MATOS SJ Y SU PROCLAMA CONTRA LA OPRESIÓN
“Vaya
esta canción y pertenezca
al
que con nuestra fe prende una llama
y
hace de su oración una proclama
de
combatir el mundo de opresión.
Vaya esta canción y
pertenezca
al que con la mirada en el
futuro
baña con su sangre viejos
muros
y subvierte al mundo con su
amor.
Nuestra fe no puede descansar
hasta desterrar del continente,
el
hambre, la tortura,
la miseria y el terror;
este es el mandamiento del
amor.” Miguel Matos SJ
Estaba concentrado en un escrito a
propósito de una investigación que realizo y me llegó un mensaje de mi amigo,
confidente y cobijo, en momentos de crisis, el negro Henry Mendoza SJ, un
sacerdote de colcha y cobija, un cura de barrio. Mandándome el link de la
Revista Sic del artículo escrito por Miguel Matos. No pude dejar de llorar. Se me
removió la historia. Recordaba a Miguel cuando subía al barrio de cochecito y
ensayábamos, junto a la monja piedad una compasionista que vivía allí, siendo
yo un muchacho, las canciones que se cantaron en el Estadio Olímpico de la UCV,
cuando nos visitó Juan Pablo II. No pude
dejar de recordar los movimientos eclesiales de base, al grupo Puebla y
Liberación, el momento que leí la oración de compromiso en representación de
los jóvenes y los universitarios de Venezuela donde nos comprometíamos a la
transformación de las estructuras sociales con una opción preferencial por los
pobres, acompañado de una joven y del colega Ángel Oropeza, actual profesor de la
Simón Bolívar; y luego las canciones de Miguel Matos SJ. Comparto el link de
este bello recuerdo que me compromete en el presente:
Miguel
Matos sj, comprometido desde siempre con los sectores populares, desde su
experiencia de la fe apoyó, desde su discernimiento, al gobierno bolivariano.
Hoy ha decidido alzar la voz contra la opresión de este gobierno, sin renunciar
a su compromiso ético, estético,
político pero sobre todo y fundamentalmente cristiano con los más pobres; sin
ninguna carantoña al imperio ni a los imperialismo de ninguna clase y con una invitación clara y
decidida, desde un profundo discernimiento, para que nos unamos, desde nuestras
diferencias, desde múltiples perspectivas, no solo para resistir, sino para
oponernos con vigor a la opresión del régimen; unirnos chavistas, antichavistas
y nini como un solo cuerpo que lucha por la construcción de una vida que valga
la pena ser vivida. Y recordé esa hermosísima canción cuya letra y música es de Miguel Matos,
aquella que entonamos en el encuentro del Papa con los jóvenes: Nuestra
fe no puede descansar/ hasta desterrar del continente,/ el hambre,
la tortura,/ la miseria y el terror;/este es el mandamiento del amor.
Les
invito a leer el artículo titulado: “El silencio no siempre es de Dios”, sobre
todo, a mis queridos amigos nacionales e internacionales que siguen apoyando al
actual régimen.
Saludos y que nuestra oración se trasnforme en una proclama.