ENTRE CONFLICTOS: LA
UNIVERSIDAD
El gobierno acusa, trata de
imponerse, someter al otro. Pide diálogo y dice cantar verdades. Lo cierto del
caso es que cuando Lorenzo Mendoza explicó con buenas razones, de forma asertiva
y limitándose a su ámbito. Los señores del gobierno quedaron sin habla, pero
con gritos fuertes y con los mecanismos de poder, a través de las divisas para
manipular, chantajear y pretender gobernar.
Cuando los del gobierno pensaron
que los diputados de la Unidad Democrática no se sentarían y discutirían los
términos para construir acuerdos. Calcularon mal. Asistieron, dieron razones y
aceptaron la propuesta de dialogar en público y en privado sin ningún tipo de
nervio. El gobierno respondió manteniendo la suspensión de los salarios, sin
convocar al parlamento, con el mismo aire del gorilismo latinoamericano de
antaño.
Los universitarios nos
enfrentamos hoy a una situación verdaderamente escandalosa con relación a los
salarios. De forma democrática estamos discerniendo en las distintas
universidades las formas de lucha. Tirios y troyanos saben, comprenden, que los
profesores estamos viviendo en condiciones de precariedad.
Un profesor que inicia su carrera
académica debe poseer titulo de cuarto nivel. Significa que para concursar por
el cargo, su inversión en tiempo de estudio es mínimo de siete años,
licenciatura más especialidad. Además, en el caso de la UCV, debe presentar un
examen oral y escrito, debe sacar una nota superior a 15 y mayor a cualquier
otro concursante, trámite que debe hacer para ganar, prácticamente, un sueldo
mínimo trabajando a tiempo completo.
Para duplicar ese salario, el
docente debe aumentar de escalafón y para ello debe cumplir unos lapsos
establecido en la normativa universitaria. Para aumentar de escalafón debe
entregar un trabajo, es como una tesis, donde hay un jurado que lo evalúa, al
aprobarlo aumenta de escalafón. Para duplicar ese salario mínimo al ingresar, entonces,
debe entregar como mínimo tres trabajos en un lapso no menor a diez años. Esa es la realidad del profesor universitario
hoy. Con una realidad económica tan aplastante y asfixiante, es inviable no
sólo mantenerse sino optar por la carrera universitaria. El docente sobrevive.
¿Cómo mantiene una formación continua? ¿Con qué dinero compra libros para
actualizarse?... Pero eso ya sería lujo, porque la realidad lo conduce a
preguntarse por asuntos más básicos: ¿cómo come, paga vivienda, mantiene a los
hijos…?
Cualquiera que termine la
licenciatura considera que tiene una experticia en un ámbito del saber que debe
ser remunerado. ¿Se imagina cualquier egresado que su salario base sea similar
al sueldo mínimo? ¿Se imaginan que le digan que para duplicarlo debe hacer tres
tesis y para ello debe durar como mínimo diez años? Razones sobran para
protestar.
El gobierno ha actuado en sus
diversos conflicto gatopardianamente. Simula hacer para no hacer nada. Simula
dialogar para no hacerlo. Chantajea con golpe de estado, violencia irracional,
cultura de la muerte cuando se implementan formas de lucha o peor aún, dejan
morir a los huelguistas como fue el caso del señor Brito. Y no pasa nada, todo sigue mal y no pasa
nada.
A quien llaman mentira fresca,
ayer, amenazaba a los medios de comunicación, porque según él son los
responsables de la violencia. En el fondo lo que quiere es acallar, el simple
dato real que somos uno de los países más violentos del mundo donde la
impunidad es tan extrema que en su mitin de clausura de campaña, murieron seis
venezolanos en manos de los propios seguidores… Pero sigue… Con una precaria
legitimidad, pero sigue… Su lógica es transformar la ineficacia e ineficiencia
como resultado de una guerra que otros, los medios, los partidos políticos, los
norteamericanos o expresidente de otras repúblicas son los responsables. Cada
día inventa una nueva guerra. Objetivo que nos olvidemos, que todo pase, que se
nos olvide presos como el General Rivero… que se nos olvide… que se tema luchar…
Que cada día el país amanezca liberándose de otra situación… Ese su objetivo.
A los universitarios nos sale
enfrentar la situación. Innovar en las formas de lucha o reiterar en formas de
lucha tradicionales. Hemos realizado consultas democráticas, pero lo que no
podemos es dar tregua. No podemos permitir que en este ámbito, el gobierno nos
siga mareando. Siga diciendo si pero no… No, pero si… La unidad de todos los universitario y la
asunción responsable de las formas de lucha democráticas por nuestros derechos,
por nuestras reivindicaciones no es sólo un deber sino una necesidad de
sobrevivencia. Formas de lucha combinada, con inicio y fin, con objetivos
precisos. La pérdida de las clases es responsabilidad de un gobierno que nos
tiene en la miseria. Eso le debe quedar clarísimo a la sociedad venezolana.
Firmeza, Unidad y Lucha.