BORDES AL BORDE
Dedicado a mi familia colombiana:
A mi hermana Tania y a sus hijas, a mi hermano Carlos
y a sus hijos, a mi hermana Nancy y a sus hermanas de Congregación, a Juan y a su familia, a Claudia y a su familia; a
los fantasmas, titiriteros, poetas y juglares que vinieron de Bogotá para
regalarme el fundamento de mi amor, mi amada esposa, Ninoska.
A la familia elegida que piensan al Borde, están al
Borde y resisten todo desde Bordes: Otto Rosales Y Fania Castillo
A los sueños, fantasías e ilusiones de las niñas del
borde, quienes quedaron sin lucero, y a los niños que perdieron el carrito de
plástico en una tormenta que le borda la piel como surcos desgarrados.
Como la luna que alumbra
Por la noche los caminos
Como las hojas al viento
Como el sol espanta al frio
Como la tierra a la lluvia
Como el mar espera al rio
Así espero tu regreso
A la tierra del olvido
Cómo naufragan mis miedos
Si navego en tu mirada
Cómo alertas mis sentidos
Con tu voz enamorada
Con tu sonrisa de niña
Cómo me mueves el alma
Cómo me quitas el sueño
Cómo me robas la calma (Carlos Vives)
Por la noche los caminos
Como las hojas al viento
Como el sol espanta al frio
Como la tierra a la lluvia
Como el mar espera al rio
Así espero tu regreso
A la tierra del olvido
Cómo naufragan mis miedos
Si navego en tu mirada
Cómo alertas mis sentidos
Con tu voz enamorada
Con tu sonrisa de niña
Cómo me mueves el alma
Cómo me quitas el sueño
Cómo me robas la calma (Carlos Vives)
Campana en el fondo del río. Miguel Márquez
La Virgen de Coromoto se
fue en danta a Sorte;
y con Mariposas Amarillas
se lanzó al Arauca, al Caroní, al Orinoco, al río de Sangre en medio de Boleros;
a media noche, donde la
sabana se confunde con la mar, para escuchar el grito asfixiado del Borde.
Borde expresando bordes
Borde gimiendo Bordes
Borde rezando Bordes
Borde sudando bordes
El negro Felipe al Borde
El negro oliendo los Bordes
El negro Felipe era
blanco,
era un lobo guerrero
blanco;
el negro Felipe, un blanco
Loboguerrero…
un lobo blanco; negro
guerrero; guerrero negro blanco, lobo blanco era el negro,
el vasco negro guerrero,
el del altar de mi sueños, el negro Felipe cimarrón de mis luceros, Felipe el
santo en Yaritagua, más allá de agua negra, del otro lado del cielo, en la nube
izquierda del dolor, el negro era lo Máximo, el Máximo negro Guerrero, como un
Lobo Blanco negro, blanco era el negro Felipe.
El negro Felipe era un
poeta, que danzaba con la lanza, montado en una Danta;
Felipe era el borde,
pintor de soledad;
Borde de luz oscura;
el negro Felipe estaba en
el Borde de luz,
a los Bordes de la
oscuridad…
Yo soy el negro Felipe….
El Volcán Nevado de Ruiz…
soy la negra Lorenza
negra del Tuy, negra negra
noche con alma, tambor dormido bajo mi pecho
tengo un dolor de candela
corazón rojo por dentro, corazón negro por fuera
corazón sombra del blanco,
tengo rebelde el pelo, tengo rebelde las manos, manos trenzadas (Madera)
negra del Tuy, negra negra
noche con alma, tambor dormido bajo mi pecho
tengo un dolor de candela
corazón rojo por dentro, corazón negro por fuera
corazón sombra del blanco,
tengo rebelde el pelo, tengo rebelde las manos, manos trenzadas (Madera)
Tengo
rebelde el pelo, tengo rebelde el alma, tengo rebelde el cuerpo, el volcán
rebelde del ojo, el ojo rebelde de llanto, soy Lorenza, soy Felipe, soy madera
fina, en el fondo del río tiembla Venezuela; en el fondo del río, tiembla;
tiembla, en el fondo del río.
La fina
madera, tiembla Venezuela; terremoto de sangre y de dolor, tiembla Venezuela;
madera fina del tambor dormido, tiembla Venezuela; Changó y Obatalá, tiembla
Venezuela; estrellas de Yuca, tiembla Venezuela; cambures y flores, tiembla
Venezuela; obatalá ubá moró, tiembla Venezuela; padre nuestro que estás en el
cielo, tiembla Venezuela; desiertos y mares, tiembla Venezuela…. Padre nuestro,
tiembla Venezuela… en el fondo del río tiembla Venezuela, en el fondo del río,
en el fondo del río.
Soy
Lorenza, soy Felipe, soy volcán, soy sueños… soy el temblor de tu piel, en el
fondo del río… Tiembla Venezuela.
¡Tiembla
Venezuela!
Venezuela
Tiembla
En el fondo
del río
Tiembla,
tiembla, en el fondo del río.
Nací en 1600, según cuenta
la leyenda, en Cartagena, en Cali, en Bogotá, en Santa Marta, en Bucaramanga,
en Medellín, en los maizales cargados del mar rojo de llanto y silencio;
el negro Felipe nació en
el fondo del río, cuando el tirano mandó, en el fondo del río y vino aquí… y
vino aquí… al centro de mi infancia, en el fondo del río… en el fondo del río, tiembla
Venezuela.
La historia de mi patria
es la historia de mi infancia;
La historia de mi patria
es la historia del Caribe entre guayabas y boleros, como una misa de turpiales
y becerros, como un guaguancó en viacrucis.
Y vino aquí, a Barlovento,
a parir su niño de Varsovia…
Ese niño hizo estrella,
rueda de camión muerta,
estropajo de mamones;
acurrucado,
con la piel agonizante,
habló con los ojos al
viento:
Tiembla Venezuela
Tiembla Venezuela
En el fondo del río
Yo nací un jueves,
quizás lunes con aguacero
y sol,
con la piel de sardina y
los dientes de olivo;
yo nací con uñas de
dragón; nací en Cafarnaúm, en Nazaret, en Belén, en Magdala, en Cubagua, en
Antioquia, en Valdivia, en el viejo San Juan;
Yo nací en Caracas,
justo en el centro de Bogotá;
yo nací el día de la
huella, cuando el ritmo se apagó y quedó un rumor de sonido seco en el fondo
del río, campana;
Que no me anden con la
campana que yo soy el campanero
Campana pan, campanero,
campana pin, pin
Pin duele, pan llora
y
agrio,
en el fondo del río;
en los bordes de mi piel,
en el fondo del río.
En el fondo del río
Tiembla Venezuela
Campana, en el fondo del
río.
Yo nací sin escuela, sin padre
ni madre, fui parido por estrellas que se comieron un puñado de arroz;
indigestadas dieron a luz
una luz con asma, en el
fondo del río;
en el fondo del río,
tiembla Venezuela.
Yo nací como bofetada de
rinoceronte, entre apamates embriagados, con un sexo triste, tristísimo y sin
sueño;
como si el látigo del
fusil quemara el alma.
Yo nací con el sol en el
lomo, como ave fénix con patas de
cocodrilo;
yo nací en la selva de
Auschwitz,
entre Vietnam y el Tibet,
entre Managua y el arrabal
de Coche,
inclinado a los pies de la
Cruz en San Cristóbal,
en la Parroquia de San
Luis, donde los sauces no han detenido el sudor de sangre que huele azufre.
En el fondo del río,
campana.
Campana en el fondo del
río
Campana en campana en
campana encampana encampana
Nan nan nan nan nan
En el fondo del río
Campana ahogada al Borde
En el fondo del río
Afónica campana
En el fondo del río
Río llorando Bordes
Bordes llorando ríos
Campana llorando ríos,
bordes
En el fondo del río
El borde, inglesamente íngrimo,
solitario, se levantó de madrugada, sin ojo, sin brazos, con retazos de piel sudaca, piel caliche, piel de
negro, veneco,
tiembla Venezuela en el
fondo del río.
Borde llorando bordes
Borde gimiendo el borde
Borde sangrando bordes
Campana en el fondo del
río
Solo deseo que escuchen mi
grito desgarrado, aislado, insurrecto, como un volcán de llantos y pañales,
como una orilla de rodillas indigestada de Dios, como vagina de puta sin
consuelo, sin respiro sin amor, como un rosario sin vela, como monja sin Cristo
en el fondo del río…
Amigos del Borde, al
Borde, desde mi Borde quiero que escuchen mi baile, Dionisio llorando Apolo,
Dionisio llorando Cumbia, Apolo cantando Samba Catedral de sal, en el fondo del río, campana …
Amigos quiero lamerlos
que sientan mi lengua
desgarrada vomitando azucenas como campana en el fondo del río…
Me desperté sin piel, como
si el abismo jugara una partida de ajedrez con los aguacates;
Me desperté con un mango
podrido entre los dientes…
El rancho se hizo Macondo y a Bogotá le dolió
Caracas en su vientre;
Me desperté sin piel y
vomitando, en el fondo del río
Me desperté con un canto
chamánico, cantos de Urdaburú, en la cima del oro, donde se perdieron los
peregrinos buscando Compostela, con mujeres de piel de cabra y hombres con caras
de amapola;
Borde cargando Bordes
Borde sudando Bordes
Campana sangrando Bordes
En el fondo del río
Venezuela en el fondo del
río
Venezuela tiembla en el
fondo del río
Venezuela campana
sangrando
En el río Borde
Bordes en el fondo del
Borde
Me desperté donde se
confundieron las lenguas; irlandeses, portugueses, griegos y romanos dieron
fiesta;
Roma se impuso como un
vaticano destrozado, como si el alarido de la piedad navegara en las riveras
del Magdalena… en el fondo del río. Campana.
Me desperté para gritar
tierra sedienta de tierra, tierra de duraznos grises, comandando al río,
destrozando bordes.
Trochas gimiendo ríos,
campanas, silencios colgados del cielo, los besos del morichal están huyendo
porque el alcaraván está llorando junto a la luna…
Me desperté con alaridos
naranjas
Me desperté con la piel en
llama y lengua de serpiente
Quiero gritarles
Desde el Borde
Quiero que escuchen
En el Borde
Desde el Borde de mis uñas
Quiero una lluvia de
teteros como mares de almendrones,
como cabello de virgen en
la ensalada del amor.
Quiero una lluvia de
almendrones, en el fondo del río
limones con cáscaras de
muñecas, trapos con ungüento de palma como campanas en el fondo del río…
Allí está una vieja de dos
meses de nacida,
llorando vida
los hijos que no tuvo al
Borde del silencio
con la piel de Amaranta
Úrsula y ojos de loca,
la loca Luz Caraballo dice
del decreto del juez,
como campana en el fondo del río.
Me duele la querencia
El sol de los venados
No hay caimanes en el río
y no hay Mercedes que se
bañe
No hay amigos, no hay
pésames, no hay luna, no
hay campana, no hay
morichal, la guácara quedó sin orilla y sin lucero
no hay banderas
todo arde
Bordes
Borde
Bordes
En el fondo del río
En el fondo del río
En el fondo del río.
En el fondo
No hay
Campana
Solo llanto
silencio.
Jonatan Alzuru Aponte.
Desde Caracas, llorando
mis fronteras, un primero de septiembre del año de pascua, 2015.
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