¿APOYO
O NO APOYO A GUAIDÓ? ¡POR FAVOR!
Jonatan
Alzuru Aponte
Escribir
sobre las decisiones políticas de la oposición en la situación actual, supone
una gran responsabilidad, sobre todo porque resulta fácil opinar cuando no se
está en las tomas de decisiones o cuando los ciudadanos carecemos de
información por parte de los decisores. Sin embargo, las decisiones de nuestro
liderazgo nos implican a todos, para bien o para mal; razón es suficiente para
elevar una opinión. Las decisiones son asunto público y estamos en una
coyuntura crucial.
1.- El
30 de abril fue una inflexión en una ruta. El problema sustancial no residió en
una decisión errada dentro de un camino. Tampoco residió en las jugadas o malas
jugadas de los militares que comparten el gobierno despótico. Tampoco residió
en la cobardía o valentía de quienes dirigieron la acción. Tampoco el problema
residió en el fracaso de una forma de lucha dentro de una estrategia general.
¡No!
El
problema fue un cambio en la estrategia. La Asamblea Nacional dirigida por su
presidente legítimo Juan Guaidó, desde enero plantearon un movimiento civil que
fuese respaldado por los militares. Lo que se planteó el 30 de abril fue un
movimiento militar que fuese respaldado por los civiles. El orden de los
factores si altera el producto. Además, mediáticamente, lo que se vio, en los
primeros minutos, no fue una acción de la Asamblea Nacional sino de un partido
político que luego fue respaldado por los diversos partidos políticos de la
Asamblea Nacional.
El
hecho es que se resquebrajó la confianza en el liderazgo de la Asamblea
Nacional que se evidencia en la falta de respaldo de la población a las
concentraciones y marchas; eso permitió, además, que el régimen aprovechara la
situación para maximizar su represión, sin guardar ningún tipo de forma.
Sin
embargo, la liberación de un preso político y que el director de uno de los
principales aparatos de la represión del déspota desertara, es sin duda alguna,
un hecho positivo en la lucha contra el despotismo. Tal vez, demasiado costo
para el beneficio.
Lo
cierto es que la acción realizada para el sector que considera que los
militares venezolanos, deben resolver el conflicto fue agotada.
2.-
Frente al escenario anterior, de forma rápida, un grupo de intelectuales y
dirigentes, manifestaron su opinión y se desvincularon de la ruta trazada por
la Asamblea Nacional, asumiendo que la institución buscaba, exclusivamente una
salida violenta.
3.- Se
inicia un diálogo en Noruega, país por excelencia, mediador de grandes
conflictos, como el de Israel y Palestina (1992-1993). Y la representación de
la Asamblea Nacional es muy clara, es su segundo vicepresidente, el compañero
de generación de Guaidó, Stalin González. Lo que significa que aquellos que se
distanciaron de Guaidó, por su acción del 30 de abril, deberían celebrar esta
nueva toma de decisión; pero también todos aquellos que han sostenido que la
Asamblea Nacional eran unos títeres del imperialismo yanqui; esos deberían
tener la valentía y con la misma fuerza apoyar ese diálogo, porque sería la
única manera de materializar una salida electoral pacífica o el cese a la
usurpación. Nada garantiza el éxito de esa acción, también podría fracasar.
4.-Pero
-lean bien el pero- estimados lectores… de los hechos relatados, lo único que
los venezolanos podríamos concluir es que la Asamblea Nacional presidida por
Guaidó está agotando literalmente todas las posibles alternativas políticas que
existen en la mesa de la opinión pública entre los venezolanos, para una salida
de los venezolanos.
Entonces,
usted podrá estar en contra de unas decisiones y a favor de otras… lo que jamás
podrá afirmar es que la Asamblea no está explorando todas las alternativas que
como pueblo frente al despotismo se pueden realizar.
¿Cómo
no respaldar a nuestra Asamblea Nacional?
No es
un asunto de apoyar a un caudillo, tampoco al muchachito pobre educado por la
oligarquía; tampoco es apoyar a Voluntad Popular, ni a la derecha… como tampoco se trata de apoyar a los
vendidos, a los izquierdistas que quieren mantener al régimen, a los social
demócratas sin palabras y corruptos… No
seamos un pueblo estúpido para dirimir el presente de una manera tan ramplona.
¿Nuestros
dirigentes han cometidos errores? sí… Hay grupos que se han aprovechado, sí… Es
difícil que una experiencia de lucha contra un régimen despótico no se cometan
serios errores, que no existan traidores y aprovechadores; eso forma parte de
lo real… También es verdad que han tenido aciertos… pero ni por los errores ni
por los aciertos debemos apoyar a la actual Asamblea Nacional… ¿Dije bien? Ni
por errores ni por aciertos, ni por buenos ni por malos. Debemos apoyarla
porque están indagando en todas las vías posibles para la salida del
despotismo.
Debemos
apoyarla porque es el único espacio institucional donde están representadas la gama
ideológica del espectro político venezolano; pero sobre todo por un pensamiento
táctico y estratégico -( a quién esta más allá de la izquierda y la derecha,
que no tiene simpatía por ningún partido político de oposición… te doy razones
para apoyar a la Asamblea Nacional…)-.
Deben apoyar
a la Asamblea Nacional, incluso, aquellos que sostienen que lo único que debe
hacer Guaidó es llamar a Trump para que intervenga… ¡Idiota! Si esa es tu vía
de solución, hoy debes apoyar a la Asamblea Nacional y sus decisiones y
quedarte calladito… porque es la institución reconocida por los países aliados
contra el régimen despótico. ¿Acaso a ti, desde tu biblioteca o desde tu cabina
de radio, te tomarán en cuenta? ¿Puedes llamar a cualquier presidente de los 50
países que reconocen a Guaidó y a la Asamblea Nacional, para que intervengan?
¿Quién
en el mundo reconoce a los sabios intelectuales, a los viejos políticos sin
partidos… a los gritones de internet, a los grupitos de partidos políticos sin
representación en la asamblea nacional?
Y la salida política en Venezuela, para bien o para mal, está enmarcada
en un escenario internacional. Esa es una realidad que ni queriendo la podemos
modificar. Y la única voz reconocida internacionalmente es la de nuestra
Asamblea Nacional. No seas idiota…
Es la
hora de apoyar a la Asamblea Nacional, sin guabineo ni medias tintas. Lo otro
es hundirnos con la bota de un idiota déspota en el cuello… Pero la
responsabilidad sería de nosotros mismo. ¡Por favor!
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