LA PALABRA DESNUDA
@jonatanalzuru67
Dedicado a
todos los muertos, heridos, presos, torturados, desnudados. Para todos aquellos
que siguen en pie de lucha, cuyas armas son las palabras, la organización, la
protesta pacífica, activa y contundente, para la transformación de las
estructuras sociales, con una opción preferencial por los más pobres.
“Cuando se tiene coraje
la denigrante desnudez
los viste de
dignidad”
Hildegart Acosta
Palabra y piel
navegan juntas en el Caroní de la existencia.
Palabra
desnuda, olor a páramo y desierto. Guayaba a ritmo de maíz pilao. Tejida con
moriche y caña. Entreverada de cenizas y garabatos. Embadurnada de estrellas y
asfalto, vinagre y barro, cuaderno y grafito, chamusca huracanes y rinocerontes.
Orgullosa se
planta en los barrios, en las esquinas, en el deseo autopista, como una
infinita orquesta de orquídeas y amapolas, frente a la cobardía estéril de una
muralla hedionda de vergüenza. Su merengue corroe las entrañas de los “bárbaros
Atilas” con el sonido rebelde del Catatumbo, Orinoco infinito, ensordecedor de
metáforas eternas.
El cuerpo
desnudo es una palabra sin ataduras ni ropajes. Su piel arcoíris es un pastel chocolate,
en una hora asfixiada por nubes ácidas y redoblante. No le teme al redil, ni a
los barrotes, porque no hay represa que contenga su sonrisa. No muere en
pocilga, ni usa huella dactilar pá la comida. Ella baila sudada de esquina a
esquina, no se arrincona, no tiene centro, no tiene opuesto. Es viento y mar,
Peter Pan y Quijote.
Ella se afirma
en su despliegue. Hace el amor en el sur, en el oeste, en el norte o en el
este, porque es traviesa y no tiene residencia. Se abrazó al pastor de nubes y
bailó en medio de los móviles de Calder. Emprendió su vuelo. Petare, Catia,
Rubio, Yaritagua y Timotes.
La palabra,
desnuda, ha salido de su casa. Del rancho del aula de la urna del atril de la
camilla. Dicen que anda por allí, amalgamando sueños en cada susurro, en cada
beso, en cada grito huérfano, en cada lágrima, rígida de sangre. Madre y padre
que no fueron, porque la bota purulenta, verde oliva, se encargó de silenciar,
con la cínica mirada del cancerbero.
La palabra
desnuda interpela y conmueve al poderoso porque
es áspera, dura y atraganta. Por eso no teme sentarse en la mesa del
opresor, porque sólo su presencia le quebranta la voz de su miseria.
La palabra
desnuda, sin pudor, habla cara a cara, no le importa que ellos se arropen con
idiomas extranjeros, portugués o mandarín, o venga en caravana con imperios y
leyendas. No le importa que crucen manos
y abrazos con súbditos y príncipes, hediondos a pólvora y napalm. No le importa
que los invite a su foro, cual Nerón en decadencia.
A ella no le
importa cómo se presentan, porque se multiplica como una inmensa bola de nieve
dibujada por espejos. Voz torrencial, elegancia altiva de su sencillez, para
interpelar a la llaga putrefacta que intentó, inútilmente, doblegar a un
pueblo, a su cuerpo, con fusil y bayoneta, con cicuta y estiércol.
La palabra
desnuda es orfeón, coral, violines y trompetas. Quitiplás y tumbadoras. Un vendaval inmenso como un
tsunami de cuerpos, que dibujan horizontes, universos, un inmenso reflejo. Llamado
dignidad.
Jonatan Alzuru
Aponte
Lunes 7 de abril
de 2014.
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