados de la Asamblea, entonces, el
pueblo no debe esperar que llegue ese día. Estar por encima de la dirigencia,
en este momento histórico, es obligarlos a una actuación conforme con lo exige
la Ley.
Los diputados del oficialismo actuarán según la
línea del PSUV, porque para ellos las otras organizaciones de su alianza
cuentan sólo en el papel o para usarlas en elecciones, pero del resto sólo es
PSUV, en la designación de los últimos candidatos esa fue la conducta, eso ha
sido innegable. Ellos son representantes
de un sector de la población y deben ser responsables ante sus electores de sus
decisiones, en primer lugar y ante el país en términos generales. Además es su
responsabilidad cómo manejan sus alianzas.
Los movimientos sociales y políticos tienen el
derecho y el deber de exigir a sus representantes diputados que sean sus voceros. Los diputados
fueron electos por una comunidad para que los representara.
El caso de William Ojeda es un caso especial.
Él no está representando a nadie sino a sí mismo. Es verdad que él puede como
cualquier ciudadano cambiar su mirada y enfoque político. Puede arrastrase o no
frente a quien sea. Eso es un asunto estrictamente individual. Lo que no es
legítimo es que tome decisiones en nombre de un pueblo al cual no representa.
Ni los chavista votaron por él, por lo tanto, no es su representante y los que
votaron por él, lo hicieron porque se oponía al gobierno, porque esa era la voz
que debía y estaba obligado a llevar al parlamento. Como sabemos que el señor
es frágil en eso de la dignidad, hay ser fuertes y decididos para solicitarle
la renuncia o revocarle el mandato. Su voto en el corto y mediano plazo es
vital para el país, para la elección de unos árbitros más equilibrados.
Obviamente, el oficialismo le dará todo su respaldo y se rasgarán las
vestiduras por ese santo niño de atoche, pero el pueblo venezolano no puede seguir
permitiendo que los políticos se burlen de él en su propia cara. Petare no lo
puede permitir.
Yo cumplo como ciudadano al realizar mi
llamado, hacer mi protesta pública y proponer que se le solicite la renuncia.
Será responsabilidad de los partidos políticos, los diputados y coordinadores
de movimientos sociales evaluar lo que afirmo e instrumentalizar la acción o
no. Yo me responsabilizo de la idea. La ejecución y sus formas es asunto de los
responsables del juego político.
La misma valentía que se ha tenido para
enfrentar al Gobierno, hay que tenerla para ponerle las pilas, públicamente, a
los diputados. Pecar por omisión es hundirnos. Políticamente el pueblo ha
demostrado que tiene la altura para comprender las situaciones. La política es
un asunto público. Los diputados principales y suplentes están allí para
defender una mirada del país. En este juego ellos son el punto más débil de la
oposición, porque no sabemos cómo jugarán.
Por eso hay que pedirles, exigirles desde ya,
su compromiso público y eso no es palabra, son acciones concretas de
información, organización, denuncias… Tenemos un buen sistema de referencia
para medir el trabajo de los diputados en la coyuntura actual. En esta circunstancia
se agradece, se felicita y enaltece activistas políticos como Julio Coco que
sin organización, sin ser de una clase social media ni alta, con mínimos
recursos aporta ideas, buenas o malas, incluso
algunas personas podrían pensar que se equivoca, pero esa equivocación es una
señal clarísima que está luchando y trabajando… En cambio, los señores a
quienes se les paga un sueldo para que hagan ese trabajo, a quien el pueblo le
dio su confianza, dónde están… Mi indigestión más grande es el silencio de
muchos diputados.
La jefatura política se conquista en la
organización del pueblo, no en las oficinas con aire acondicionado. Mi verbo,
mi energía será implacable contra los que juegan al diente roto, contra los
silenciosos, contra los que se han conformado con migajas, tenemos que empezar a
ocuparnos de los vagos e indiferentes diputados sean principales o suplentes
que fueron elegidos por la oposición.
Ya está bueno de políticos mediáticos o de la
política como negocio. ¿Dónde está el jovencito que llegó a diputado después de
ser Presidente de la Federación de la UCV y que en las últimas elecciones empezó hablar
rapidito diciendo que él no estaba ni con unos ni con otros, que no era de la
Unidad pero tampoco del chavismo? ¿dónde está en esta circunstancia? ¿En qué
calle? ¿Dónde está ese bebé que no me acuerdo de su nombre? ¿Qué le dices al
pueblo ahorita? ¿Cómo se protesta más allá de la Unidad y más allá del
chavismo? ¡Muchachito es contigo!...
Mientras una madre llora la muerte de su hijo, ¿en qué estas pensando
tú…? Tu tono de voz tenía un aire de los
pueblos andinos… Mírale la cara a ese pueblo…
El movimiento estudiantil no afecto al gobierno votó por ti… ¿Qué le
dices?... Quiero verte en la calle, organizando, dando la cara, poniendo el
pellejo como tantos muchachos inocentes que han perdido la vida… Esa fue la
vida que elegiste… ¿Cuándo vas a empezar
a trabajar en serio?
Diputados, diputadas a ustedes se les paga para
que luchen, para que trabajen, para que denuncien, para que organicen, para que
aporten ideas, para que recojan el clamor de un pueblo… No es caminar detrás de
Capriles, ni de María Corina, ni de Ledezma, ni de Leopoldo… Es que caminen
ustedes...Ustedes saben muy bien a qué me refiero…
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