Ayer en Caracas se realizó una excelente marcha. La presencia fue inmensa. Había personas de todos los sectores sociales. Había entusiasmo. Había una renovación de la esperanza. Sin embargo, al finalizar escuché unas señoras que decían: “¿Después qué? Siempre es así. Recorremos un trayecto, gritamos consignas y luego asumimos lo que nos dice el gobierno. Nos olvidamos de los presos políticos. Faltan iniciativas. ¿Cómo enfrentar al régimen?
El diagnóstico aunque duro y desesperanzador da en el clavo. Es lo que ha sucedido en estos diez años. Normalmente después de un diagnóstico como ese, buscamos los responsables. De a tiro se consigue. Son un blanco fácil. La dirigencia tiene la responsabilidad. Al parecer conseguir el o los responsables de nuestro fracaso para hacer una oposición que logre paralizar las pretensiones del gobierno genera una tranquilidad de conciencia y, casi, es la condición para sentirse superior a los demás al no ser responsable por lo que sucede en la confrontación política. Esa es la actitud típica. Un buen diagnóstico pero la responsabilidad es de otro….
Es tiempo de darle coherencia al asunto. Un buen diagnóstico debe seguirse de una buena respuesta, de una buena solución. No se puede seguir lloriqueando de esa manera. Lo que sucede, los errores, no es sólo por la torpeza, ineptitud, falta de visión y olfato de la dirigencia. Es también un asunto de corresponsabilidad. Pero, nunca es tarde para cambiar. Las preguntas, ¿Qué hacer? ¿Puedo hacer algo? ¿Cómo iniciar? ¿Con quién? Deben funcionar como el condimento para pensar en las formas de dar respuestas. Cada quién debe planteárselas. No buscar la respuesta en el exterior sino en sí mismo.
Asistir a las marchas puede ser un entrenamiento adecuado para organizarse. Hasta ahora asistías con un amigo o unas amigas o los vecinos o compañeros del trabajo, luego quizás te retirabas a tu casa, o comían, compartían un trago y luego todo seguía igual.
¿Qué tal si repiensas tus formas y maneras de asistir a la marcha? Sistematiza con quién vas. Realiza una preparación previa, Hacer unas pancartas puede ser una labor interesante, cómo hacerlas para que sean llamativas, cuál es el mensaje fundamental que debe llevarse, ¿Es sólo de burla o nos interesa establecer un horizonte en la organización? ¿Cuál es el escenario al cual nos enfrentaremos? ¿Será posible que lo que piensen se coloque un volante? ¿Quién lo hace? ¿Qué se coloca? ¿Cómo se reproduce? Son asuntos prácticos que tu organización debe resolver. Llamamos organización a dos o más personas que se quieren poner de acuerdo para llevar una acción adelante.
Quizás son dos o tres personas al inicio. Pero la constancia y la sistematización es lo fundamental. Es vital que cada quien se comprometa a buscar a otra persona para la siguiente marcha. De pronto en las reuniones de preparación se les ocurre alguna protesta creativa distinta a marchar. Es bueno que sea segura, que sea evaluable, por ello es vital que te coloques un objetivo. Por ejemplo, alguien propone que es vital informarle a las personas que van en un vagón del metro las diez razones por las cuales la ley de educación atenta contra la formación del niño. Te organizas en función de tal objetivo y luego lo evalúas. Es muy importante comunicar tus formas de lucha. Tienes diversas vías en la plataforma de Internet, por mensajería de texto, en blog, en reuniones…. Eso les dará ideas a otros…
Una evaluación de crecimiento está en la convocatoria para una marcha. Al crecer el grupo debemos diversificar las responsabilidades, ¿quién se encarga de la propaganda? ¿Quién de la seguridad en la marcha? ¿De presentarse una contingencia dónde nos podemos reunir? ¿A qué hora? ¿Qué hacer si no llega alguno al sitio de reunión y no nos podemos comunicar telefónicamente? ¿Quién tomará la mayor cantidad de videos? ¿Quién puede montarlos en una red? ¿Quién lo puede enviar a los medios?
No pierdas el tiempo. Después de tantas marchas no tiene sentido ir a caminar. Las marchas son una acción política que tiene una finalidad, paralizar unas acciones gubernamentales. Se logra si combinamos con organización. La organización es la clave. Organizarse no es una acción de conspiración. Por el contrario, es una manera de ejercer la ciudadanía. Es una manera de enfrentar a un poder constituido.
Una buena organización para lo pequeño, es la condición para hacer grandes cosas. Esa es la clave, para aceitarnos para las protestas o para un trabajo electoral. Tal organización no se decreta, no se hace desde arriba sino con un trabajo de base. Es un asunto que puede ser dirigido perfectamente por la señora María, o el señor Pedro que nunca han militado en partido político. Se maximiza con las habilidades y destrezas de cada miembro del grupo. La idea es combinar lo mejor de cada quién es la riqueza del grupo.
Inténtalo. Esas es tu responsabilidad. No te esfuerces más de lo que puedas. Tu primera decisión organizativa es cómo hacer todo esto sin que nadie, ninguno de sus miembros modifiquen demasiado su rutina diaria. La organización será más efectiva si cada miembro siente que hace lo que hace normalmente pero que ahora lo orienta con una finalidad específica.
Si estimado Jonatan, debo reconocer que te asiste la razón en este sencillo artículo, la organización al detalle se debe rescatar, he presenciado con cierto grado de frustración que las oportunidades de orientar sobre el sentido de la protesta muchas veces se obvia y se evidenció con gran tristeza al oír el sonido de gran parte de la marcha,una suerte de miniteca con música preparatoria a la rumba posterior a la misma, incluso llegue a creer que al contrario de una protesta estabamos en una especie de festín, pero bueno, quedará para la próxima ser más precavido en ese asunto y asumir la acción de cambio desde una perspectiva más beligerante y audaz...
ResponderEliminarDe eso se trata. Que cada uno aportemos. Empecemos a movernos en nuestros medios de tal forma que podamos ir orientando la lucha...
ResponderEliminarUna pregunta útil a responder para organizarse es ¿para qué o cuál evento? Por ejemplo, si todos los vecinos de cada centro de votación se dedican a montar su propio "aparato electoral": logística, ausentes, nuevos, etc. tendrían en sus manos una de las herramientas más eficaces para responder al disolvente ¿y ahora qué hacemos?
ResponderEliminarOjalá que llegásemos tan lejos como para poder cubrir con voluntarios de nuestra zona las mesas de otras donde estamos débiles.
También son muy útiles las tertulias sobre temas específicos de la coyuntura con gente informada.
Ricardo Ríos
rricardorios@gmail.com
Excelente comentario Ricardo. Invitamos a los lectores para que realicen comentarios en el senntido que nos orienta ricardo... Eso nos ayuda a todos. Un reto fundamental son las elecciones para la Asamblea Nacional...
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