EL
ERROR DEL GOBIERNO Y LA UNIDAD DE LA OPOSICIÓN
Henrique Capriles coincide con la
posición que manifestó Freddy Guevara que el 11 de noviembre es un día para
evaluar los avances del diálogo o no con relación a la ruta electoral y el trabajo de las distintas mesas. Capriles
explicó de forma detallada por qué y en función de qué el pueblo de Venezuela
debe esperar unas horas, unos días… asumiendo que quien está dirigiendo el
diálogo es el Vaticano. Pero colocó una
fecha de evaluación donde se le indicaría al Papa que el gobierno simplemente
se mantiene en la violación constitucional o inició un proceso de acuerdos… La fecha se entiende como sistema de referencia. Voluntad Popular y
Capriles coinciden en eso.
Por su parte Henry Ramos Allup
asumió que si el gobierno no realiza gestos concretos, claros y precisos
simplemente se levantarían de la Mesa de Diálogo. Esa decisión obviamente
pasaría por la evaluación de las señales, de los gestos y decisiones políticas
e institucionales que realice el gobierno. No es una mesa para eternizarnos,
afirmó Allup. Es decir, también coincide el Presidente de la Asamblea y,
obviamente, Chuo Torrealba.
Un hecho relevante e importante. Chuo
Torrealba a través de mensajes dirigido al Papa quien preside la mesa de
diálogo, inició la defensa de Voluntad
Popular, sosteniendo que la agresión tanto a Freddy Guevara como a su Partido Político
es una patada a la mesa de diálogo. De la misma forma y con el mismo sentido se
expresó Henry Ramos Allup, ayer y en el día de hoy.
El
gobierno Maduro comete su primer error flagrante en el juego que venía
desarrollando de forma sumamente inteligente. El gobernador de Aragua,
siguiendo la línea establecida por el gobierno, en una entrevista el día de hoy
afirmó que Voluntad Popular no era un partido sino una agrupación terrorista que
la justicia debe encargarse. Esas declaraciones por parte del ejecutivo son
sustanciales no accidentales dentro de este proceso.
Tal
ataque fue un elemento para amalgamar, de forma inmediata, a todas las fuerzas
de oposición. De hecho ese ataque
cohesionó a la dirigencia en la defensa de uno de sus miembros. Esas palabras son un talón de Aquiles para el
gobierno dentro de la Mesa de Negociación.
En cualquier contexto las
ofensas, las amenazas por parte del gobierno no le generan pérdidas, más bien
las usa como expresiones de la prepotencia del poder; pero en la coyuntura, en medio
de la mesa de diálogo, desde el estricto asunto político, puede transformársele
en una debilidad donde la oposición debe trabajar su iniciativa; nacional e
internacionalmente, formal, institucional y en el diálogo… Tal como lo han
iniciado de forma acertada.
La
concertación siempre ha sido la condición necesaria para garantizar algunas
victorias; pero en este momento histórico es decisiva, bien sea continuar en la
Mesa, bien sea levantarse en un momento dado, retroceder, detenerse o avanzar.
Voluntad popular puede jugar un papel estelar en estos días, dando ejemplo de
cohesión, sobre todo mostrando su liderazgo y sobre todo persuadiendo y
articulando a los quince partidos que hicieron pública su diferencia con el
diálogo.
Y
puede ser un extraordinario papel porque el poder gubernamental, el adversario
principal, los está colocando políticamente en primer plano. Una negociación política es una forma de
lucha. Hay que maximizar las tácticas y estrategias. Es un extraordinario
momento para Voluntad Popular, solo de ellos depende quedarse en una queja o
transformar el error del gobierno en una política de corto plazo con
efectividad para la cohesión de la oposición.
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