CARTA A ANTONIO LEDEZMA
Y A LA COMUNIDAD NACIONAL
E INTERNACIONAL
La presente misiva tiene por
objeto plantearle un conjunto de reflexiones e interpelaciones políticas al
Alcalde Antonio Ledezma, a su vez, espero que sirvan de reflexión para la
comunidad nacional e internacional.
1.- Estimado Alcalde vaya mi
reconocimiento por su valentía, coraje y voluntad política en estos momentos
aciagos que vive nuestro país. Ojalá su ejemplo de activismo político con
relación a la organización, participación y beligerancia, en la calle, estimule
al resto de los diputados y organizaciones políticas que públicamente han dicho
que se oponen al gobierno, pero que su silencio retumba en las urnas de los
muertos de los venezolanos en estos días.
Aprovecho, en este aspecto, para
exhortar a los gremios, a las comunidades y a todos aquellos que durante estos
días se han desvivido en la protesta, para que comprendamos que es vital no
sólo que más venezolanos se sumen, sino y sobre todo, los dirigentes políticos.
Rechazarlos es un profundo error de nuestras comunidades. ¿Qué estaban en
desacuerdo con salir a protestar en febrero contra el gobierno y ahora se
incorporan? ¿Cuál es el problema? ¿Qué político, qué venezolano, no ha cometido
no uno, sino miles de errores? Estamos en una crisis política profunda.
Justamente los que han elegido como su oficio la política son los primeros
convocados a la calle. Ciertamente, han estado rezagados y es preocupante, pero
debe alegrarnos que se sumen.
La razón es práctica, son
nuestros voceros legales y legítimos en la Asamblea Nacional. Es muy distinto
ver un debate en la Asamblea cuando uno ha sentido al diputado (a) a su lado, arriesgando
el pellejo como cualquier venezolano, escuchando los planteamientos de las
comunidades, aportando ideas, organizando y siendo portavoz del pueblo que representándose
a sí mismo o a su partido en el debate. Es obvio que muchos están en silencio,
todavía. Hay que llamarlos, interpelarlos, porque no los podemos sustituir a
nuestros diputados de oposición, en este momento. Tenemos que ser realistas y
prácticos.
Si siguen en silencio en esta
coyuntura, sólo tiene dos explicaciones o están chantajeados de alguna manera o
son profundamente indolentes y no
merecen representar a nadie. Pero aquellos que se incorporen a la lucha debemos
recibirlos con los brazos abiertos y contar con sus aportes, su experiencia en
este proceso complejo que vivimos, a los diputados, a los secretarios generales
de los partidos políticos, a su dirigencia. Hemos tenido honrosas excepciones
como María Corina Machado y otros que tímidamente han hecho presencia, pero que
se están sintiendo como Andrés Velásquez, desde Guayana, por ejemplo.
Alcalde en esto, usted ha dado
ejemplo.
2.- Ahora bien, cuando se hace,
cuando se actúa es muy probable que se cometan errores. No cometen errores
aquellos que no hacen nada, precisamente por eso, son prescindibles. De allí
que mi carta no pretende enjuiciar el trabajo realizado por usted, sino
puntualizar algunos aspectos que me parecen errados. Ciertamente, usted tiene
muchísima más experiencia política que yo y, también, mayor conocimiento de los
factores y actores políticos. Aun así, desde mi asimétrica inferioridad en la
práctica política me permitiré hacerle algunas observaciones precisas, y espero
que contundentes.
A.- En el día de ayer, como
muchísimos venezolanos, estaba feliz por la derrota al militarismo que la
sociedad civil, abuelitas, madres, muchachos y los dirigentes políticos
lograron en la plaza Altamira, al desplazar la ocupación militar que se realizó
desde la mañana. En el momento que el artista Javier Vidal, recordaba al mayo
francés por las flores que les daban a los militares, usted estaba en una
entrevista en Globovisión que lamentablemente, el gobierno irresponsable cortó
con sus abusadoras e inútiles cadenas. Ciertamente, usted no pudo culminar su
argumentación por la interrupción. Fue
abortado su discurso cuando usted hacía un llamado a las Fuerzas Armadas para
que tomaran conciencia de lo que sucedía. MI pregunta hacia usted es: ¿Cuál es
el objeto, el sentido y el horizonte práctico de ese llamado? No me limitaré a
preguntar, sino que responderé, claramente, desde mi perspectiva el asunto.
Los militares institucionales
serían extraterrestres sino observaran, sintieran, padecieran y concientizaran lo
que está sucediendo en Venezuela. Entonces, hacerle un llamado para pedirle
conciencia es partir del supuesto que viven en la luna, es una falta de respeto
a su sensibilidad e inteligencia. Si el llamado es para que se pronuncien
públicamente sobre la situación, le digo lo siguiente, los venezolanos padecimos,
gravemente, cuando en una coyuntura los militares se comportan como dirigentes
políticos. Eso sucedió en la Plaza Altamira en el pasado, hicieron un desfile
de pronunciamientos y todos están fuera de la Fuerza Armadas, exiliados, muchos
con sus familias destruidas. Desde esa perspectiva ese llamado es una torpeza.
Pero además, una acción que
realice de buena voluntad, un militar, repitiendo el mismo error que sus compañeros
de armas en el pasado, genera como consecuencia la pérdida de la legitimidad de
la protesta, porque ningún país de América Latina ni del mundo, pudiera dar
crédito que la crisis venezolana es estrictamente, como lo es, por el
desbarajuste económico, por la escasez de alimentos y medicinas, la inseguridad
y, ahora, sobre todo, por las violaciones reiteradas de los derechos humanos,
por algunas prácticas de terrorismo de estado. La consecuencia práctica es que
los muertos serían en vano. Y el gobierno adquiriría un nuevo aire. Justamente,
por la irresponsabilidad de un militar o varios que acudan a su llamado de
pronunciarse públicamente.
La tercera opción es más grave
aún, tengo fe que no sea así, que su llamado sea para que se comporten como un
militar en ejercicio frente a una crisis sociopolítica. Es decir, en blanco y
negro, que den un golpe de estado. Justamente, la experiencia sureña debe ser
una referencia de lo que no se debe hacer. Venezuela jamás debe ni soñar, pasar
por la experiencia chilena. Eso sería un
baño de sangre a corto, mediano y largo plazo, donde nadie sabe quien gana ni
quien pierde, porque siempre pierden todos. Pero políticamente sería abofetear
el profundo esfuerzo cívico, el extraordinario y gigantesco arrojo creativo,
organizativo y popular que han generado los estudiantes universitarios. Sería
deshonrar la memoria de todos los caídos.
Yo estoy seguro que fue un asunto
de apasionamiento y de conmoción frente al dolor que se siente al ver cómo la
Guardia Nacional atropella, veja, insulta e indignamente ampara a delincuentes, para que ataquen a la población
desarmada, a personas que ni siquiera están en la protesta. Eso lo entiendo, es
un asunto de pasión. Pero, entonces, estimado Alcalde, comprendiéndolo y
estimándolo, profundamente, por la lucha que actualmente dirige, le pediría que
se retracte o explique el sentido de su llamado, porque como no pudo terminar
su idea, quizás me estoy apresurando a interpretar indebidamente. De ser esto
último le pido desde ya, excusas públicas.
B.- Un punto que desarrolló en el
programa fue la comparación entre los acuerdos incumplidos por el gobierno en
el 2003 y su legítima duda que en la actualidad cumplan cualquier acuerdo. En
primer lugar, la comparación a mi juicio, es desacertada. La pregunta política
es por qué una de las partes pudo incumplir, flagrantemente, los compromisos.
Obviamente, porque la contraparte, la oposición, en este caso era sumamente
débil, la población desconfiaba de su dirigencia. La razón de ellos fueron
todos y cada uno de los errores cometidos el 11 de abril. Eso es público y
notorio, por lo tanto, no profundizaré
en ello.
¿Acaso hay garantía que cumplan
en la actualidad los acuerdos? Obviamente, el gobierno intentará burlarse de
los acuerdos si se llegasen a dar. La historia de los actuales gobernantes así
lo evidencia. El pasado nos sirve para aprender cómo actuar en el presente.
Sería totalmente errado construir una agenda política para resolver el
conflicto y la población quedarse como invitados de palos. Por el contrario, la
fuerza de la organización y la protesta deben permanecer pacíficamente y de
manera innovadora, es la única forma de mostrar músculo para alcanzar acuerdos
que se cumplan. Además, debemos solicitarle a UNASUR, a la Iglesia, a la OEA, a
la ONU que sean vigilantes de los acuerdos y que se cumplan.
Por ejemplo, un punto nodal de
nuestra crisis política son los poderes morales, Fiscalía, Contraloría,
Defensoría, TSJ y CNE. Una gran mayoría tiene vencido sus períodos y a otros le
faltan meses para que se venzan. Un acuerdo en lo inmediato podría ser
adelantar el fin del período de la Fiscalía y Defensoría, que coloquen sus
cargos a la orden y la razón de peso es que han actuado durante esta crisis de
manera parcializada, hay suficientes evidencias para mostrarlo. Y nombrar
nuevas autoridades en dichos poderes conforme a la constitución. Los diputados
del PSUV, seguramente, harán gala de su mayoría parlamentaria para nombrar,
nuevamente, a personas que constitucionalmente, no deberían ejercer dichos
cargos. Antes de que actúen de esa manera, sería cuando la ciudadanía debería
ejercer la mayor presión, en la calle, y los organismos internacionales, también.
Ninguna organización internacional del mundo se opondría a obligar a la
Asamblea Nacional a cumplir, literalmente, el mandato constitucional.
La fuerza de la organización, con
información y denuncia puede lograrlo. Es cuesta arriba sí, pero es una lucha
válida, legal, legítima y nadie podría cuestionarla. Además es de corta
verificación en el cumplimiento de los acuerdos. Obviamente, el principio es
que la calle no se abandona, pacífica y creativamente, hasta tanto se cumplan
los acuerdos, hasta que se obligue al gobierno a cumplirlos.
c.- Con relación a las formas de
lucha, a las formas de la protesta, existe una larga literatura y experiencia
en los movimientos sociales y políticos de lo que se ha llamado la izquierda
nacional e internacional. De allí que es un fariseísmo verdaderamente ridículo
por parte del gobierno pretender satanizar cualquier protesta, incluyendo, las
guarimbas. Esa forma de lucha fue utilizada por los piqueteros en Argentina y
los cocaleros en Bolivia, por ejemplo.
Sin embargo, Alcalde allí se
tendría que orientar con precisión. Ciertamente, coincido con usted que en
algunas zonas del país, tal forma de lucha es la única manera que ha encontrado
la población para defenderse de los ataques indiscriminados de la Guardia
Nacional y de civiles que actúan con su amparo. Pero también es cierto, que en la
mayoría de los casos, tal acción es contraproducente no sólo porque desune a la
comunidad, sino que se presta para que el gobierno manipule y confunda a la
opinión internacional.
Por el contrario, han sido muy
efectivas las formas de lucha del movimiento organizado estudiantil a través de
pancartas, colocación de sillas, difusión de videos, entrega de panfletos, etc.
El asunto en las formas de lucha, lo saben bien los políticos de izquierda es
cuál es más conveniente en un momento determinado, para el logro del objetivo
que se traza.
En este punto no quisiera dejarlo
sin mencionar la ilegalidad de la sentencia del TSJ obligando a los Alcaldes a
paralizar las guarimbas. La razón práctica es que legalmente sus policías no
tienen esa función. Miente la defensora internacionalmente cuando afirma que la
fase del diálogo no se cumple porque los policías municipales no lo hacen. Hay
que expresarlo y repetirlo, no están preparados para ello y no es su función.
Esa es una función exclusivamente reservada al gobierno nacional. Por
decisiones como éstas es que se solicita, con urgencia, cambiar a los
magistrados que tienen el período vencido.
El Gobernador Tareck, junto a
inteligencia, al parecer, detuvo a un presunto terrorista, llamado Nga Kwan
Cheng, nacido en China y nacionalizado. Me parece excelente, lo felicito. Sin
ironías, absolutamente en serio.China debe aportar los antecedentes del
mencionado señor. E inteligencia debe mostrar las evidencias de la conexión
entre ese señor y las organizaciones políticas y civiles que se oponen al
gobierno, si existiera. Es responsabilidad del gobierno mostrar con pruebas,
dónde compró las armas, cómo las introdujo al país, cuáles eran sus contactos,
etc. Quien esté involucrado debe responder antes las autoridades, pero sobre
todo frente al país y a la América Latina de tales acciones insensatas. No evidenciarlo,
suficientemente, sería un ingrediente más para desconfiar de las prácticas
gubernamentales.
Ahora bien, de manera
irresponsable, el gobierno acusa a los vecinos de terroristas. Una muestra
clarísima de cómo se ha defendido la población es lo incautado en Altamira por
la Fuerzas Armadas, lo presentado es verdaderamente risible, para engranar una
cosa con la otra, a saber: piedras, bombas molotov, clavos, palos, vinagre y
remedios como arsenal de un grupo terrorista. Lo saben muy bien los fariseos
del gobierno, lo incautado se queda pequeño, una bobería, para lo que se usaba
en la universidad en la época de los ochenta cuando eran estudiantes, para no
referirme a las décadas de los sesenta y los setenta.
El presidente afirma que hay
miles de jóvenes entrenados. Una vez más le indico que eso es una profunda
falla de inteligencia militar y política, explicable solamente porque exista
una complicidad con los funcionarios. Lo cierto del caso es que en cuarenta
días han hablado de francotiradores, de grupo terrorista y hasta ahora, han
mostrado a un chino. Pero lo que si se
ha visto en docenas de videos, fotos, en las casas, edificios y apartamentos es
cómo civiles disparan, lanzan piedras y bombas junto a la Guardia Nacional y
ninguno está preso o están preso, según el presidente, pero públicamente no se
conocen sus nombres y apellidos, ni el sitio de reclusión.
Finalmente, Alcalde, coincido con usted que la
pretendida comisión de la verdad que en este momento impulsa el oficialismo en
la Asamblea Nacional es una farsa. Precisamente, porque los poderes públicos
están parcializados.
Sin otra consideración, queda de
usted.
Dr. Jonatan Alzuru Aponte.
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